Adr1ft. Análisis con las gafas Oculus Rift

Adr1ft Portada

Adr1ft nos ha dejado con la boca abierta. Desarrollado por Trhee One Zero y distribuido por 505 Games, está disponible a través de Steam desde el 28 de marzo por 19,99€  para Oculus Rift y que están en proceso de extensión a otros soportes de realidad virtual. Hemos aprovechado para colarnos en las oficinas de 505 Games para probar el título a fondo.

Nada más entrar en la habitación donde seremos por fin testigos del verdadero potencial de la realidad virtual nos encontramos con unas gafas Oculus Rift, un mando de Xbox One y una cuenta de Steam, desde donde cargaremos esta joya que está al alcance de todos y a la vez de solo unos pocos privilegiados. No vamos a describir la Atlántida si decimos que el stock de gafas Oculus está totalmente roto y su precio tampoco invita a hipotecarnos por ocio, pero el precio al que podemos disfrutar de Adr1ft es competitivo por la experiencia que ofrece.  Nos colocamos las gafas y ajustamos los cascos quedando completamente aislados de lo que nos rodea, un enorme salón es la antesala de carga de Adr1ft, que da paso al menú del juego en el que no tardamos en darle a empezar ansiosos de lo que nos podemos encontrar.

Adr1ft Estación espacial

¿Quién no ha soñado de niño con ser astronauta?

Lo primero que sentimos cuando empezamos a jugar a Adr1ft es una sensación de ingravidez, como os lo cuento, tendremos la ligera sensación de que nos encontramos en el espacio, no tardamos en darnos cuenta de que la experiencia es inmersiva al cien por cien, la sala esférica en la que nos encontramos no ofrece demasiada información pero nos permite hacernos con el control del personaje mediante el uso del mando. De esta manera dentro de Adr1ft solo controlaremos la vista del personaje con el uso de Oculus y con el mando usaremos los estabilizadores del traje para movernos, al principio torpemente al jugar como si se tratase de Dead Space pero con rutina encontraremos el equilibrio, así como para coger e interactuar con objetos.

Una vez revisada la sala y controlado el movimiento nos disponemos a aventurarnos en la eterna y fría oscuridad, una exclusa abierta nos da paso a fragmentos de la estación espacial internacional esparcidos por todas partes y nos percatamos de que algo raro está pasando y lo que en un principio es una experiencia iluminadora e increíble se torna en terror cuando nos damos cuenta de que el oxígeno de nuestro traje se está agotando, en pocos segundo seremos un frio cadáver flotando en rotación sobre la tierra. En un último intento por seguir viviendo nos percatamos que una botella de oxígeno flota salvadoramente a pocos metros de nosotros, intentando concentrarnos llegar sin rodeos nos aproximamos poco a poco pero parece que es demasiado tarde, las manos se colocan sobre el cristal del casco y la respiración se entrecorta mostrándonos que todo llega a su fin. En un acto de valor pulsamos el botón X que recoge la botella y milagrosamente reestablece los valores óptimos que nos permitan seguir con vida unos minutos más.

Con esta experiencia cuanto menos agobiante vemos que uno de los factores sobre la jugabilidad de Adr1ft tiende a la supervivencia, tendremos que avanzar en el entorno más hostil del universo conocido, el espacio. Pero si Adr1ft se quedara solo en esto sería un buen simulador de supervivencia extrema inmersiva, pero por suerte desde Trhee One Zero han querido dar un paso más adelante y ofrecer una historia de la que no os desvelaré nada más allá de la premisa, todo está destrozado y tendremos que averiguar qué es lo que ha ocurrido en una experiencia que dura entorno a tres horas de juego.

Adr1ft Plantas espaciales

El universo en 360º

La buena calidad gráfica con una iluminación perfectamente recreada, tomando como referencia las películas que hemos podido ver, pues aún no hemos podido ir a espacio para confirmar el realismo de la ambientación, se acompañan en un apartado sonoro que logran que nos metamos totalmente dentro de Adrift y su visión espacial. Estamos dentro y aunque sintamos que aún hay un hilo, el mando que tenemos en las manos, que nos une con la realidad lo cierto es que la sensación es totalmente alucinante, logrando engañar al cerebro para que crea que está en un entorno diferente. Esta creo que es la grandeza que posee Adr1ft, la capacidad de generar sensaciones y emociones reales donde solo hay un imágenes y sonidos reproducidos.

Todo esto que os contamos queda refrendado en el momento en el que exploramos el escenario, ahora más que nunca en todas sus dimensiones, para descubrir nuestro planeta, enorme y brillante que culmina la gran experiencia que hemos tenido jugando Adr1ft. Sin temor a equivocarme tengo la sensación de que Adr1ft es la antesala de un nuevo modo a explotar por el sector audiovisual, la posibilidad de vivir la películas en primera persona, porque Adr1ft es un videojuego y por ello ofrece un reto que por otro lado no es nada fácil, pero si quitáramos el factor restrictivo del oxígeno sería una maravillosa aventura que nos pone en la piel de un protagonista. Los jugones agradecemos que Adr1ft proponga un reto porque también es un precedente cuanto menos interesante que sin duda dará paso a cosas aún más grandiosas.

Adr1ft Muerte Negra

Conclusiones de Adr1ft con Oculus Rift

Alucinante, hemos vivido una experiencia que cuanto menos es esperanzadora para un sector como el de los videojuegos que desde hace siete años no consigue innovar dando palos de ciego en muchas direcciones. Con Adr1ft nos damos cuenta de que hay una luz al final del túnel, ya no es una cuestión de quién tiene mejores gráficos o mejor tasa de frames por segundo, eso quedará en un segundo plano, ahora lo que importará es si nos creemos lo que estamos viviendo y disfrutando, ya sea realista o cartoon, los juego y su desarrollo pasarán a un nuevo nivel en el que el jugador se convierte, ahora más que nunca, en el protagonista. En esta nueva línea Adr1ft se sitúa, cumpliendo con buena nota, en primera línea al cumplir el sueño de millones de niños de viajar al espacio al alcance de la mano en un juego para mayores de quince años que nos propone un hermoso y agobiante.

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