Al padre de las consolas no le gustan los juegos actuales

Todos hemos visto como poco a poco los videojuegos han ido evolucionando. Los más veteranos han visto como se pasada de un par de cuadraditos blancos sobre fondo negro a juegos que parecen fragmentos de películas o incluso mejores que muchas producciones para la gran pantalla. Pero ¿quién ha visto más de esta evolución que el propio creador de las consolas?. Pues la ha visto y no está contento con el rumbo que lleva.

Ralph H. Baer fue el responsable principal de crear en 1972 la Magnavox Odyssey, considerada la primera consola de videojuegos, y que se adelantó cinco años a la popular Atari 2600. Entre sus juegos se incluía un título de tenis que luego se adaptaría en forma del clásico Pong y que protagonizó una de las primeras grandes demandas por plagio y patentes de la todavía incipiente industria del videojuego.

Baer suma ahora 89 años y está profundamente disgustado por la orientación que han seguido los videojuegos. «Creo que es una desgracia», ha dicho. «Lo que creé se ha convertido en una abominación. Lo mismo pasa en la música, la literatura y en el arte, en cualquier forma de arte.»

«¿Podía saber hasta dónde llegaría esto? Obviamente, no.» Baer recuerda que «nadie se dio cuenta, ni siquiera entonces, de que estábamos en una proyección geométrica… que llegaría hasta el cielo. No era previsible; era fantástico. Me alegra que sucediera. Si no lo hubiera empezado yo, otro lo habría hecho».

Como podéis leer, el anciano Bear cree que los juegos se han convertido en una abominación y desde el punto de vista de quien creó alguno de los primeros videojuegos como tal tenemos que tomar muy en consideración su opinión. Está muy claro que los videojuegos han evolucionado desde los agitados 70’s, pero ¿son tan monstruosos?. Ahora la violencia y el realismo son el medio y la meta de los títulos actuales y por venir.

Un servidor cree que aún queda esperanza para los videojuegos, aún queda originalidad y espíritu artístico en muchos estudios y aunque no estén apoyados por las ventas ellos siguen apostando por proyectos originales, hermosos y atractivos aunque no cosechen grandes ventas. La industria del videojuego es una gran máquina de beneficios, ventas y maquinaria publicitaria, pero aún queda esperanza Ralph, no todo está perdido.

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