[Análisis] Death’s Door. Aprendiendo a ser un segador de almas

Los últimos años están siendo particularmente duros en la industria de los videojuegos con una pandemia que ha visto muchos retrasos y cancelaciones. Esto se ha recrudecido especialmente en el apartado indie, por lo que estamos teniendo menos lanzamientos de los habituales. Sin embargo, siempre hay títulos a destacar por su buen hacer, y Death’s Door entrará en esta categoría. Vamos a ver qué es lo que tiene que ofrecernos lo nuevo de Acid Nerve.

Aprendiendo a ser un segador de almas

A pesar de que tenemos ante nosotros una historia bastante sencilla en Death’s Door, son muchos los mensajes que nos va a ofrecer. Por un lado tenemos a nuestro protagonista, conocido simplemente como Segador, un cuervo (sí, de pájaros va el asunto) quien se encarga de recolectar las almas una vez ha llegado su hora. Esta tarea que en un principio puede parecer sencilla y tediosa, representada como un trabajo de oficina, acaba por traernos problemas.

En uno de nuestras salidas recolectoras, acabamos perdiendo un alma, lo que como comprenderéis es todo un problema. De esta manera iniciamos una aventura donde deberemos recorrernos el mundo de Death’s Door, para conseguir encontrarla y que todo vuelva a la normalidad. Esta historia encierra mensajes como por ejemplo la aceptación de la muerte, el duelo… aunque también vemos otros como la explotación laboral y el estrés del día a día.

En general tenemos ante nosotros una historia sencilla pero muy bien planteada, que nos va a dar unas 5-7 horas de juego, siempre dependiendo del desafío que le plantee a nuestra habilidad. En tonos generales, el juego no es demasiado complicado, solo teniendo un par de duelos que nos hayan costado un poco y era más que nada por ir demasiado pronto.

Mazmorras, exploración y equipo

El mundo de Death’s Door está bastante contenido, encontrándonos tres zonas de mazmorras diferenciadas para cada uno de los jefes finales a los que nos vamos a tener que enfrentar. Esto nos deja con pocas zonas distintas, a lo que hay que añadirle otra zona más que funciona de puente entre ellas. Sin embargo aquí vamos a encontrarnos uno de los primeros inconvenientes del planteamiento del juego, ya que al no contar con un mapa y teniendo un diseño bastante laberíntico, va a ser bastante común no saber a dónde debemos ir o estar dando vueltas buscando el camino adecuado.

En este sentido el uso de la perspectiva va a jugar un papel importante, ya que la exploración de los mapas tiene bastante peso. De esta manera vamos a tener que prestar mucha atención para poder encontrar secretos, los cuales están repartidos por todo el mapa. En determinados momentos encontraremos objetos de colección que no valen absolutamente para nada, simplemente siendo trastos que almacenaremos en nuestra mesa de trabajo.

Una vez nos vamos habituando al espíritu laberíntico del juego, es cierto que se va aligerando esa sensación de pérdida y poco a poco iremos encontrando los atajos que nos permitirán no tener que dar tantas vueltas. Esto también se alivia con el desbloqueo de nuevas habilidades, contando con cuatro principalmente: un arco con el que disparar flechas, bola de fuego, una bomba y un gancho. De esta manera, además de ser útiles en combate, también podremos abrir nuevas zonas.

A nuestra disposición también vamos a tener distintas armas, diferenciándose entre sí básicamente por su forma, su daño, su velocidad de ataque y su alcance. En general no vamos a tener demasiadas diferencias entre ellas, pero siempre habrá una que se amolde mejor a nuestro estilo de combate. Por último tenemos una suerte de características principales, como son fuerza, agilidad, magia… que influirán en el daño, nuestra velocidad de combate, alcance… Para mejorarlas podremos gastar las almas que vayamos recolectando durante la aventura y que funcionan como moneda de cambio.

Los combates en general, como hemos dicho antes, no son demasiado desafiantes, especialmente cuando reconozcamos los patrones de combate de los enemigos. Esto se vuelve especialmente sencillo porque no hay demasiada variedad de ellos, así que no nos costará demasiado. Casi todo lo que nos lancen lo podremos devolver, ofreciéndonos un plus de variedad durante las oleadas que tendremos que repeler. Eso sí, también hay desperdigados fragmentos por los mapas que nos ofrecerán un plus de vida o de magia, algo que siempre viene bastante bien y es que con tan solo cuatro golpes acabaremos muertos. No perderemos nada, solo deberemos volver para continuar, pero esto es especialmente fácil ya que hay todo un sistema de puertas que funcionan como checkpoints.

Los combates contra los jefes sí que nos van a exigir algo más, pero tampoco nada que sea del otro mundo, pudiéndose dar perfectamente la posibilidad de que los derrotemos a la primera. En general son combates bastante divertidos, pero sí es cierto que se nota que han querido que el juego sea más asequible para los jugadores noveles, haciendo que Death’s Door sea un buen punto de partida para los que no hayan probado el género.

Visualmente sencillo y detallista

Death’s Door cuenta con un gran trabajo en su apartado técnico. Ante nosotros tenemos zonas diferenciadas contando con escenarios vivos y con movimiento en algunas mazmorras, otros desolados… hasta incluso ha contado con una estética noir en sus oficinas lo que nos aporta un punto de amargura al tedio con el que nos lo presentan. Las animaciones y los gráficos representan muy bien el espíritu del juego.

En cuanto al apartado sonoro no hay nada malo que podamos decir de él, aunque tampoco es que sea destacable. Cumple con lo que se espera de él sin hacer demasiados alardes. En cuanto al idioma, nos llega perfectamente traducido al español sin que haya ningún tipo de doblaje.

Conclusiones de Death’s Door

El nuevo juego de Acid Nerve es un título que en conjunto funciona muy bien, con una exploración de mazmorras en la que perderse, combate dinámico y divertido, y un parte y una historia que sin duda nos van a enganchar bastante. Sin embargo son esas pequeñas cosas las que hacen que no sea un título redondo, dejándonos la sensación de que ha podido ser algo más. Como punto de partida para gente a la que no esté acostumbrada al género, sin duda será un buen desafío, pero para los que ya llevamos un tiempo con esta clase de juegos, va a ser más un paseo.