Análisis Fat Princess

No os diré nada nuevo si os cuento que, en la actual generación, estamos encontrando juegos con aspecto o temáticas un poco distintas gracias a los servicios de descarga. Y es que si repasamos los catálogos actuales de la 360 y la PS3 encontramos multitud de juegos muy similares unos a otros, mucho FPS, mucho juego de carreras, etc… salvo honrosas excepciones, claro. Por otro lado en los servicios de descarga encontramos joyitas como Pixeljunk Eden, Braid, Castle Crushers o Flower, con planteamientos y aspecto totalmente distintos a lo estándar.

Por eso un juego como Fat Princess generó mucha expectación. Con ese aspecto mezcla de dibujo animado encantador y mucha sangre de por medio, sumado al extraño sentido del humor que nos propone trasladar a princesas obesas de un castillo a otro, nos hacía esperar al menos un producto interesante.
El planteamiento es simple: dos equipos de dieciséis personas se enfrentan en una suerte de capturar la bandera modificado. Cada una de esas personas podrá elegir entre cinco clases: guerrero, mago, arquero, cura y trabajador, con el sencillo proceso de elegir un sombrero distinto proporcionado por una de las dispensadoras que hay en cada base. Con tu personaje, apoyado por tus compañeros, te enfrentas al ejército enemigo intentando asaltar su base para rescatar a tu princesa, evitando que el enemigo haga lo propio.

Modos de juego
Es un juego concebido para el online, sin duda. Aunque existe la posibilidad de jugar contra bots, en local, y jugar al modo gladiador, en el que tenemos que matar oleadas de enemigos con la clase que elijamos, el meollo del juego está en conectarse con otras 15 personas y darse caña. También existe una campaña cortita, contada en forma de cuento y con un argumento-excusa bastante poco importante, pero que sirve para aprender a jugar y cogerle el punto antes de lanzarse a la red.
Hay cuatro modos de juego: dos van sobre la captura de princesas, otro de ver quien llega antes a matar a un número de enemigos y otro sobre el control del escenario.

Jugabilidad
En la forma de jugarse tiene parte de juego de palos, claro, pero también de juego de estrategia. Hay que coger recursos, madera y metal, que sirven para construir estructuras defensivas, catapultas que nos permitan llegar de nuestra base a la enemiga en un instante o puentes. Pero su principal uso es mejorar las máquinas dispensadoras de sombreros para obtener las clases avanzadas: guerreros con alabarda, arcabuceros, magos de hielo, curas oscuros que drenan vida de los enemigos y trabajadores que tiran bombas. Si coges un sombrero de una clase mejorada siempre puedes cambiar entre los dos modos (básico y avanzado) simplemente pulsando el triángulo. Ejemplo claro: a veces quieres drenar vida y a veces curar, y cambiar con un simple click es cómodo y rápido.
Tampoco podemos olvidar la mecánica que da título al juego: engordar a la princesa. Los trabajadores pueden coger pastel y llevárselo a la cautiva para que engorde y, así, dificultar su traslado en caso de que el enemigo llegue a nuestra base. Por último, también existen bastiones en el escenario que podremos controlar, entre otras cosas para poder soltar los recursos que colectemos como trabajadores allí mismo, aunque a veces al entrar en uno nos llevemos sorpresas, como que nos lleve a un sitio inesperado.

Música y gráficos
El juego es muy bonito, entra por los ojos y los oídos enseguida. Tanto la música como los efectos, el doblaje de los personajes y el narrador (que está interpretado por la voz de doblaje de Homer Simpson), son agradables y simpáticos, y están cuidados. Es gracioso pasar cerca de la princesa cautiva y escucharla pedir pastel a voces.
En cuanto a los gráficos las capturas y los vídeos, como siempre, hablan por si mismos. Estilo de dibujo animado mezclado con sangre, mucha sangre. Además, podemos personalizar bastante al personaje que usamos, haciéndolo muy reconocible, y los distintos mapas de juego son bastante distintos, teniendo desde un enfrentamiento entre dos barcos, hasta un escenario desértico u otro en la montaña, así hasta ocho mapas. Aunque ya se habla de la salida de un nuevo mapa descargable y nuevas clases.

Conclusiones
Si quizás el texto queda un poco confuso a la hora de describir el juego y no os basta con los vídeos, os diré que a mi, personalmente, Fat Princess me recuerda a jugar una battleground en World of Warcraft. De hecho, uno de sus mayores defectos es que, si los jugadores no intentan ir todos a una y se dedican simplemente a matar enemigos o a ir en plan Rambo, la partida puede hacerse eterna. Al menos, en los modos de juego de las princesas, claro.
Otro punto a mejorar, para mi, es la simpleza de las partidas. Quizás unos mapas en los que los bastiones tuvieran una utilidad mayor, que la partida fuera cambiando más según vaya avanzando, le podría dar una profundidad mayor. Y es que una partida no puede durar una hora y que esté más o menos igual que al principio, salvo que ya ambos bandos tienen las clases avanzadas.
Por lo demás, a mi el juego me ha parecido gracioso y divertido, sobre todo si juegas con amigos con los que te coordines utilizando el chat de voz que proporciona el juego, o si juegas con ellos y os enfrentáis mucho, claro xD
Me parece un juego recomendable aunque quizás un poquito pasado de precio, pero que os hará pasar ratos entretenidos sin ser un imprescindible.

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