[Análisis] Sand Land, un juego que descubrir con poco que hacer

Los sandbox o juegos de mundo abierto son bastante habituales hoy en día. Hay un sinfín de proyectos que han optado por este estilo, desde los shooters hasta los plataformas, los de aventuras y hasta algún que otro survival horror. Sin embargo, esto no quiere decir que sea sencillo de realizar, y es que es un género en el que es muy fácil perderse. Sand Land, la adaptación del cómic de Akira Toriyama por parte de Bandai Namco, nos trae un mundo cargado de personajes carismáticas, en formato sandbox, pero con una sensación agridulce en su exploración.

Los demonios, la única esperanza de los humanos

El protagonista indiscutible de Sand Land va a ser Beelzebub, el príncipe de los demonios. A pesar de que los humanos tienen a esta especie como seres malvados, su desesperación por encontrar agua llevará al sheriff de una aldea a pedirles ayuda. Como el príncipe tampoco tiene mucho más que hacer y también lo están pasando mal, se decide a aceptar para ir en busca de un manantial mítico.

En el sentido más estricto, Sand Land va a ser bastante fiel a la obra de Akira Toriyama, tanto a nivel de historia como de sus dibujos. Sí que es cierto que han añadido algunos elementos extras, como Ann, pero el juego bebe directamente de su cómic, lo que siempre es una buena noticia.

La historia nos hará recorrer grandes distancias, tanto a pie como en vehículo, y es que no hay que olvidarse de qué es lo que tiene que ofrecer Sand Land. Es un sandbox con elementos de combate RPG en el que los vehículos toman un aspecto muy importante y no solo como meros medios de transporte.

Recorrer sus cálidas lunas y después la parte boscosa nos puede llevar unas 20 horas si no exprimimos al máximo las secundarias, una cifra nada desdeñable y a la que a nosotros nos ha costado llegar. Os lo explicamos a continuación.

Puños, vehículos y mucho que explorar… para poco que hacer

Como buen sandbox, Sand Land nos ofrece un gran mapa para explorar. Esto, para los amantes del género, pueden ser buenas noticias, pero no siempre. Especialmente cuando el mundo está vacío o, como en esta ocasión, es muy repetitivo, puede llegar a ser un poco tedioso. Buena muestra de ello es que abusaremos del viaje rápido en cuanto nos sea posible.

El mundo está llena de zonas que podemos visitar, como mazmorras, ruinas, cuevas con restos que podremos recolectar… pero se repiten una y otra vez hasta la saciedad. El combate, al igual que la exploración, no es para nada emocionante. El combate a puños con Beelzebub rápidamente se queda corto y tampoco tiene dificultad alguna. De hecho, acaba siendo el método que menos utilizaremos. Los vehículos, que aquí sí tendremos una buena variedad, se llevará toda la atención, tanto en la exploración como en el combate.

Tanques, coches, robots saltarines… Tendremos a nuestra disposición un buen número de posibilidades y cada una con su personalización. Sin embargo, a la hora de la verdad no hay demasiadas diferencias entre estas piezas, mucho menos que sean útiles o que merezcan la pena. Por si no fuera poco, muchas veces nos veremos buscando piezas concretas para poder modificar o construir X vehículo que nos permitirá seguir la historia.

En general, parece que Sand Land está pensado para un público bastante general, sin ofrecer dificultad alguna. Esto no es algo intrínsecamente malo para los más peques por ejemplo, pero hubiera estado bien algo de profundidad en el combate que te impulse a explorar más allá de lo estrictamente necesario. Al final, la sensación de que apuntamos con el vehículo todo el tiempo o simplemente atacamos con un par de ataques de Beelzebub, es todo lo que recordaremos.

Técnicamente fiel a la obra de Toriyama

Uno de los aspectos más interesantes que nos han quedado en la memoria después de jugar Sand Land es su apartado técnico. Aquí brilla con bastante luz el Cell shading que rinde un precioso homenaje a los dibujos de Akira Toriyama. No esperéis alardes de texturas ni nada por el estilo, pero para esta clase de juegos creo que queda a la perfección.

En cuanto al resto de apartados, el sonido es bastante correcto con un doblaje bien realizado, y la banda sonora acompaña bastante bien nuestras aventuras por este basto desierto.

Conclusiones de Sand Land

El nuevo juego de Bandai Namco nos ha dejado momentos bastante entretenidos mezclado con algunos un poco decepcionantes. No es que el juego no sea recomendable, lo es especialmente para los amantes de los sandbox y de la obra de Toriyama, pero sí que es cierto que se ha dejado en el tintero buena parte de las ideas que desarrolló. Sin llegar a ningún lado, no ha profundizado casi nada en el combate, la exploración es tremendamente repetitiva y tampoco ofrece casi recompensas más allá de la decoración o de la mejora ínfima de algunas piezas.

Por otro lado, la historia es bastante divertida y tiene algunos personajes de lo más entretenidos que a buen seguro va a sacarnos más de una sonrisa.

Conclusiones

Sand Land

Sand Land, el nuevo juego de Bandai Namco, nos dejo una historia de lo más interesante gracias al cómic de Akira Toriyama, pero con la sensación de que podría haber aportado mucho más si se hubiera cuidado partes tan importantes en los sandbox como es la exploración y el combate. Buenas ideas que no se han explotado prácticamente nada.

PROS

  • Fiel a la obra de Akira Toriyama
  • No solo la historia, artísticamente captura muy bien su esencia
  • Personajes carismáticos

CONTRAS

  • el combate, sin dificultad y bastante repetitivo
  • Para ser un sandbox, la exploración es de lo más repetitiva
  • Las recompensas al jugador son prácticamente nulas
Salir de la versión móvil