Análisis STARGROVE: Ruin of the Reckless

ruin of the reckless

Desde hace un tiempo el género Rogue like ha despertado gran interés entre los jugadores. Actualmente, el mercado se encuentra abarrotado de una buena cantidad de títulos que se suman a la moda y  que aspiran ofrecer un nuevo giro de tuerca al género que los haga diferentes del resto de la competencia. El título del que hablaremos hoy es uno de esos juegos, aunque por desgracia uno de los que se quedan en la orilla en ese intento de diferenciarse. Se trata de un juego que se genera de forma procedural, con una jugabilidad  rápida y frenética, elevada dificultad y un aspecto gráfico bastante cuidado. Hoy chicos y chicas analizaremos Stargrove: Ruin of the Reckless de Faux-Operative Games.La aventura de Stargrove

Ruin Of Reckless es un Rogue-Like de acción con ciertos tintes roleros y perspectiva cenital. En él encarnaremos a Stargrove, un joven encerrado en una gran torre de la que debe escapar. Con esta sencilla premisa comenzará una aventura en la que tendrá que progresar por los distintos pisos que componen dicha torre, un lugar totalmente infestado de criaturas y trampas a las que deberá hacer frente.

Pero las cosas no son tan simples. Cada piso de la torre se genera de forma aleatoria o “procedural”, hecho que repercute directamente en que cada partida sea siempre diferente, dotando al juego de inicio de una gran rejugabilidad. Para escalar pisos en la torre, tendremos que aniquilar a todos los enemigos antes de que el tiempo se agote. Si no es así, la partida no terminará…pero prácticamente será como si lo hiciera, ya que una serie de “orbes asesinos” irán a por nosotros metiéndonos una presión extra.

Nada más comenzar nos daremos cuenta de que el combate es quizá la faceta más importante de este Ruin of the Reckless, aunque no por ello la mejor ejecutada.

Combatiendo en la torre

Se trata de un estilo de combate rápido y exigente. Las hordas de enemigos en cada pantalla nos exigirán controlar nuestra situación de desventaja haciendo uso de los hechizos y equipos que encontremos, castigándonos en gran medida si intentamos combatir cuerpo a cuerpo.

El combate físico es quizás lo que más empaña esta propuesta, ya que tan sólo contaremos con un único botón para golpear. Dependiendo del arma que llevemos equipada ese golpe puede ser diferente, cosa que está muy bien, pero se antoja demasiado simple si tenemos en cuenta que el combate cuerpo a cuerpo es quizás al que más deberemos recurrir. Al margen de esto, el uso de los hechizos y los diferentes gadgets está perfectamente implantado en el juego. Utilizarlos es algo rápido y útil, además de que quizás es lo que más variedad aporta al desarrollo de la aventura.

El uso del “Dash” también será muy importante, al igual que gestionar el equipo que vayamos adquiriendo en los diferentes niveles o tiendas que encontraremos. Las tiendas  también nos servirán para desplazarnos rápidamente entre los distintos pisos, en este aspecto hay que otorgar un punto a Ruin of Reckless, y es que llegar a una tienda es algo que llega a producir tanto alivio como encontrar una nueva “hoguera” en Dark Souls.

El juego cuenta también con un modo multijugador cooperativo que sin duda mejora la experiencia. Batallar codo con codo con un compañero de armas seguramente haga más amena y divertida nuestra escalada en la torre.

¿Cómo es la torre?

Artísticamente es uno de esos indies que entran por los ojos. En estos últimos años hemos podido ver muchos buenos juegos que utilizaban también Pixel Graphics como seña de identidad. Con más o menos fortuna (según el título) este estilo gráfico parece estar bastante en alza, por ello, muchas compañías se valen de él para dar forma a su proyecto. Los modelados de los enemigos y el arte de los escenarios tienen un trabajo enorme detrás, siendo en mi opinión las verdaderas fortalezas del juego. Con unos colores muy vivos aunque difuminados que podrían recordar a juegos como Titan Souls o Hyper Light Drifter. Los modelados de los personajes tampoco se quedan atrás, aunque quizás (y exceptuando a STARGROVE) algunos personajes parecen más simples y típicos.

Otro gran punto a favor del juego es su BSO, muy conservadora en cuanto a estilo pero que se defiende más que correctamente en conjunto. Cuenta con temas electrónicos muy retro que suenan tan épicos como algunos de nuestros clásicos favoritos. Son temas que acompañan perfectamente a la acción, tanto a la hora de combatir como en los momentos de paz y sosiego (el tema de la Intro, el mejor).

Algunos fallos saltan a la vista

Las explosiones y rayos cumplen, en cuanto a efectos tampoco reportaremos especiales alardes visuales más allá de lo bonitos que puedan parecer los gráficos.  Aunque sí que es cierto que incorpora un efecto visual un tanto diferente: el “Shake” o movimiento de pantalla cuando nos golpean. Este efecto se puede desactivar desde el menú de opciones del juego y desde aquí os lo recomendamos firmemente, ya que como os contaremos a continuación, el juego padece de una serie de problemas de rendimiento que se ven agravados si sumamos este “efecto”.

Es una pena que un producto tan potable como Ruin of Reckless se vea lastrado de salida por algunos problemas que afectan a su rendimiento. El juego se mueve a 60 fps, pero las bajadas constantes que sufre pueden llegar a ser frustrantes en varios momentos. Hay que decir que el propio juego baja la velocidad del combate cuando nos enfrentamos a varios enemigos, produciendo una especie de “slow motion” que no llegamos a detectar como algo jugable, sino más como un detalle incómodo que hace fallar en el ritmo al juego y que provocará la sensación visual de estar “bailando” constantemente entre los 60 y 40 fps.

También hemos reportado bugs como crasheos o bajadas  absurdas de FPS tras algunos momentos de carga. Todos estos pequeños errores lastran una experiencia que podría haber sido muchísimo más redonda.

Conclusiones de Ruin of the Reckless

A primera vista este título promete mucho. Esa estética cuidada, la cantidad de posibilidades que tenemos para equipar a nuestros personajes… Este juego nace intentando ser una buena alternativa a éxitos como Enter the Gungeon o Binding of Isaac, pero al final se ha quedado en eso….un intento.

Realmente es un juego divertido. Si lo jugamos en compañía de nuestros amigos posiblemente nos aporte una buena decena de horas de diversión, pero a la larga, puede que sus problemas cansen a más de uno… Se queda en un buen intento que podría haber sido mucho más, esperemos que en futuros parches o actualizaciones solucionen algunos de sus problemas…quizás con ello tengamos finalmente un título perfectamente disfrutable.

Salir de la versión móvil