Backforce One. ¿a mejor silla gaming? La probamos a fondo

Las sillas gaming ya llevan unos cuantos años entre nosotros, con un mercado en el que tenemos una gran cantidad de opciones y donde puede ser mucho más importante de lo que creemos escoger el modelo que se adapta a nosotros. Hoy vamos a probar y analizar la Backforce One, una silla alemana pensada para durarnos toda una vida y que cuenta con algunos añadidos poco habituales. Entre sus principales características encontramos grandes posibilidades de personalización, buenos materiales de construcción, elementos profesionales que solo se pueden encontrar en las sillas de oficina… Mejor no adelantarnos y vayamos por partes.

Antes de nada, agradecer a la marca la confianza depositada en nosotros para poder hacer este análisis. Antes de meternos en materia, nos gustaría recomendaros que veáis nuestro vídeo análisis, donde podéis ver todo de primera mano.

Unboxing y montaje

Uno de los aspectos que más nos puede interesar de una silla nada más abrir la caja, además del resultado final y de lo cómoda y útil que sea, es su montaje. No sé si a vosotros os pasa pero cada vez que recibimos algo de estas características, pensar en el montaje puede darnos mucha pereza. En ese sentido la Backforce One nos deja todo bastante masticado, y es que con el paso del tiempo los fabricantes han ido refinando sus procesos de ensamblaje para que el usuario final tenga que hacer el mínimo trabajo posible.

La silla llega perfectamente embalada y protegida contra toda clase de problemas, ya sean desde los golpes del transporte hasta el polvo que se puede filtrar y posar durante el almacenaje. Las instrucciones nos dejan todo bastante claro desde el inicio y es que en esta ocasión nos van a ofrecer guías de cartón con los que protegen la silla y que servirán para facilitarnos todavía más la tarea. Si somos un poco burros y rompemos los cartones sin darnos cuenta de este detalle tampoco es excesivamente difícil de montar sin ellos, pero ya es algo más engorroso para una sola persona por lo que utilizar estas guías de cartón es altamente recomendable.

El montaje es muy sencillo y se realiza en pocos pasos, comenzando por las ruedas como suele ser habitual. Tan solo hay que atornillar en un determinado momento cuatro tornillos, para los cuales la propia silla nos trae la llave allen, por lo que ni siquiera vamos a necesitar herramientas en casa. Esto lo haremos más adelante así que por ahora nos centramos en la parte de las ruedas. Aquí es donde empezamos a darnos cuenta de cómo van a ser los materiales de construcción de la silla y es que esta primera toma de contacto con la parte de abajo, donde se ubicarán las ruedas, está diseñada en una pieza gigantesca de metal. Resistente, duro y al mismo tiempo poco pesado, la base de la Backforce One es realmente robusta, aunque hay que decir que las ruedas no nos han entusiasmado demasiado. El material es plástico y parece bueno y resistente, pero su forma hace que no siempre ruede bien y se arrastran algo, un detalle que no nos esperábamos en una silla de estas características. Si la movemos con nosotros sentados sí que no vemos ese rozamiento, pero sin peso encima la cosa cambia algo. Este efecto solo se produce en parqués, ya que en una alfombra no vemos que tenga el más mínimo problema. Para montar las ruedas solo deberemos colocar la arandela, hacer un poco de fuerza y ya estará listo, repitiendo este mismo proceso hasta que las tengamos todas colocadas.

Una vez hemos hecho esto, solo queda poner la pieza de pie y comprobar que hemos puesto todo perfectamente y que ninguna se cae ni tambalea. Aquí el equilibrio de la pieza es total y ya vemos que no vamos a tener el más mínimo problema, teniendo una muy buena base para una silla. Una vez tenemos esta parte lista, solo nos queda añadirle la pequeña bomba de gas para que la silla pueda configurarse en altura y ya tendremos todo lo necesario para seguir trabajando.

El asiento, el cual ya nos trae los reposabrazos instalados de base, es muy sencillo de colocar, simplemente poniéndolo en el agujero de la bomba y presionando un poco. De esta manera quedará perfectamente colocado y nos aseguramos que no se tambalee ni nada por el estilo. Por último solo deberemos colocarle el respaldo que, tal y como os dijimos antes, es bastante sencillo de hacerlo solo con las guías de cartón, y algo más complicado si se las quitamos y lo hacemos a pelo. Aquí ya dependerá de cada uno y si se ha leído las instrucciones antes de sacar nada de la caja. Esta es en la parte en la que nos va a hacer falta la llave allen y los cuatro tornillos incluidos en el pack. Nada que sea muy complicado la verdad.

Materiales de construcción

Tirando de clichés, los alemanes tienen fama de ser meticulosos, algo que se puede ver a la legua en la Backforce One. Miremos donde miremos en la silla podemos apreciar que no se ha dado ni una sola puntada sin hilo, o lo que es lo mismo, todo está perfectamente manufacturado y tiene un claro propósito. Y buena muestra de ello lo encontramos en la garantía que nos ofrece la marca, dándonos hasta 10 largos años, prueba de la confianza que tienen en su producto.

Antes ya hemos hablado de la base de la silla, una pieza de metal robusta. Ahora podemos enseñaros con mejor detalle la parte del asiento, el cual está diseñado en dos texturas: cuero pulido y, en el centro, cuero con textura antideslizante. Además de ser esta parte bastante más transpirable, gracias a sus franjas rojas, esta zona tiene un acolchado firme y que nos permitirá estar en sesiones de juego más largas, lo que siempre es un alivio. La parte del respaldo, la cual tiene una forma totalmente ergonómica para la espalda, también cuenta con estas dos texturas, llegando la zona más acolchada y transpirable hasta mitad de la espalda y dejando paso al cuero pulido hasta la zona de la cabeza.

Como podemos ver, todo está perfectamente cosido y por más que le hemos buscado no hemos encontrado un solo hilo saliente, un solo remate mal hecho o un fallo en su estructura. La verdad es que da la sensación de que ha sido todo revisado a conciencia y que nos llega en perfecto estado.La parte trasera puede parecer una cubierta plástica que bordea el acolchado, pero para ofrecernos el mejor descanso para la espalda la Backforce One ha sido diseñada con varias capas que le confieren ese punto de dureza que puede ser una gran diferencia. No solamente vemos el plástico aquí, sino que en su interior hay una lámina de madera que nos da el punto de apoyo perfecto para sesiones largas.

En contrapunto, la parte que menos nos ha gustado han sido los reposamuñecas, no porque no hagan bien su trabajo ni nada por el estilo, pero esta es la zona que más plástica y barata se ve. Esto no es necesariamente verdad y al manipularla vemos que todo son materiales de calidad, pero sí que tiene un aspecto un poco más cutre por así decirlo.

Dicho esto, muy poco malo podemos decir de la Backforce One en cuanto a materiales de construcción, donde la peor parte puede que se la lleven las ruedas por su forma, pero que en ningún caso nos va a ofrecer materiales de baja calidad.

Ergonomía

La ergonomía es otro de los aspectos muy importantes en una silla ya que no solo se encarga de ofrecernos descanso para la espalda y un buen cojín para las posaderas, también nos tiene que ofrecer cierta comodidad a la hora de utilizarla. En este sentido estamos bastante bien cubiertos ya que la propia marca nos ofrece el rango de peso y altura recomendados para la Backforce One: desde 1,51 metros hasta los 1,92 de altura y entre los 45 y 130 kilos de peso. Hay que decir que para la gente pequeñita, mientras estéis en el rango de altura ofrecido, no se os van a quedar los pies en el aire, un problema habitual en esta clase de sillas.

Comenzando por los reposabrazos, tenemos una pieza configurable en altura que además podremos abatir para eliminar totalmente si no los vamos a querer utilizar. De esta manera, y utilizando los botones que tenemos por su lado de fuera, con una pulsación y un gesto bastante sencillo podremos sacarlos de en medio o cambiar su altura. Aquí vemos que se ha optado por un acolchado con un nivel bastante grande de dureza, algo que nos aporta robustez a la hora de utilizarlos pero con un punto de suavidad para que no sea demasiado duro. Ya por abajo vemos sus refuerzos metálicos y que todo está muy bien construido como es habitual en esta silla. Eso sí, si sois de los que queréis unos reposabrazos altos este no va a ser el caso.

En cuanto a la silla y su respaldo, también podemos configurar de manera muy sencilla tanto su altura como su reclinamiento, teniendo en este último caso dos modos: el de silla normal y el de película, pudiendo reclinarla unos pocos grados para que podamos echarnos para atrás y que sea más cómodo ver la tele o disfrutar de una película o serie. Además, hemos de reconocer que estamos ante una de las mejores sillas que hemos probado sin duda alguna en cuanto a respaldo: perfectamente posicionado y firme, por lo que no necesita cojines lumbares adicionales ni nada por el estilo que muchas veces acaba siendo más incómodo que otra cosa.

Personalización e iluminación

Estamos ante uno de los puntos que menos se suelen ver en una silla gaming, y no, no estamos hablando de la iluminación sino de su personalización. En este sentido, al configurar nuestra silla y comprarla, tenemos la posibilidad de poder crear unas tiras de velcro personalizadas donde añadirán, según color de fondo y de fuente que escojamos, unas palabras a nuestra elección. De esta manera podemos crear nuestro propio estilo y plasmarlo en la silla, algo que no se encuentra todos los días. Eso sí, debéis saber que las tiras de velcro se mandarán en un envío a parte y es posible que lleguen más tarde que la propia silla, pero no debéis preocuparos porque llegarán. Nosotros hemos querido seguir el patrón de la silla de negro y rojo y hemos colocado el nombre de la web y el nick de guerra de nuestra redactora Sonia, quedando patente el buen aspecto que le da y cómo queda todo finalmente. Su colocación es sumamente sencilla de realizar y es que tan solo tenemos que quitar las que nos vienen por defecto, como si se tratara de una tirita, y poner las que hemos escogido nosotros. Una vez tenemos todo en su sitio la verdad es que le da un toque bastante bueno y además, nos permite mostrar nuestra marca en primer plano si realizamos directos y lo haremos de manera sutil y profesional. Esta característica no es tan sencilla de encontrar en el mercado de sillas gaming, por lo que es algo a tener muy encuentra, al menos si buscáis algo profesional para estar delante de la cámara.

En cuanto al tema de la iluminación, la verdad es que la Backforce One cuenta con un pequeño dispositivo que debemos instalar en la parte trasera, haciendo todavía más inútil e invisible que tenga iluminación. Si vamos a utilizar la silla en un lugar público o vamos a tener gente a nuestro alrededor sí que es cierto que le da un toque, pero la compañía alemana ha cumplido con lo mínimo para poder decir que tiene iluminación, con ese botón gigante que ciclará entre tres modos: encendido fijo, respiración y apagado. La batería durará aproximadamente 20 horas, depende del modo utilizado y cuenta con un cable microusb para su carga. No podremos configurar ni la cantidad de brillo, ni colores ni absolutamente nada más. Si bien es cierto que no es bueno tener focos de luz que den directamente a una cámara, seguramente el motivo principal de ponerla por detrás, hace un poco inútil todo el esfuerzo y con su falta de personalización todavía no entendemos demasiado bien el porqué de este añadido. Como se suele decir, para gustos, colores.

Lo que no se ve

Para ir concluyendo nuestro análisis de la Backforce One, nos queda hablar de esas partes que por norma general no están demasiado a la vista pero que suelen ser muy importantes ya que soportarán nuestro peso, las utilizaremos para configurarla en altura o inclinación… Este suele ser uno de los puntos críticos de las sillas ya que con el paso del tiempo y el desgaste por el peso, es por donde más se suelen romper sin contar las ruedas. La compañía alemana ha hecho muy bien sus deberes y vemos que los materiales que se han empleado por aquí abajo también son de primera calidad, especialmente en la parte que une el respaldo con el cojín. Esta zona, además de estar protegida por una zona plástica que se puede quitar y poner, está totalmente hecha de un metal súper robusto, lo que nos explica sin lugar a dudas por qué se han decidido por ofrecernos hasta 10 años en la garantía de su producto. En ese sentido, y especialmente en esta parte de la silla, la construcción se siente realmente robusta y no nos ofrece la más mínima duda de que estamos ante una silla que aguantará muy bien el paso del tiempo y, lo que es mejor, su uso continuo.

Los mandos para ajustar la altura y la inclinación se han desarrollado a partir de plásticos que parecen de muy buena calidad, aunque aquí es quizás donde menos se han esmerado. Sin embargo esto no quiere decir que vayan a ser mandos malos ni mucho menos, simplemente que, por culpa de la enorme calidad que tiene en otras áreas, estas quedan un poco en segundo o tercer plano.

Conclusiones

Seamos sinceros, es muy complicado para nosotros hablar de productos como la Backforce One. Estamos ante un producto bastante caro, ya que se aleja y mucho de la gama de entrada o incluso la media, y suele ser muy fácil decir que todo es una maravilla y que adelante, comprad sin problemas. Sin embargo muchas veces justificar cada céntimo que cuesta no es tan sencillo. En el caso de la Backforce One estamos hablando de una silla que oscila entre los 550 y los 620€, dependiendo de la configuración de colores y logos que escojamos, por lo que como podéis comprender esta tarea es todavía más difícil de realizar.

Sin embargo, tras su montaje, repasarla milímetro a milímetro y utilizarla durante incontables horas, hemos llegado a la conclusión de que esta silla es una auténtica inversión que iremos amortizando poco a poco con el tiempo y que hasta nuestra espalda y nuestro culo, hablando mal y rápido, agradecerán. Obviamente su gasto es difícilmente justificable en un ámbito hogareño sin más, aunque también puede serlo sin lugar a dudas, pero donde más brilla es delante de las cámaras gracias a ese toque profesional que nos va a brindar pequeños grandes detalles como los velcros personalizados.

Es cierto que no está exenta de ciertos fallos como el movimiento de las ruedas, o de algunas partes que parecen un poco más mundanas comparadas con otras con calidad premium, como son los brazos o las ruedas para configurar al altura y la inclinación, pero mas allá de ciertos detalles la experiencia es realmente redonda, con un asiento sumamente cómodo y transpirable, un respaldo que se sostiene sin moverse prácticamente nada y que nos da un apoyo lumbar que una persona con problemas crónicos de espalda ha calificado como la mejor silla en la que me he sentado. A todo esto debemos añadirle el aporte de la iluminación, algo que para nosotros carece de total sentido y menos con la timidez y falta de configuración que se ha puesto, pero para gustos colores.

Por todo esto y lo anteriormente mencionado, le otorgamos los galardones de recomendado, premium y prestaciones. Podéis encontrar la Backforce One desde los 550€ con los logos personalizados en la propia web de la compañía.

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