Battleborn. Análisis PS4

Battleborn

Desde que Gearbox trajera hasta nosotros uno de sus trabajos más sonados, Borderlands, mucho ha pasado por la compañía americana y no todo bueno. En su haber hay distintos fracasos que ha minado considerablemente la fama del estudio, con algunos batacazos como Duke Nukem Forever o el odiado por todos Aliens Colonial Marines. Ahora, con el lanzamiento de Battleborn, un título que mezcla géneros tan dispares como el FPS y los MOBA, ha atraído  la curiosidad de muchos usuarios así como sus sospechas de qué tal será este nuevo trabajo.

Bajo este panorama llega hasta nosotros Battleborn, un título en el que podemos ver grandes rasgos de Borderlands mezclando con distintos géneros, entre los que destacan sobremanera los MOBA. Tras una buena ración de horas y horas hemos podido comprobar que este nuevo género que comienza a estar en boca de todos se hará rápidamente un hueco en nuestras estanterías y que Battleborn, si bien es cierto que no es un juego perfecto, es más que digno candidato a darnos unas cuantas horas de diversión. Os lo contamos a continuación.

El último sol, el gran premio

Battleborn es un juego de supervivencia, y no sabemos hasta qué punto hasta que podemos ver la historia que esta mezcla de géneros encierra. Los malvados Varelsi han viajado galaxia tras galaxia destruyendo todos los soles que han podido encontrar, hasta tal punto que han conseguido acabar con todos menos con uno. Este último es la última esperanza de muchas especies, por lo que todas se unen para luchar contra ellos y poder seguir con vida.

A pesar de lo desesperada que es la historia, el estilo cartoonesco le quita un poco de drama al asunto, y más cuando podemos ver que Battleborn está cargado con muchos gags de humor. Entre medias cada una de los ocho capítulos que componen el juego (sin contar el obligatorio tutorial que tendremos que jugar en solitario), nos cuentan un poco más de la historia y de cómo va avanzando la defensa de la estrella, algo que podemos hacer tanto en solitario como acompañados (también permite el uso de pantalla partida en una misma consola, una posibilidad que le hace ganar muchos enteros).

La mejor manera de describir estas misiones para la historia sería como si de una raid se tratara en un MMO como el World of Warcraft, donde tendremos que ir avanzando poco a poco realizando distintos eventos y, en determinados momentos, tendremos que hacer frente a un enemigo especial. Tal y como ocurren en esta clase de género, seremos recompensados con la moneda de cambio y objetos para mejorar nuestro personaje (y algunos nuevos que iremos desbloqueando).  El modo historia no deja de ser una especie de tutorial gigante para que vayamos conociendo la mayor parte de los 25 luchadores que estarán a nuestra disposición y sus habilidades, para que una vez hayamos escogido nuestro favorito podamos pasar a lo que realmente es importante en esta clase de juegos, el componente competitivo.

Tres modos de juego, mucha diversión por delante

De lanzamiento Battleborn nos llega con tres tipos de juego, además del ya nombrado modo campaña. A primera vista es una cifra de lo más escasa y lo cierto es que en algunos momentos así lo es, máxime cuando vemos que cada uno de ellos cuenta con solo dos escenarios, pero hemos querido darle una oportunidad y valorar las cosas por lo que son. Efectivamente, escaso en contenido, pero con muchas horas de aprovechamiento ya no solo porque son modos divertidos, sino porque en ellos brillan los que realmente son el punto fuerte del juego, sus 25 personajes disponibles. Estos modos son:

Ya solamente leyendo las descripciones de los modos de juego podemos ver cómo estamos ante un título que mezcla bastantes elementos de los FPS, pero basándose sobre todo en los MOBA que hoy tanto están de moda. Desde la simetría de los escenarios hasta los propios esbirros está claro que han querido hacer evidente que estamos ante esta unión y, a pesar de lograrlo bastante bien, puede quedarse un poco escaso en cuanto a modos. Sin embargo, como ya decíamos, esta aparente falta de variedad también se suple muy bien con horas y horas de diversión ya que todo está muy bien estructurado, haciendo mención especial al sistema que decide contra qué equipo debemos enfrentarnos (matchmaking).

Nuestros personajes, al igual que ocurre en la campaña, comenzarán siempre con el nivel inicial de 1 y a medida que vayamos consiguiendo objetivos y matando a oponentes, ganaremos experiencia lo que nos irá desbloqueando habilidades hasta que lleguemos a nivel 10, aquí es donde entra en juego el llamado Sistema Helix, el cual en cada uno de estos niveles nos da a escoger una mejora para nuestro personaje (mención especial para el quinto, que nos permitirá activar una tercera habilidad, la más potente). Además con los objetos que podremos ir consiguiendo durante muestras aventuras, podremos ir mejorando estadísticas, lo que nos ayudará a rebajar nuestros tiempos de reutilización de habilidades, su potencia, el daño del crítico… todo lo necesario para poder salir victoriosos.

Estos personajes los iremos consiguiendo a medida que vayamos progresando en Battleborn, tanto en el modo campaña, que servirá de introducción para alguno de ellos, como en los modos competitivos. Así tendremos que realizar algunas tareas para poder conseguirlos todos, tales como conseguir un cierto Rango de Mando (experiencia que conseguiremos en cada partida y que será acumulable permanentemente), matar un determinado número de esbirros o conseguir X número de muertes en el multijugador.

Uno de los aspectos negativos que trae Battleborn es que todavía no hay un sistema que penalice a los tramposos o a la gente que, sin aparente motivo, se va de la partida dejando a uno de los equipos cojos,  lo cual puede hacer que toda la diversión se vaya al traste por un simple jugador. Otro de estos aspectos es que puede llegar a resultar algo caótico, al menos al principio, y que algunos personajes están algo desequilibrados, pero no es nada que no se pueda arreglar con cierta práctica y escoger el que más se amolde a nuestra manera de jugar.

Técnicamente correcto

Como era de esperar ya que estamos hablando de un juego que proviene de los creadores de Borderlands, Battleborn tiene un aspecto único, más cercano al de los dibujos animados que al del realismo. Si en el shooter por excelencia de Gearbox tenemos el Cel Shading, aquí la apariencia es totalmente cartoonesca, lo cual puede ser una apuesta arriesgada pero que francamente nos ha encantado, a pesar de que esta clase de estética sea la excusa perfecta para tapar algunos fallos. La versión de PS4, que es la que hemos probado, se ha mantenido en unos 30FPS estables, con algunas variaciones cuando vemos demasiados elementos en pantalla, pero es algo que no va a empañar demasiado el trabajo final (que llega a 1080p) y que hubiéramos disfrutado más a 60 FPS como es lo que mandan los cánones hoy en día.

Los escenarios han sido creados para ganar protagonismo y son correctos en su ejecución, con mención especial a los jefes finales y a la variedad de personajes que tenemos a nuestra disposición, es algo de agradecer que difieran muchos de unos a otros. Sin embargo se ha visto que Gearbox ha vagueado un poco a la hora de exprimir las consolas y, aunque correcto, nos da la sensación de que podían haber sacado algo más (de hecho han utilizado el motor gráfico Unreal Engine 3, toda una declaración de intenciones).

En el aspecto sonoro lo cierto es que sí que no podemos quejarnos demasiado. Efectivamente la banda sonora no va a pasar a la historia y acompaña sin más, sin embargo y como es marca de la casa 2K, el juego ha sido completamente localizado al español, con voces y textos en castellano, algo a tener muy en cuenta para muchos.

Conclusiones de Battleborn

Battleborn ha llegado en un momento clave en la historia de los videojuegos ya que parece que el género FPS + MOBA quiere hacerse un hueco no solamente en la industria, sino también en los eSports. El título de Gearbox y 2K nos trae muchas horas de diversión a pesar de contar con algunos defectos como es su escaso contenido en los modos de juego o su aburrida campaña que podemos jugar en solitario (si lo hacemos lo cierto es que será totalmente culpa nuestra).

A nuestra disposición tendremos un enorme elenco de personajes para disfrutar de cada uno de ellos, bien diferenciados y con características únicas más allá de ser el típico tanque, healer o DPS, además de una propuesta técnica de lo más afable aunque sin excesos. Diversión asegurada.

https://www.youtube.com/watch?v=KAinUY9yQj0

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