Bloodborne. Impresiones

Uno de los juegos que más repercusión ha tenido en el último Tokyo Game Show ha sido Bloodborne, el gran proyecto de From Software exclusivo de Playstation 4, que pretende traer lo mejor de Demon´s Souls y Dark Souls para la nueva generación de Sony. En Game It hemos podido acceder a la fase Alfa del juego, y entre otras conclusiones, deslumbramos uno de los grandes juegos para el año que se aproxima, y sobre todo, una muestra de la capacidad técnica que puede ofrecer la consola de Sony, que después de un año de su salida, todavía no ha tenido grandes referencias gráficas.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=uqN9c1kMTWk’]

Nada más comenzar podemos elegir el tipo de personaje que deseemos, aunque tres de ellos son idénticos en estética, menos el cuatro que lleva una máscara de un cuervo. La diferencia entre personajes radica en sus armas y agilidad. Es importante saber la clase que más no puede convenir, ya que Bloodborne es un juego donde la cautela, la agilidad y saber golpear en el momento adecuado son fundamentales en cada momento. Esta versión Alfa comienza directamente en la acción, apenas sin conocer los controles, ya debemos enfrentarnos a los primeros enemigos. Los aficionados a la saga Dark o Demon´s Soul les resultará muy familiar el control y la forma de atacar o defenderse. En el ámbito de la jugabilidad estamos ante prácticamente una continuación de la saga, aunque con ciertos cambios. Por ejemplo, no hemos visto que se puedan utilizar escudos o movimientos para defenderse, ahora todo reside en esquivar en el momento adecuado o hacer contraataques con el arma que llevamos equipada. Tenemos también la posibilidad de cambiar nuestra arma de diferente forma dependiendo el estilo con el que queramos atacar, es decir, nuestro personaje cuenta con un hacha, pero pulsado el botón adecuado podemos transformarla en una gran alabarda con la que realizar ataques de mayor potencia, eso sí, ganaremos fuerza en contraprestación de nuestra agilidad.

En cuanto a la forma de atacar es la clásica de la saga, atacamos y esquivamos rápidamente para no ser alcanzados, puesto que con un par de golpes que recibamos estaremos muertos. Según From Software, Bloodborne va a ser un juego más accesible que los anteriores para llegar a un público más amplio, visto lo visto, no estamos seguro de que lo hayan cumplido. El título sigue siendo muy complicado, con oleadas de enemigos bastante numerosas, y la necesidad de repetir ciertas zonas varias veces porque siempre nos acabarán matando, por lo que debemos reiniciar esa fase de nuevo. Lo que sí es cierto, es el aumento del número de pociones que recibimos durante la partida, detalle que sí puede hacer más accesible el juego, aunque hay momentos que entre el ataque, esquivar, más recuperar la salud, acabaremos más bien muertos porque no te dará tiempo a todo.

Entre nuestro armamento, además del hacha y la pistola, también tenemos una especie de bombas, que serán muy útiles contra grande oleadas de enemigos, pero hay que saber racionalizarla, y con una antorcha que, además de iluminar zonas oscuras, podemos utilizar como arma para quemar al enemigo. La acción está basada en un pueblo llamado Yharnam, lleno de campesinos y una especie de religiosos con muy mala «leche». El lugar puede recordar a pasajes del Resident Evil 4 o incluso a películas de miedo al más puro estilo victoriano. La ambientación que se recoge es genial, y a pesar de no estar en un juego de terror, cada paso que damos debemos mirar por las esquinas para saber gestionar nuestro ataque y hacer un plan para poder seguir con vida. Bloodborne no es juego donde salir a luchar en plan destrucción sea el mejor plan.

Técnicamente el juego se muestra como un gran portento gráfico. A pesar de ser la fase Alfa del juego, nuestro personaje está realizado con todo lujo de detalles, el movimiento de nuestra ropa o cómo salpica la sangre en ella después de acabar con un enemigo, es sencillamente increíble. Los enemigos, a pesar de ser algo repetitivos, también están realizados de forma excepcional y, a pesar de mostrarse a veces algo robóticos, se mueve de forma fluida y buscan aliarse para que su ataque sea más completo. Los escenarios están muy bien recreados, aunque puede ser el aspecto donde más flojea esta versión alfa, a pesar ello, los efectos de agua en el suelo, el fuego o la sangre, como antes he comentado, son sencillamente impresionantes.

Esta fase Alfa nos ha dejamos jugar un par de horas durante unos días concretos. La demostración acaba en un gran jefe final, igual de impresionante y poderoso que el resto del juego. Bloodborne nos deja ver un juego que a nivel técnico va a ser muy rompedor, pero puede que su forma de jugar se haya alimentado demasiado de sus antecedentes. Esperábamos un juego que, a pesar de que iba a beber de la saga Demon´s Souls y Dark Souls, nos trajera una nueva forma de entender este género y un toque de aire fresco, que por el momento no hemos encontrado. Vuelve a ser un juego para un público más exigente, puesto que es un reto muy complicado y que puede cansar rápido al jugador menos paciente, a pesar de que se haya optado por esquivar como la opción de defensa, retroceder, esperar y gestionar cada golpe es de nuevo el tono general de Bloodborne. Habrá que espera hasta el 2 de febrero del año próximo para ver todas las mejoras de este nuevo título de From Software, aunque ya presumimos que va a ser uno de los grandes en un año cargado de lanzamientos triple A.

Salir de la versión móvil