Call of Duty: Black Ops Cold War. Análisis PS5. La Guerra Fría virtual

Fiel a su cita anual, la nueva entrega del shooter de Activision, Call of Duty: Black Ops Cold War, ya está a la venta para PC, Playstation 4 y Xbox One así como en sus recién estrenadas hermanas mayores Playstation 5 y Xbox Series.

Tras dedicarle un buen puñado de horas a todos sus modos de juego, os contamos que nos ha parecido y como vemos la situación actual del rey de los shooters.

Pequeñas novedades en una manida Guerra Fría

COD Cold War

Como ya nos anticipa el subtítulo del juego, la mayor parte de la acción va a tener como contexto diferentes escenarios de la Guerra Fría que asoló al mundo entre 1945 y 1991. Este escenario ha sido utilizado hasta la saciedad ya en cine, novelas y como no, videojuegos bélicos, por lo que regresar una vez más no es lo que más nos entusiasmaba.

Nada más arrancar con la campaña de este Call of Duty: Black Ops Cold War, ya podemos intuir que en el apartado argumental no va a romper demasiados esquemas. Los soviéticos son muy malos, una vez más, mientras que los norteamericanos deberán salvar al mundo de la tiranía comunista, sin que falte ese extra de patriotismo que la saga siempre incluye en sus historias. Por otro lado, también es cierto que hacia la parte final de la aventura la narración da un par de volteretas que pueden devolvernos el interés, lo cierto es que esta campaña vuelve a ser una excusa para conocer las armas y mecánicas antes de entrar al multijugador.

Pero no todo es tan previsible como la historia que nos cuenta el juego, ya que han aparecido algunas mecánicas, que, aunque tienen una presencia poco más que testimonial, nos han hecho salir de la rutina de matar soviéticos y ver cinemáticas. Entre ellas se encuentran las misiones de sigilo en las que tendremos que forzar puertas con una ganzúa o la posibilidad de darle ciertas habilidades a nuestro personaje al comienzo de la campaña nos hicieron enfocar este modo de juego con mayor predisposición.

La acción sigue ahí. En la campaña de Call of Duty: Black Ops Cold War no faltan los momentos espectaculares y los fuegos artificiales, pero es algo tan habitual en la saga que no sorprende a nadie ya. Un año más el juego de Activision, sobre todo en las nuevas consolas, vuelve a demostrar que su trabajo en lo visual está entre los mejores. Podemos corroborarlo con la aparición de un Ronald Reagan cuya versión fotorrealista bien podría pasar por el antiguo presidente estadounidense. En definitiva, estamos ante una campaña entretenida, que evita alargarse en exceso, pero a la que le faltan momentos que logren hacerse un hueco en el recuerdo colectivo.

Nuevo juego, mismo multijugador

Lo que se puede hablar sobre el multijugador de Call of Duty: Black Ops Cold War es muy similar a lo ya comentado con la parte de la campaña. Treyarch enseña músculo una vez más con el modo de juego que les mantiene en la cima año tras año. Los mapas están muy bien equilibrados para cada uno de los modos de juego que se nos presentan, eso sí, con alguna leve excepción. El problema es que eso mismo ya nos lo ofrecen otros títulos de Call of Duty, por lo que nos gustaría haber visto en esta entrega alguna novedad que nos atrapase dentro del juego.

Este año se estrenan en el multijugador dos nuevos modos como son “Escolta al VIP” donde dos equipos de 6 se enfrentarán para lograr extraer a uno de los jugadores mientras el otro equipo intenta evitarlo. El modo “Bomba sucia” llenará los mapas más grandes de equipos de 4 jugadores que tendrán que recoger uranio para hacer explotar una serie de bombas repartidas por el escenario.

Lo que no ha cambiado en absoluto es Warzone, el gran acierto de Activision en los últimos años continúa sin grandes cambios. Ya se ha anunciado que mediante actualizaciones irán apareciendo las armas de Call of Duty: Black Ops Cold War dentro del battle royale. El problema es que, aunque la instalación del juego cuenta con un acceso directo a Warzone, tendremos que tenerlo instalado de manera independiente si queremos acceder a él, al menos de momento.

Matando nazis muertos

Si en las partidas multijugador nuestra función no va más allá que la de ser un blanco fácil para los oponentes, también hay una solución. Podemos evitar enfrentarnos a otros jugadores para unir nuestras fuerzas con ellos. Una vez más los zombies hacen acto de presencia en Black Ops. Acabar con zombies que se vuelven más despiadados con cada oleada que pasa sigue siendo divertido, y una gran opción para la pantalla partida. De nuevo encontramos un modo que no ofrece apenas novedades con lo ya visto en anteriores entregas. El trabajo en equipo sigue siendo esencial y la gestión de la moneda y la munición puede suponer la diferencia entre aguantar una oleada más o ver como los zombies dominan el mapa sin oposición.

La mejor parte de todo esto es que tanto el modo multijugador, como Warzone y los zombies cuentan con crossplay por lo que podremos compartir partida con nuestros amigos sin importar la plataforma en la que juegue cada uno.

El arma está en tus manos

Terminamos este análisis de Call of Duty: Black Ops Cold War con la parte técnica. Vamos a comenzar por el sonido, ya que es quizá la parte más redonda de todo el juego. La banda sonora de la campaña nos traslada a momentos muy cinematográficos durante la guerra de Vietnam que hemos visto tantas veces en Hollywood. En cuanto a los efectos sonoros, son espectaculares. Cada arma tiene un sonido diferente al recargar, las minas, las granadas, las pisadas sobre los diferentes terrenos… un claro ejemplo de cómo se debe tratar el sonido en un videojuego que visualmente roza el fotorrealismo.

En el apartado visual, como ya hemos comentado antes, hay poco que recriminar. El gameplay es exquisito y las cinemáticas se ven espectaculares. La pega la encontramos en algunos momentos en los que el framerate sufre unas caídas repentinas que, aunque escasas, son bastante molestas en un juego que ha cuidado tanto el detalle.

Para cerrar hemos querido dejar el aspecto que únicamente afecta a la versión de PS5 de Call of Duty: Black Ops Cold War. Hablamos del DualSense, su vibración y el feedback háptico de sus gatillos. Desconocemos si aplicar este tipo de respuesta del mando será un trabajo muy laborioso para los desarrolladores, pero lo que si podemos afirmar es que merece la pena para el jugador. Si una granada explota cerca notamos como vibra de manera leve el mando, los gatillos se tensan de diferente manera dependiendo del arma que estemos usando… Solo esperamos que esta función pase a convertirse en un estándar en los videojuegos ya que da una nueva capa de inmersión que no imaginábamos hasta ahora.

Conclusiones de Call of Duty: Black Ops Cold War

No podemos decir que esta entrega haga nada mal hasta el punto de que sea molesto. El multijugador está bien equilibrado, cuenta con una campaña que no se hace pesada y es entretenida y unos zombies que mantienen el nivel. El problema es que nos ofrece lo mismo de siempre. Las novedades se quedan en un par de modos multijugador que no creemos que se vayan a convertir en esenciales.

Pero esta falta de novedades no nos puede hacer perder la perspectiva, ya que Call of Duty: Black Ops Cold War es un juego bueno en casi todos los aspectos y excelente en detalles como el sonido, el apartado visual y la aplicación de las nuevas funciones del DualSense.

Nota: 8

Lo mejor

  • Las aplicaciones al DualSense
  • Sigue siendo muy entretenido
  • Los efectos de sonido

Lo peor

  • No innova
  • Bajones en el framerate
  • La franquicia muestra fatiga

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