Caspanálisis #3: Eternal Champions

Mis queridos casposos y casposas…¿Pensábais que os habíais librado ya de mi? ¡Qué ingenuos! ¿Acaso no sabéis que hay tantos caspanálisis como jugadores atormentados y avergonzados en busca de la redención? Esta sección puede ser eterna siempre y cuando tengáis el maldito valor de admitir vuestras debilidades más íntimas. Por cierto, hablando de eternidad. Mi muy querido amigo Darthkafka, maestro entre los maestros, redactor de Gamikia y gran conocedor de la ciencia retrojugable, ha tenido a bien arrodillarse ante nosotros y entonar una canción dedicada a su más oculto vicio: Eternal Champions.

Sencillamente, la elección de este título me parece magistral, y probablemente si yo no pasase olímpicamente de currar me hubiese comprometido a cederos este espacio generosamente, es probable que también hubiese elegido este juego, porque…¿hay algo tan sadomasoquista como disfrutar con este one on one? Tan frustrante al principio, tan edificante en el camino, tan gozoso en su dominio. Ah, Eternal Champions, un grande entre entre los casposos. Os dejo ya con el análisis de este incunable, no sin antes recomendaros la lectura, diría obligatoria, de todos los artículos del genial Darthkafka, probablemente uno de los redactores que ficharía si o si al grandísimo elenco de EsLaÚltima.

Espero vuestros caspanálisis, no lo olvidéis, caspanalisis@gmail.com, hasta la semana que viene, pequeños traviesos…

El ANALisis de Darthkafka

De un tiempo a esta parte son recurrentes los ataques hacia mi persona en Twitter al defender este juego. Siempre pensé en él como un juego muy decente, divertido y serio… Pero cada día que pasa me cuesta más verlo así. Debo reconocer que algún día tenía pensado escribir de él en Gamikia.com (blog donde participo) de una manera más seria, pero lo cierto es que me daba, ejem, miedito.

Pero fíjate tú por dónde que el primo MeChAhEaDz nos regaló la oportunidad/putada de defender algún caspajuego mediante la elaboración de un caspanálisis y es lo que voy a hacer… Así que los Dioses del Metal nos cojan confesados. Señoras y señores, con ustedes Eternal Champions.

Para todos aquellos que no lo conozcan, EC es un divertido juego de peleas en 2D para Sega Mega Drive, creado por Scott Berfield y Mike Latham desde Sega América en 1993. Por supuesto por aquellos locos años de principios de los 90 Street Fighter II (Capcom, 1991) aupó a lo más alto el género de los Vs Games, y si bien las bases ya existían con juegos como International Karate, Street Fighter I o Yie Ar  Kung Fu, dejó claro que había que dar variedad de personajes y golpes especiales para ser un buen juego… o al menos intentarlo.

Para ser serios se nota que se gestó al amparo de las vacas sagradas del género e intentaba mandar un mensaje: «Hey, SNES, ¿tú tienes SF II? Me la suda!!». Lamentablemente estaba lejos de la calidad del mito de Capcom Street y no significó ni mucho menos una revolución de un genero en crecimiento. Si lo comparamos pierde estrepitosamente. Hay que reconocer, sin embargo, que lo que tenemos hoy aquí es un juego de lucha divertido que pecó de pretencioso, pero con detalles que hacen que se diferencie de sus competidores. Vamos por partes.

Principalmente el elenco de luchadores llama la atención. Lejos de los estándares impuestos por Street Fighter, aquí no tendremos dos karatekas gemelos en cualquiera de sus vertientes. Fatal Fury, World Heroes, Art of Fighting, Mortal Kombat, Dead Dance… Todos estos títulos y más tenían dos personajes que o bien eran hermanos o bien eran gemelos prácticamente, con golpes calcados o apariencias copiadas. Tampoco podían faltar en aquella época un wrestler o un soldado… Pues bien, Eternal Champions en ese sentido se desmarcaba.

Hay que recordar que en este juego los luchadores vienen de distintas épocas y lugares y aunque tenemos algún tópico cuenta con varios personajes carismáticos y con golpes curiosos, muy curiosos… Un buen ejemplo es Midnight, un científico obligado a trabajar en un arma secreta que le salió rana y ahora está medio consumido por su poder, Slash viene del año 50000 a.C., Blade es un policía del año 2030, Xavier llega directamente de la inquisición de Salem y Trident de la mismísima Atlántida. Mujeres ninjas, investigadores privados… Algo distinto a lo que venía siendo lo normal en un VS.

También tenemos los movimientos overkill, un equivalente a los fatalities de  la serie Mortal Kombat. quizá menos sangrientos pero más rebuscados y efectivos que la saga de Midway, pero igual de sencillos de realizar y espectaculares. En EC los escenarios erán las  trampas y los encargados de ejecutar los overkill. En MK si recordáis cada personaje tiene sus movimientos mortales, aparte de algún escenario.

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Varios años después se lanzó  Eternal Champion: Challenge from the Dark Side añadiendo algun personaje, un segundo overkill por stage y los golpes finales Vendetta y Cinekill, además de añadir los Combos y los Air combos, siguiendo la tónica reinante en todo buen juego de lucha.

Un tercer juego se esperaba titulado Eternal Champions: The Final Chapter  para Sega Saturn, pero nunca vio la luz debido a la nueva moda 3D.  Sega Japón perdió toda fe en el proyecto en favor de Virtua Fighter. No podemos olvidar de sendos Spin-off de la serie: Chicago Syndicate (Sega Game Gear, 1995) y X-Perts (Sega Mega Drive, 1996). El primero estaba basado en una realidad alternativa en la cual el luchador/espía Tyler no moría en  1920 y se dedicaba a buscar venganza de la mafia. En el otro juego Shadow Yamoto, la sexy ninja, no muere 1993 y forma un grupo para vengarse de The Black Orchid Group.

También fueron lanzados algunos libros y comics aprovechando el éxito de la primera parte. Recordar también que sega lanzó un mando de seis botones con este juego aunque todo el mundo lo aprovecharía más con Street Fighter II Champion Edition. No me cansaré de defender este juego, amado por unos y vilipendiado por tantos otros. O te gusta o lo odias.

Si te acercas a él buscando un SF, un Fatal Fury o un MK te aseguro que te acordarás de mis muertos el resto de tu vida. A lo cual no ayudan una detección de golpes un tanto especial, una paleta de colores muuuuuuuuuy peculiar y una música bastante ramplona. Pero te aseguro que si te libras de prejuicios y simplemente te preparas para pasar un rato divertido, Eternal Champions cumple de sobra.

Detalles tiene y calidad también (vale, la justa…). No quería terminar sin dedicar este caspanálisis a la hija de Anastasio, a Zer0Sith, Evil Ryu, Tonichan y tantos otros que me amargan las horas restregándome que este juego es obra del demonio. Yo también os quiero, panda de fúquers…

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