Cine y Videojuegos: eXistenZ

Este va a ser el primero de una serie de post sobre cine y videojuegos. En ellos quiero plasmar las interelaciones entre estos dos medios. En algunas ocasiones se tratará de adaptaciones de las consolas a la pantalla grande, en otras otras de lo contrario y, como en este caso, también sobre filmes que tengan como temática el mundo de los videojuegos.

Imaginad un mundo en el que la tecnología haya terminado convirtiendo las consolas en criaturas vivas, entes biológicos que no se estropean, mueren, y que se conectan al jugador mediante una especie de cordón umbilical que se une a un «biopuerto» implantado previamente en la base de la columna del sujeto. Ese mundo revolucionario, extraño y algo escalofriante es lo que nos plantea eXistenZ.

Se trata de una cinta de 1999 del director canadiense David Cronenberg de un evidente género de ciencia-ficción bastante «serie B» en la que el director experimenta sobre la realidad y sobre los limites de la moralidad interna y establecida del ser humano. En este film tenemos como protagonistas a Jude Law en el papel de un improvisado guardaespaldas,Ted Pikul, y a Jeniffer Jason Leigh en el de Alegra Geller, una afamada y pionera diseñadora de videojuegos.

La película juega una y otra vez con la moralidad de los personajes poníendolos en situaciones en las que tienen que romper sus limites éticos y morales para sobrevivir o lograr sus objetivos. Hay que tener en cuenta que eXistenZ, el juego que se nos plantea en la película, se juega en la mente del jugador y dependiendo de sus propios pensamientos. Pensad en las posibilidades que ofrecería tener todo el potencial del cerebro humano junto con lo que ofrece ese «dispositivo orgánico» de juegos para crear todo un mundo lleno de personajes y situaciones completamente reales para el jugador. Hay momentos en los que los mismos personajes de la película no saben qué es realidad y qué no lo es, cosa bastante lógica en esa situación ¿no?.

Los personajes empiezan a jugar a un juego en el que en algunos momentos tienen que hacer o decir algo en concreto para que el juego avance y se ven obligados a hacer cosas dejándose llevar por sus personajes que no harían en la vida real ¿o tal vez sí?.

La película plantea una duda sobre la realidad, pone la mirada sobre lo que estamos dispuestos a hacer y no por conseguir lo que queremos y sobre la naturaleza adictiva del juego con una estética sucia y algo desagradable en una atmósfera a veces incluso agobiante. Es muy recomendable para aquellos a los que os guste la ciencia-ficción algo cutre y no os disguste el gore, porque hay escenas algo crudas y demasiado sangrientas para espectadores sensibles. Una cinta que, ante todo es un experimento muy interesante de visionar e incluso con material más que suficiente para reflexionar sobre él.

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