Crítica: El corredor del laberinto

Hablar de “El Corredo del Laberinto” es volver a hablar de una adaptación cinematográfica de una serie de novelas para un público adolescente, como ya hicieran en su día con «Crepúsculo», «Los Juegos del Hambre» o «Divergente» entre muchas otras.

Esta vez el resultado* ha sido peor de lo esperado sin tocar el limite de lo nefasto, resultando algo entretenido pero extremadamente insulso si se ve desde un punto de vista objetivo y con un desenlace más que obvio. A continuación os dejamos con su sinopsis y posteriormente un desglose de alguno de sus aspectos más relevantes, para bien o para mal.

*Nota: Esta crítica solo refleja la versión cinematográfica. No entra a cuestionar la calidad de la novela escrita por James Dashner.

Sinopsis: Thomas abre los ojos y se da cuenta que está en un ascensor. Lo extraño es que no recuerda nada, ni dónde está, ni quién es. Lo único que aún permanece intacto en su memoria es su nombre, y ya es mucho. Antes de que le dé tiempo a cuestionarse algo sobre sí mismo las puertas se abrirán y aparecerá ante él un extraño mundo. Todo lo que ve son chicos de su edad que tienen su mismo estado de amnesia. Una aventura fantástica que pronto destapará la dura realidad bajo ese velo de incertidumbre: todos ellos están atrapados en un laberinto. Si quieren tener alguna posibilidad de salir de allí y recuperar su antigua vida y aquello que no son capaces de recordar deberán unir fuerzas para escapar. Un mundo post-apocalíptico que les acorralará e irá un paso por delante será el desafío que tengan que pasar estos jóvenes por la libertad.  (Sensacine)

Con una historia bastante simple, la forma de estar contada atrapa al espectador ya que nos hace partícipes directos de esta amnesia que sufre su protagonista y todos los personajes de la película, siendo este su punto fuerte el jugar con el espectador y sus cavilaciones sobre lo que está ocurriendo y sobre el motivo de todo este “juego”. El problema viene cuando uno continua viendo que esta historia no va dando respuestas, esas pequeñas respuestas que uno necesita para ir atando cabos y que tan bien hicieron en la serie “Perdidos” (pese a no resolver muchas otras) o en la película “La cabaña en el Bosque”.

Otro punto que creo que falla en esta cinta son sus jóvenes actores, donde los secundarios tienen más carisma que su pareja protagonista. Mientras pasaban los minutos me daba más igual lo que le pasase a Thomas, sin embargo, a los secundarios se les coge simpatía, ya sea por conocerlos de otros trabajos (como a Thomas Brodie-Sanger, conocido por “Love Actually” o por series más recientes como es “Juego de Tronos”; o Will Poulter, visto en comedias como la divertida “Somos los Millers”) o porque realmente actúan mejor.

Cabe destacar la ausencia de efectos especiales en gran parte de su metraje, viéndose al instante que su fuerte no son los escenarios, la mayor parte de un cartón piedra que ríete tú de la fantástica «300» de Zack Snyder. Sé muy bien que la historia no da para más, no pueden inventarse entornos nuevos para satisfacer a todos los espectadores, pero sí el poner un poco más de interés y detalle en ellos. No creo que se le haya dado el protagonismo que el entorno requería, ya que es lo único importante en la película, su Laberinto.

Conclusión: Admito que la película entretiene bastante e interesa, pero esa sensación se va apagando con el transcurso de la historia y que al final, como uno se va temiendo, cuenta con un desenlace evidente. Espero que la segunda parte mejore mucho y convierta esta saga en una digna sucesora de “Los juegos del Hambre” y que junto a “Insurgente” (2º parte de “Divergente») llenen ese vacío que se nos va a quedar en el género de ciencia ficción con tintes adolescentes que a todos nos gusta ver de vez en cuando y quien diga que no, miente.

Salir de la versión móvil