Crítica: Lo que Hacemos en las Sombras

Probablemente la película más redonda que hemos podido ver en la 12 Muestra Syfy de Cine Fantástico que se celebró el pasado fin de semana en Madrid ha sido Lo que hacemos en las sombras, de la mano de Jemaine Clement y Taika Cohen.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=3unLNe-b5kg’]

Si habéis visto la serie Flight of the Conchords, seguro que os suena la figura de Jemaine, uno de los dos protagonistas que además era productor, co-creador y escritor de la misma. El otro director de Lo que hacemos en las sombras, Taika Cohen, ha participado en esta serie como director y guionista. Este tándem es la esencia de este falso documental sobre vampiros un tanto peculiares.

Si nos introducen una película como “un documental sobre vampiros que comparten piso”, no nos puede dejar indiferentes. Pero, como sucede en otros casos, no hablamos de un argumento terriblemente original que no pasa de ahí, sino que combina una idea que desde su concepción suena a diversión en estado puro y un guión en el que cada uno de sus numerorísimos chistes funciona. Desde los primeros cinco minutos de metraje asistimos a una sucesión de gags basados en la vida cotidiana de unos vampiros que tienen que compartir piso, usando los clichés de estas criaturas con situaciones del día a día. ¿Cómo se distribuyen las tareas de la casa? ¿Dónde duermen cada uno de ellos? ¿Qué hacen para atraer a sus presas?

La historia, que avanza de manera natural durante toda la película, es una mera excusa para mostrarnos situaciones protagonizadas por el grupo de vampiros y algunos amigos que irán conociendo por el camino que están plagadas de divertidísimos gags. Desde luego, si lo que buscas es un apasionante argumento digno de Nolan, no es tu película; pero si buscas, literalmente, no parar de reír durante hora y media de metraje, sin duda lo es.

Recordándonos a series como The Office al combinar de manera tan acertada el humor con el falso documental, utilizan bastante bien este recurso con declaraciones a cámara y miradas cómplices a esta en determinadas situaciones. Pero, como hemos señalado, lo mejor que nos ofrece Lo que Hacemos en las Sombras es su ingenioso guión; está claro que no pretende ser una película que pase a la historia por su inteligente argumento, pero logra divertir como pocas comedias de terror lo han hecho últimamente (la última que lo consiguió a estos niveles podría ser Tucker & Dale contra el mal).

Conclusión de Lo que Hacemos en las Sombras

¿Te quieres reír sin parar con clichés sobre los vampiros? Lo conseguirás. Lo que hacemos en las sombras es la mejor película que hemos visto este año en la Muestra Syfy y una de las comedias más divertidas de la década. Hacer reír es muy difícil, y que casi la totalidad de los chistes funcionen muy acertadamente, lo es más.

NOTA: 8

Salir de la versión móvil