CRÍTICA: Samba

La distribuidora española A Contracorriente Films, especializada en cine francés y europeo caracterizado por su optimismo y las buenas sensaciones una vez acabada la película, cuyo lanzamiento fue Intocable, vuelve a confiar en Olivier Nakache y Eric Toledano (los artífices de la exitosa película mencionada) y nos traen Samba, su nueva tragicomedia francesa que llegará a las salas de todo el territorio español el 27 de Febrero.

El film gira entorno a Samba, un inmigrante sin papeles que lleva 10 años en Francia mendigando trabajos y escondiéndose de las redadas policiales. Su vida consiste en trabajar de lavaplatos en una cocina de un restaurante-hotel y volver a casa con su tío, residente legal que trabaja de cocinero en el mismo sitio. Ésta cambia repentinamente cuando se acerca a un organismo público para saber si finalmente le han dado la nacionalidad, y nada más lejos de la realidad, deciden retenerlo y decidir si lo expulsan del país. Para ayudarlo aparecen Manu y Alice, dos chicas que actúan como mediadoras voluntarias para hacer valer los derechos de los inmigrantes. Alice, totalmente inexperta en la materia, creará un fuerte vínculo con Samba y lucharán para que se quede en Francia.

A pesar de hablar de un tema tan delicado como la inmigración Nakache y Toledano no caen en la salida fácil que hubiera sido crear una historia dramática de superación, sino que a pesar de la carga emotiva casi siempre presente, hacen gala de ese humor que tantos aplausos cosechó en su película anterior. Las bromas irreverentes y el patetismo de los personajes, ejemplificado principalmente en Alice, son su gran baza.

Samba es una película sobre la picaresca, la lucha constante y el encuentro de apoyos donde menos te lo esperas. Mezcla con bastante acierto, pero con menos frescura que en su anterior película, comedia, drama y romance haciendo un atractivo cóctel. Está bien estructurada y es ágil a pesar de las casi dos horas de duración. Por otro lado, Samba es un producto que ya hemos visto en muchas de las comedias francesas que cruzan los Pirineos. Los directores repiten la fórmula cambiando el tema principal, sin innovar ni arriesgar lo más mínimo.

A nivel interpretativo Omar Sy es Samba y vuelve a ser el actor fetiche de el duo de dirección, y es amo y señor de toda la obra, y con su fuerte presencia y su carisma consigue hacer avanzar la trama de la película. Su compañera de batallitas es Charlotte Gainsbourg que se mete en la piel de Alice. La hija del cantante Serge Gainsbourg y Jane Birkin, se ha ganado a pulso su más que interesante filmografía y después de ser la nimfómana de Von Trier cambia totalmente de registro y se transforma en una chica insegura, tímida y con gran sentido del ridículo regalándonos una actuación deliciosa. A los dos protagonistas les acompañan Tahar Rahim (Un Profeta) como Wilson, compañero de pesquisas de Samba y Izïa Higelin como Manu entre otros.

Conclusión

Samba ofrece lo que promete, una historia de superación con muchas risas y crítica social. Una película amable y agradable para pasar la tarde. Quizás poco desafiante para el cinéfilo o el espectador que busca ese algo más.

NOTA: 6

 

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