D4: Dark Dreams Don’t Die. Análisis Xbox One

Seguro que todos conocéis a Swery65, cuyo verdadero nombre es Hidetaka Suehiro y se ha convertido en uno de los desarrolladores de videojuegos japoneses más reconocidos de la actualidad. En esta ocasión y tras su primer trabajo, Deadly Premonition, nos volvemos a encontrar con lo que me atrevo a calificar como un título único con misterio, acción y el inigualable toque especial de Swery65.

En esta ocasión el creador Hidetaka Suehiro cuenta con la colaboración de Microsoft Studios y Access Games para su reciente nueva obra, D4: Dark Dreams Don’t Die, juego que merece la pena jugar al menos una vez con el mando y otra vez con Kinect.

En D4 nos sumergiremos en la historia de David Young, un antiguo agente de la policía de Boston perteneciente al grupo antidrogas, que ha vivido un suceso dramático que estuvo a punto de poner fin a su vida y terminó con la muerte de su mujer, Little Peggy, en lo que parece un ajuste de cuentas y la única pista que tiene nuestro peculiar detective son las últimas palabras de su mujer: Busca a «D».

Además, todo final es un comienzo, y tras este suceso Young adquiere una capacidad especial con la que él considera que puede revivir recuerdos del pasado a través de huellas (objetos relacionados con el evento en cuestión) y posteriormente llega a considerar su capacidad de revivir recuerdos como algo más…

Un Nuevo mundo de Swery65

Extraño y peculiar, que menos podríamos esperar de Swery65. D4 posee un aspecto visual tipo cómic-dibujo similar al que presentan otras aventuras gráficas pero drásticamente diferente en cuanto aparece el toque de su director. Este título puede resultar bastante extravagante y chocar visualmente en bastantes momentos pero nada más lejos de la realidad de lo que el usuario pueda pensar todo esto tiene bastante relación con el argumento que envuelve la historia principal y es un toque de identidad que viene de la mano con el juego, aunque hay que reconocer dos detalles negativos en este punto.

Lo primero, es que al publico en general le gusta la calidad gráfica más próxima al realismo y, lo segundo, es que conforme avanza el juego el nivel de extravagancia puede ir subiendo hasta llegar al final del segundo capitulo y hacerte dudar sobre si estás en un juego de misterio en el preludio de una serie de anime japonés con un ligero toque pervertido.

Sin embargo, personalmente, creo que el estilo gráfico encaja a la perfección con lo que el juego nos quiere mostrar, y nos ayuda bastante a sumergirnos en la mente del protagonista y sirve como declaración de intenciones y recordatorio a todos; el fotorealismo no es la respuesta en todos los casos.

El sonido y la música absorben

Boston es la clave. También conocida como la capital del jazz y del blues, como podréis comprobar esto influirá positivamente en la música que escucharemos mientras jugamos. Nada desencaja del perfil del juego, es envolvente, misteriosa y encaja perfectamente. Además los efectos de sonido están muy logrados, diferentes tipos de pasos, golpes, reacciones e interacciones. Con todo esto es bastante fácil sumergirte en la piel de Young y aclarar la confusión mental que rodea cada caso y a cada personaje mientras disfrutas de cada momento de la partida.

El principal efecto de este es el mayor logro que cualquier equipo de desarrolladores puede alcanzar, no tienes prisa por avanzar sino que disfrutas avanzando lentamente y jugando de manera relajada de forma que las 4 horas que dura de media estos primeros episodios se hacen muy amenas y ligeras y te dejan con muchas ganas de seguir jugando.

 

Aquí os dejo una muestra con el tema principal de D4.

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Con Kinect o sin él. Tú eliges

Segunda demostración del potencial de Kinect y además algo muy acertado, sobre todo para este tipo de juegos. Jugar con Kinect, si tienes espacio, se hace una experiencia muy apetecible en los momentos de acción, aunque si estás solo es más sencillo coger el mando y avanzar sin más pero desde aquí quiero aprovechar para retar a mi compañero Alfonso para que os haga un directo en Twitch mientras se pasa los niveles de D4 usando Kinect.

Encontrar las pistas principales no supondrá un reto muy complicado siempre seamos bastante observadores y vayamos avanzando descubriendo todo y abriendo cualquier armario, compartimento o incluso empujando objetos pero cuidado tendremos que vigilar permanentemente nuestro indicador de energía si no queremos tener que empezar de nuevo desde la ultima vez que hayamos llamado por teléfono para guardar la partida.

Los momentos de acción o combate son bastante excitantes, supone un cambio total del juego en el que nuestra coordinación y reflejos pasan de estar al 1% al 120% en unos segundos y tendremos que seguir el ritmo de los movimientos que nos aparezcan en pantalla para sobrevivir y conservar nuestra salud. Además, nuestra mejor o peor realización de los mismos influirá en el porcentaje de sincronización al final del capitulo.

Por último, dispondremos de múltiples trajes, camisetas, pantalones y otras formas de personalización para que nuestro detective luzca como nosotros prefiramos. Hay que recordar que se lanzaron 3 dlc grautitos con aún más mejoras de personalización basadas en otros títulos de Xbox One (Killer Instict, Powerstar Golf y Crimson Dragon).

La historia

Mencionado ya previamente, la duración del prologo, el capítulo primero y el segundo es de unas 3-4 horas en función del nivel de tu habilidad y el grado de misiones completadas. Tenemos en todo momento la alternativa de jugar con Kinect, sentados, o con el mando tumbados si queremos. El desempeño completo de un nivel, explorando todas sus opciones y descubriendo sus misterios además de sobrepasar la fase de acción con la mayor puntuación posible nos otorgarán a final de cada nivel el máximo de sincronización y puntuación disponibles.

La historia principal gira en torno a una nueva sustancia conocida como «sangre real», responsable de la muerte de Little Peggy. Esta droga está en el punto de mira de todas las autoridades por desconocer su funcionamiento y estar siempre presente en algunas muertes bastante desconcertantes. El misterio que envuelve a la droga llega hasta la capacidad de otorgar «poderes» al reaccionar con algunas personas, de ahí la capacidad de nuestro detective para revivir recuerdos a través de las huellas.

Por otro lado, el factor psicológico es algo bastante fuerte en este juego porque el propio Young ha perdido la memoria de la noche en la que murió su esposa y desde entonces tiene una cicatriz en la cabeza bastante importante. Mientras avancemos descubriremos no solo los secretos alrededor de la «sangre real» sino que también iremos ordenando lentamente la mente y los recuerdos del protagonista. No hay que olvidar que todos los personajes tienen una historia y personalidad muy completa pero la más intrigante y misteriosa será la nuestra dentro del juego… ¿qué es real y cuál es la verdad?.

 

Conclusión: Sí, tienes que jugarlo

Posiblemente estemos ante otra obra maestra de su creador, Hidetaka Suehiro, y un gran acierto por parte Microsoft Studios al apoyar a este desarrollador japonés pero pienso que es necesario un apoyo más fuerte económicamente hablando, sin presiones, para lograr la perfección solventando sus puntos negativos. Si tienes una Xbox One no puedes perderte este juego, tienes dos opciones, esperar a que se termine y jugar todas las partes de golpe o ir jugando por entregas aguantando el hype, que es brutal.

El control por Kinect 2 es complicado al principio por la falta de costumbre, pero es un detalle que podamos jugar sentados. Además es mucho más fácil y divertido resolver los eventos de acción por Kinect 2 aunque a la hora de investigar y moverse por los entornos puede ser más cómodo hacerlo con el mando. Invitar a tus amigos y jugar entre todos con Kinect 2 conectado puede ser una gran experiencia al disfrutar de una historia tan absorbente como es esta.

Muchos os estaréis preguntando que hace ese sí ahí arriba pero tranquilos, no es más que la forma que se me ha ocurrido, a partir de ahora, para señalar que, personalmente, recomiendo el juego en cuestión.

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