El título Demon’s Souls nunca llegó a ver la luz en occidente, mucho menos en la parte de occidente a la que llamamos España. Algunos rumores apuntaban que el juego podría aparecer en el Reino Unido, pero nada más lejos: Sony acaba de decir que, de momento, nada. De modo que, al final, los que pierden son los propios jugadores.
Lanzado en febrero de 2009, Demon’s Souls fue un éxito tanto para la crítica como para el público pero a Sony es evidente que eso le da igual y no piensa, según declaraciones, traerlo aquí. Los jugadores tendrán que conformarse con comprarlo de importación si es que desean pasar horas con este, en apariencia, juegazo.
Si los señores de Sony no lo traen a nuestras tierras quizás sea porque saldrían perdiendo. Se supone que hacen estudios de mercado y tienen sus razones, pero nosotros también tenemos las nuestras. Privar a un sector u otro, a una sociedad u otra, de juegos que, en apariencia, tienen una calidad superior a la media es toda una discriminación para un público que se merece las mismas oportunidades. Pero qué más da para ellos. Ya hemos repartido el mundo en oriente y occidente, en primer, segundo y tercer mundo, en capitalistas y comunistas… Una distinción más supongo que no será digna de mención.