Diablo III. Impresiones

¿Cuanto tiempo llevamos esperando  una nueva entrega de Diablo? ¿12 años? Un juego como Diablo II es difícil de olvidar, su jugabilidad, su profundidad, su historia, a todos nos absorbió, y quedamos enganchados durante horas a su mecánica de acción y RPG. Son grandes las expectativas de Diablo III, ya que después de 12 años se espera un producto mucho mejor que Diablo II, que lo supere en todos los aspectos. En este artículo os vamos a dar nuestras primeras impresiones del juego, habiendo completado poco mas de la mitad (hasta el principio del tercer acto) y probado su online cooperativo (aún sin PvP).

A nivel tecnológico, os vais a encontrar con un juego que no brilla especialmente. Tanto los personajes como los objetos son de carga poligonal baja, en parte debido a la vista isométrica bastante alejada, que hará que no se note especialmente. Muchas partes del escenario, al tener la perspectiva fija, están hechas en 2D, muy detalladas y en alta definición por supuesto. Son objetos como arboles en los límites del nivel, montañas,etc. No notarás ningún pegote, están colocados en zonas que ayudan a ambientar y están muy bien realizados. En cuanto a efectos, no encontrarás muchos, solo los necesarios que ayudan a ambientar, como fuego, humo, viento,etc. El juego destaca más a nivel artístico que a nivel tecnológico. Gran variedad de zonas, incluso en un mismo acto, con su propio material artístico, ambientación, objetos, texturas. A nivel artístico sí destaca, tanto por volumen como en su calidad. El resultado es que los gráficos son buenos, pero sin destacar especialmente.

La jugabilidad es bastante continuista. Han diferenciado más las clases, introduciendo una segunda barra de energia diferente dependiendo de la naturaleza de la clase. Por ejemplo, el bárbaro tiene una barra de fúria, mientras que el mago la tiene de maná. Los ataques principales se hace con los dos botones del ratón, más 4 habilidades más asignadas a los botones del 1 al 4. Cada botón tiene una serie de habilidades a elegir, entre 3 y 4,  que son configurables y las puedes cambiar en cualquier momento, pero que al cambiarlas tiene un periodo de carga en el que no la puedes usar, por lo que no conviene hacerlo en medio de una batalla.

Esta vez los atributos se asignan automáticamente al subir de nivel, dependiendo de la clase, por lo que el personaje depende exclusivamente de las habilidades que use y su equipamiento. De hecho, con mi personaje bárbaro, cuando estaba en nivel 10, le renové el equipo al mejor que podía conseguir, gracias a la tienda de subastas de la que os hablaré mas adelante, pero pasé de hacer 44 de daño a más de 100, por dar un ejemplo. Con esto hace el nivel normal de dificultad prácticamente un paseo, por lo que os recomiendo que si empezais el juego vayais directamente a un nivel más difícil.

La tienda de subastas es un nuevo añadido en Diablo III. Os permite vender y comprar objetos entre jugadores. Las búsquedas tiene todo tipo de filtros, tanto tipo de objeto, como rareza o su precio máximo. Esto permite que puedas hacerte con el equipamiento que más te conviene y lo puedes conseguir relativamente barato. Las piezas raras de niveles inferiores a 30 las puedes comprar por 2000 o 3000 monedas de oro. Son los objetos legendarios lo que tendrás que pagar cantidades más altas, 100.000 como mínimo. Esto por un lado te permite obtener un buen equipo fácilmente, que como hemos explicado antes, puede hacer que el juego sea demasiado fácil, pero entendemos que no será tan fácil para personajes de nivel alto, ya que probablemente el equipo que compramos sea el descartado por otros jugadores al conseguir uno muchísimo mejor. Por lo que si quieres un personaje competitivo habrá que currarselo, pero claro, como de momento no hay modo PvP, poco importa.

El juego requiere de conexión a internet permanente para poder jugar, como si fuese un MMO. Esto tiene ventajas como que tu partida se guarda online, por lo que puedes jugar con ella desde cualquier PC donde esté instalado el cliente de Diablo III. Además evitará que tramposos modifiquen su partida con personajes invencibles o objetos inventados. Hace que el online sea mucho más sano de lo que lo fué su segunda parte. La parte mala es obvia, no podrás jugar a Diablo III sin internet, aunque solo vayas a jugar su historia solo. Si es una decisión erronea o no, el tiempo lo dirá.

El cooperativo funciona muy bien. En la base aparece una bandera por jugador con la que puedes teletransportarte allá donde esté. Como en Diablo II, los enemigos escalan según el número de jugadores, por lo que ten cuidado con quien estas luchando cuando entre un jugador. Por supuesto, para que entren jugadores tienes que activar la partida pública, por defecto desactivada. Un gran cambio respecto a Diablo II es que los objetos que sueltan los enemigos son solo para tí. Cada jugador ve solo sus objetos, por lo que se acabaron las peleas por coger ese objeto raro que todos quieren, solo lo verás tu y solo será para ti.

Haremos un análisis más exhaustivo cuando hayamos completado el juego varias veces, con varias clases y probado el modo ‘Infierno’, que se desbloquea solo para personajes de nivel 60. Lo tendremos disponible en las próximas semanas.

 

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