Se van a cumplir 2 años desde que Diablo III salió a la venta y han sido muchas las polémicas que han surgido desde su lanzamiento. La casa de subastas fue una de las más destacadas, que destrozo el sistema de loot y creo un mercado especulativo que alejo a muchos de sus jugadores, tanto novatos como fans aferrimos de la saga a abandonarla. Pero todo esto ha cambiado, con la llegada de la nueva expansión: Reaper of Souls y el parche 2.0 que ha mejorado notablemente tanto el sistema de loot como la jugabilidad, sobre todo en la subida de nivel de personajes, Diablo comienza a parecerse un poco más a sus predecesores que asentaron las bases de esta saga y fueron los creadores de una fórmula de éxito asegurado para todo gamer que tenga alma de chinofarmer (sin ningún tipo de intención peyorativa a nuestro amigos orientales, al contrario) en su interior. Muchos fueron los que siguieron esta fórmula como Torchlight o Titan Quest, pero no hay nada como lo original, y es que Diablo tiene la marca de la casa de Blizzard, un sello que en la mayor parte de los casos es calidad y éxito asegurados.
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Esta nueva expansión nos trae características fresquitas como por ejemplo son el nuevo personaje: el Cruzado, al que le dedicaremos unas líneas en este análisis. También tenemos el nuevo acto, que será el quinto dentro de la campaña de Diablo III, en él emprenderemos el camino para acabar con Malthael, el ángel de la muerte que ha venido a Santuario para hacerse con la piedra de Alma y acabar con toda vida en el mundo de los hombres. El resto tendréis que descubrirlo vosotros mismos. Debido a que tenemos ante nosotros un nuevo acto, nuestro personaje podrá subir hasta el nivel 70 para aumentar aun más nuestro poder. Con esta subida de nivel se han implementado nuevos poderes para cada héroe, que más tarde comentaremos. El nuevo sistema de niveles de leyenda ayudará en la construcción de nuestro personaje. Estos son algunas de las nuevas características que trae esta expansión de Diablo. Nos hemos guardado alguna en la manga, pero no os preocupéis, continuad leyendo y lo descubriréis.
Lo primero que tendremos que hacer en la expansión será atacar el acto V para acabar con Malthael, el ángel de la muerte. Hasta que no superemos el acto no podremos acceder al modo aventura. Conforme vayamos subiendo de nivel a nuestro héroe nos iremos haciendo con nuevas habilidades y poderes para nuestro personaje, estos nuevos poderes implementados por Blizzard le darán un poco más de frescura a nuestras builds y hará que reconstruyamos las mismas para poder darles cabida. Sin duda con esta nueva expansión Blizzard ha conseguido darle un vuelco al juego con características como estas.
Gráficos
La línea gráfica sigue siendo la misma, usando el mismo motor gráfico que teníamos en el Diablo III clásico. Por lo que si podíamos jugar a Diablo III sin problemas de framerate y demás en este no tendremos ninguno tampoco. Aunque hemos de decir que en las fallas nephalem hay algunos momentos en los que si no tenemos un buen procesador que aguante la inmensa densidad de enemigos en pantalla, acompañados de sus respectivos ataques, quizás nuestro PC se resienta un poco. La novedad en este sentido viene del aspecto estético de algunos nuevos ataques y de los nuevos personajes, además del diseño de los nuevos mapas, sobre todo en la parte del Pandemónium, la Ciénaga Sangrante y las calles de Westmarch. Hay mucho mimo por parte de Blizzard en estos nuevos diseños, el trabajo ha sido duro, pues el Pandemónium, por ejemplo, ya podíamos encontrarlo en Diablo II y en esta expansión los diseñadores se han roto la cabeza para darle un vuelco, sin que además nos pareciese extraño. Conseguir crear una nueva atmósfera sin que parezca completamente distinto, guardando ese aire familiar que se ha creado en Diablo III es un logro que reconocer a los diseñadores gráficos de Blizzard.
Sonido
Este es el apartado que más nos ha sorprendido, pues la banda sonora es genial y todo el sonido ambiente de acto V acompaña al propio contexto de la aventura. Para que comprobéis de que estamos hablando os dejamos con una pequeña muestra de lo que nos ha preparado Blizzard. Disfrutad.
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Jugabilidad
En cuanto a jugabilidad es en lo que más ha cambiado esta expansión a Diablo III. Como hablábamos al principio, a cada héroe se le han dado nuevos poderes en su subida al nivel 70. Os mostramos a continuación qué nuevos poderes llegan a nosotros en nuestra aventura por Santuario. os recordamos que dentro de cada habilidad hay una serie de runas que se irán desbloqueando conforme subamos de nivel y que varían ligeramente los efectos de cada poder.
El Bárbaro nos sorprende con una increíble Avalancha de rocas que caen del cielo para destruir a sus enemigos.
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El Cazador de Demonios se hace aún más poderoso con la Vindicta, una habilidad que le otorga un aumento de daño y cantidad de disparos que puede realizar. Se convierte en la venganza personificada.
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El Moje tiene una Epifanía que le hace realizar poderosos golpes que van directos al enemigo, convirtiéndolo en una poderosa arma de aniquilación.
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El Médico Brujo se hace con el control de las Pirañas que harán pasarlo mal al enemigo destrozándolo.
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Por último, nuestro Mago crea un poderoso Agujero Negro que daña a los enemigos cercanos.
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Como veis se nos abre un gran abanico de posibilidades que hacen que la jugabilidad se vuelva más adictiva, si cabe, a lo que era en el Diablo III clásico. No podemos olvidar además el nuevo personaje jugable: el Cruzado que será el nuevo tanque con el que realizar ataques sumamente poderosos con los que destruir grandes hordas de enemigos, sirviéndonos de un arma y de nuestro poderoso escudo de cruzado.
Los artesanos son otra parte importante, el joyero ahora puede forjar anillos y crear nuevas joyas que nos otorgan un poder mayor (joyas de tipo marquesa, imperial, imperial sin defectos…). Para esta ardua tarea necesitaremos oro y mucho. La Mística juega un papel importante con la nueva personalización de aspecto del equipamiento y las armas de nuestro héroe y con el crafteo de las propiedades de nuestro equipo. Para todo ello vamos a necesitar muchos materiales de crafteo, que se consiguen destruyendo los objetos que vayamos encontrando por nuestro camino por Santuario al reciclarlos en el herrero.
Las posibilidades en Diablo son prácticamente infinitas, pues para poder llegar a conseguir lo que queremos el camino es largo y después de ello aún queda más por conseguir, sobre todo si queremos que todos nuestros personajes alcancen grandes cotas de poder.
Modos de juego
Dentro de los modos, tenemos el clásico del modo campaña, en el que llevaremos a cabo la aventura de Diablo III, y esta vez añadiremos un nuevo acto a nuestro recorrido. La novedad viene con el modo aventura que nos abre todo el mundo de Santuario, todos los portales se desbloquean y podemos ir a la parte del mundo que más nos plazca para farmear objetos, oro o experiencia. Para aquellos que se pierdan un poco y necesiten que les planteen un reto, Blizzard ha preparado una serie de contratos, unas misiones aleatorias que nos harán desde matar una serie de monstruos en una zona concreta y un pequeño boss élite final hasta matar al propio Diablo, pasando también por llevar a cabo algunos de los eventos que nos aparecen en cada zona. Al finalizar una serie de esos contratos nos darán un alijo horádrico, en donde se guardan objetos y oro, ese es el botín de nuestra aventura. A parte de estos contratos, también tenemos las fallas nephalem, esta parte es la más divertida, pero también la que mayor quebraderos de cabeza nos puede dar a niveles altos. Las fallas consisten en matarlo todo, es quizás éste el mejor resumen que les podemos dar: Avanzar por zonas aleatorias, con enemigos aleatorios y con una ambientación aleatoria. Es decir, podemos estar en los desiertos de Caldeum, de noche y con enemigos de todos los actos juntos en el mismo mapa. Es algo increíble y que sin duda os invitamos a probar. Al final de cada falla tendremos que matar al guardián de la misma que nos dropeará un cantidad de objetos considerable,con posibilidad de legendarios.
Tampoco podemos olvidar las esquirlas de sangre que sirven para comerciar con objetos misteriosos, que pueden ser mágico, raros, de conjunto o legendarios. Para ello tendremos que hablar con Kadala en la ciudad correspondiente a cada acto, al lado del portal a la falla nephalem.
Conclusión
Aquellos que abandonaron Diablo por la casa de subastas, porque jugabas innumerables horas y no veías un solo legendario, porque levelear a los personajes era lento y repetir una y otra vez las mismas quests. Todo esto se ha acabado o más bien se han añadido nuevas formas de hacer más llevadero vuestro paso por Santuario. OS invito a uniros de nuevo, esta vez en la cruzada contra el Ángel de la Muerte Malthael. Sin duda, para un servidor, ha sido la vuelta a un juego que se había quedado olvidado, gracias a esta expansión Blizzard hace que Diablo vuelva a recuperar su esencia, aquella que lo hizo un éxito.
Lo mejor
- Nuevo modo aventura, en donde farmear se hace mucho más llevadero.
- Fallas nephalem en las que matar hordas innumerables de enemigos.
- Nuevo acto, con nuevos enemigos y zonas, que le otorgan novedad al juego.
- La Mística que puede ayudarnos a crear nuestro equipo y arma definitivos, y el resto de mejoras y actualizaciones de los artesanos.
- El nuevo personaje del cruzado.
- Nuevos poderes y habilidades para cada personaje.
Lo peor
- El aumento de probabilidad de caída de legendarios hace que su valor haya bajado.
- El poder del cruzado esta muy por encima de la media.
- Aunque queda poco, Blizzard podría haber implementado ya el ansiado modo PvP con esta nueva expansión.
- La eliminación de la recompensa de un alijo horádrico por contrato que daban en la beta. Ahora la obtención de un solo alijo por cada acto a algunos les sabe a poco.
Si queréis más información sobre todo el lore de Diablo III o haceros con el mismo podéis entrar en su página web oficial.