Diablo III: Ultimate Evil Edition. Análisis PS4

Hace ya más de dos años desde que Diablo III viera la luz en su versión para PC, y aunque en un principio no había planes por parte de Blizzard de que el título apareciese en consolas, finalmente podemos jugar a Diablo III: Ultimate Evil Edition en PS3, Xbox 360, Xbox One y PS4. Esta edición incluye el título original junto con la expansión Reaper of Souls además de contenido exclusivo, en esta ocasión, para las consolas de Sony: una mazmorra llamada The Last of Us Nephalem Rift (evidentemente basada el famoso título de la compañía nipona, en la que veremos enemigos como los chasqueadores) o una armadura basada en Shadow of the Colossus.

El mal acecha de nuevo

La historia comienza 20 años después de lo ocurrido en Diablo II, un meteorito se precipita en las tierras de Nueva Tristán, a la vez que el horror comienza a desatarse; esqueletos, animales y otras criaturas se han levantado para hacer estragos entre la población. Esto solo puede significar una cosa: el mal vuelve a atacar. Para vencerlo deberemos ayudar a Leah, sobrina del ya conocido Deckard Cain, y juntos emprender un largo camino para destruir a las fuerzas del mal que acechan de nuevo a lo largo de los 5 actos que componen el juego (expansión incluida).

Antes de comenzar la aventura tendremos que elegir entre uno de los 6 personajes que hay disponibles en esta edición, en versión masculina o femenina:

Como bien es conocido por todos (o casi todos), la saga Diablo se basa en eliminar hordas de enemigos y realizar misiones que se nos encomiendan para conseguir puntos de experiencia y subir de nivel. Como en todo RPG que se precie la subida de nivel conlleva poder optar a más y mejores habilidades para poder seguir avanzando en el juego. Además, en Diablo III tendremos a nuestra disposición diferentes runas que modificarán algunas características de nuestros poderes, pudiendo elegir una de ellas según lo que más nos convenga en cada situación o se amolde a nuestro modo de juego.

La equipación es primordial

Nuestro equipo (armas y partes de armadura) es el elemento principal del juego, ya que dependeremos de él para tener mejores estadísticas, de forma que cuánto mejor equipo tengamos más fuerte seremos. Aunque habrá que tener en cuenta que no siempre la pieza de armadura que más defensa nos dé será la mejor, sino que tendremos que mirar con cuidado y detenimiento cuál es la que más nos conviene teniendo en cuenta el resto de estadísticas que nos mejoran o añaden.

El loot de Diablo III: Ultimate  Evil Edition ha mejorado muchísimo con respecto al juego inicial para PC, ya que al ser eliminada la casa de subastas (algo que perjudicó muchísimo en los inicios del título) Blizzard ha optado por compensar a los jugadores con un loot adecuado, como debería haber pasado desde un principio. Ahora conseguir un arma o pieza de armadura legendaria es difícil pero no imposible, lo que anima a seguir jugando para ir mejorando a nuestro personaje.

En las ciudades que están repartidas en los diferentes actos en los que se divide Diablo III, podremos vender, comprar, ascender joyas para posteriormente engarzarlas y mejorar nuestra armadura, entre otras cosas. Es muy importante ir subiendo de nivel a los artesanos de la ciudad para que puedan fabricar o ascender objetos acordes con nuestro nivel, pero esto nos costará dinero, por lo que es mejor ir haciéndolo poco a poco. La novedad que incluye esta edición gracias a la inclusión de la expansión es una nueva artesana: la mística. Gracias a ella podremos cambiar una estadística de nuestro equipo y así llevarlo más acorde a lo que necesitemos, eso sí, previo pago y dando materiales que podemos recolectar tanto de enemigos como reciclando objetos que no queramos. Además, podremos cambiar la apariencia de nuestras armaduras, por si queremos llevar un estilo en concreto o simplemente no nos gusta estéticamente la que llevamos puesta.

Controles envidiables

Lo que más miedo nos puede dar en títulos que estaban pensados para jugar en ordenadores y que posteriormente se portan a consolas son los controles. Pero podéis estar tranquilos, los chicos de Blizzard han conseguido que la experiencia sea única, con controles muy sencillos e intuitivos, haciendo que jugar a Diablo III: Ultimate Evil Edition sea una experiencia maravillosa en consolas, muy lejos de los ports casi injugables a los que estamos acostumbrados.

En Diablo III: Ultimate Evil Edition podremos llegar a nivel 70 con nuestro personaje, pero después de esto la experiencia no se acaba. Además de poder jugar en las diferentes dificultades añadidas (que no son pocas) y que pueden constituir todo un reto, o seguir mejorando a nuestro personaje, también tenemos la opción de jugar en el modo aventura. En este modo podremos realizar contratos, lo que nos reportará más experiencia y objetos (algunos específicos de este modo de juego), y también podremos realizar las fallas nephalem, en las cuales nos aparecerán zonas, enemigos y jefes aleatorios de cualquiera de los 5 actos del juego y aportarán mayor diversión al jugador.

Por si todo esto fuera poco, podremos jugar el título con hasta 3 amigos, bien por conexión local o vía online, lo que hará que matar hordas de enemigos sea aún más divertido. No tenemos que preocuparnos de que nuestros amigos estén en un nivel superior o inferior que nosotros, ya que el juego nos amoldará a ellos o ellos a nosotros para que podamos disfrutar sin sufrir demasiado, aunque evidentemente será algo pasajero, solo lo que dure la partida. Algo a tener en cuenta es que podremos jugar a Diablo III sin conexión a internet, algo que no ocurre en la versión de PC y que seguramente agradará a aquellos que no disponen de una buena conexión o simplemente no disponen de ella en casa.

También podremos enviar regalos a nuestros amigos, desde armas o piezas de armadura, hasta dinero o incluso regalos misteriosos. Otro elemento curioso son las némesis, un enemigo  poderoso que aparecerá de repente en nuestra partida y que deberemos eliminar para conseguir una jugosa recompensa. Las némesis nos las pueden enviar los amigos y son jefes que les hayan matado previamente, pero ojo ya que también nosotros podremos enviárselas a ellos y hacérselas pasar canutas. Sin duda un añadido que encontramos bastante simpático y que da vidilla en algunos momentos puntuales del juego.

Los poseedores de Diablo III en cualquier versión de consola (PS3 o Xbox 360) podrán importar sus personajes a esta versión y seguir jugando con ellos sin ningún problema, por lo que si estás interesado en hacerte con el juego pero te da miedo perder tus progresos puedes estar tranquilo.

El motor gráfico no se resiente ni un poco

Visualmente el juego luce como nunca antes en consolas, gracias a los 1080p y 60 fps estables que logra la versión de PlayStation 4. En un principio puede que no veamos que el juego sea tan espectacular, pero a medida que avanzamos y conseguimos poderosos ataques y magias, a la par que nos salen decenas de enemigos al paso, el título hará alarde de un apartado gráfico sólido y muy llamativo. Además se han incluido multitud de elementos destructibles en el mapa que añaden más dinamismo y realismo a las situaciones a la par que nos ayudan, en ocasiones, a deshacernos de algunos contrincantes. No podemos olvidarnos tampoco de las espectaculares cinemáticas con las que nos quedaremos boquiabiertos, tanto al inicio del juego como con cada cambio de acto. Simplemente increíbles.

La banda sonora así como los diferentes sonidos que representan cada acción que realizamos en el juego lucen mucho mejor que bien, y si a esto le añadimos el buen doblaje al castellano del que podemos disfrutar, hace que Diablo III: Ultimate Evil Edition tenga un apartado sonoro digno de destacar.

Si quieres un título divertido, adictivo y que te de muchas horas de juego, sin duda, Diablo III: Ultimate Evil Edition es lo que estás buscando. Gran cantidad de contenido, una jugabilidad perfectamente adaptada a consolas y un apartado técnico muy bueno se unen en la mejor edición que podemos encontrar.

Lo mejor

Lo peor

 

Salir de la versión móvil