No soy capaz de contar los juegos de Rol que hemos anunciado para la pequeña de Nintendo. Lo mejor del tema es que prácticamente todos son de bastante calidad y la verdad es que como no paren un poquito no daremos a basto para jugarlos todos ( parece el caso de los shooters con las dos grandes), el caso es que tendremos que elegir bien.
«Dragon Quest: La prometida Celestial» és el clásico de SNES que salió en el 1992 como «Dragon Quest V» y que se perfila como el segundo de la trilogía de Zenithia. En mi humilde opinión este capítulo, para mí, es el más atractivo de los tres por diferentes razones que hacen de él un título bastante único, al menos en aquella época.
Técnicamente el título no cambia mucho con respecto al «Capítulo de los Elegidos», con gráficos correctos ( eso sí, todo nuevo ), una banda sonora bastante buena y una duración importante, hablamos de unas 20 horas de aventura más o menos.
La diferéncia con los otros títulos es que en esta ocasión llevamos a un héroe desde su juventud hasta su madurez ( eso tan de moda en los RPG actuales). Durante el camino recorreremos escenarios enormes con centenares de enemigos que incluso se unirán a nuestra causa. Podremos crear grupos de monstruos que al derrotarlos se podrán unir y luchar con nosotros, algo muy original. Los combates se mantendrán fieles y serán por turnos, eso sí, el juego es muy fácil y yo lo recomendaría a todo el que quiera iniciarse en los juegos de rol clásicos, como estos, también tendrá mini juegos, jefazos, zonas de explorar, hablar con las gantes que nos rodean y una historia bien trabajada.
Otro de sus puntos fuertes no es otra cosa que la posibilidad de podernos casar y tener hijos, algo de lo que alardean los nuevos juegos de rol y que en este ya lo pudimos disfrutar unos cuantos privilegiados. Depediendo la chica que escojamos la aventura cambiará, por lo que ofrece muchas posibilidades para volver a jugarlo.
En definitiva, «Dragon Quest: La prometida Celestial» es un título perfecto para todos los que empiezán a jugar a los RPG, sencillo, directo y engancha muchísimo por su planteamiento. Los más expertos ya sabrán que es excesivamente fácil aunque les seguirá enganchando igual por su profunda historia.