Ducktales Remastered. Análisis.

Desde finales de los ochenta hasta mediados de los noventa, fue la época donde los juegos de plataformas no tuvieron competencia, y eso ha quedado más que demostrado. Sin embargo, desde la entrada de las 3D y sobretodo la animadversión hacia las 2D que se instauró con la vuelta de Sony al mundo de los videojuegos, lastró, salvo por Nintendo y SEGA, al género de las plataformas a casi el olvido. Sin embargo, si la séptima generación de consolas ha supuesto el renacimiento del género de lucha en 2D con Street Fighter IV (y todos los spins posteriores) como máximo exponente, en los albores de la octava generación le ha llegado el turno a las plataformas y no podíamos comenzar de mejor manera, DuckTales fue todo un hit y esta nueva remasterización pondrá sobre los pulgares de los nuevos (y no tan nuevos) jugadores, una delicia de la que difícilmente van a olvidarse. Veamos por qué:

«Desde finales de los ochenta hasta mediados de los noventa, fue la época donde los juegos de plataformas no tuvieron competencia.»

En Ducktales se nos pone en el pellejo del tío Gilito, un personaje de Disney que se basa en otro, el señor Scrooge de la novela de Charles Dickens «Cuento de Navidad», aunque Disney desde el principio, moldea al tío Gilito para que sólo sea avaro y en todo momento tenga buen corazón. Sin embargo, será esa avaricia la que nos lleve a amasar grandes fortunas y en Ducktales, junto con otros personajes de “Patoaventuras” (como conocimos aquí la serie), viajaremos a través de cinco mundos para encontrar cinco reliquias muy valiosas así como importantes sumas de oro. En efecto, no hay nada que le guste más al tío Gilito que nadar en su bóveda llena de monedas de oro, como podremos ver desde el principio en el juego. Pero a lo que íbamos, ¿Por qué Ducktales es una joya que no te debe faltar en tu juegoteca? Empezamos por su punto fuerte, la jugabilidad:

Jugabilidad

Gilito McPato cuenta con un bastón que no sólo lo hace parecer más distinguido de lo que ya es, sino que le permite utilizarlo como potente saltador para alcanzar alturas inigualables así como atacar enemigos, mover objetos o ciertas acciones estratégicas como lanzar un objeto hacia otro para que este último impacte sobre algo, como por ejemplo un enemigo.

Nos enfrentaremos a todas las fases dando brincos de aquí para allá pero cuidado, si bien podría parecer un objeto imprescindible para avanzar, hay que usarlo con cabeza ya que, su potencia podría hacer que nos golpeemos con espinas del techo perdiendo salud, nos quedemos trabados en la nieve, o simplemente no sirva para determinados enemigos como las plantas carnívoras (a las que hay que matar si se puede, golpeando una piedra u objeto similar con el bastón) o los fantasmas, los cuales siempre hay que evitar. Y hablando de los enemigos, en esta ocasión la bruja Mágica hace una coalición con los Golfos Apandadores con un oscuro propósito que va más allá de la intención del tío Gilito, amasar dinero. Así que, sin quererlo ni beberlo, deberemos salvar al mundo mientras por supuesto, nos seguimos haciendo todavía más asquerosamente ricos aunque bueno, para tamaña hazaña no estaremos del todo solos, nuestros sobrinos (Juanito, Jorgito, Jaimito y Rosita), amigos (como el inventor Eugenio) y empleados (Joe McQuack, Fenton…) nos ayudarán en tamaña empresa.

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En definitiva, estamos ante un juego con una mecánica de dos botones, de hecho viene de la época de NES y con las acciones de ‘salto’ y ‘ataque’ vamos más que servidos.

Es precisamente esta mecánica tan sencilla la que confiere su diversión a raudales, no en vano, el juego estaba pensado para disfrutarlo y al ser de la “vieja escuela”, en ningún momento abruma al jugador con un control donde se requieran tropecientos botones como sí ocurre en muchos juegos actuales. Este detalle será muy de agradecer sobre todo por los actuales jugadores, que verán como un sistema de control sencillo, responde a las mil maravillas y te permite centrarte al máximo en la experiencia de juego.

Gráficos

Evidentemente, aquí  es otro parámetro donde vuelve a brillar. Ya en su momento demostró tener unos gráficos muy punteros para NES así como múltiples tipos de Scroll Lateral y Vertical (algo que ya agradecimos en su época), pero en esta remasterización, ya se lleva la palma, ha quedado francamente precioso, parece una película de dibujos animados. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de cierto detalle, y es que, los chicos de WayForward Technologies, han querido incorporar en esta versión, todo aquello que no se pudo meter por limitaciones de la época, en el cartucho de NES, o en otras palabras, diálogos, historia más elaborada y textos en pantalla. Pues bien, en este último elemento, podrían haber sido un poco más generosos con el tamaño de las letras porque ha pasado algo similar a lo que pasó en los primeros juegos de XBOX 360 y pongo como ejemplo Banjo Kazooie: Baches y Cachivaches, los textos en pantalla son complicados de seguir por el minúsculo tamaño. Obviando este detalle, todos los diseños han sido hechos a mano, las animaciones son suaves y realistas, y en general, podríamos decir que el trabajo ha sido sublime.

Sonido

Aunque se respeta la forma del original, los nuevos tiempos han podido incorporar melodías muchísimo más chulas repletas de efectos que no sólo no llegan a cansar, sino que es más que posible que una vez que dejemos de jugar, nos pongamos a tararear alguna sin que nos demos cuenta. En definitiva, si las melodías y efectos FX eran más que correctos a finales de los ochenta, ahora con la tecnología existente, se ha mejorado y mucho aquello.

Conclusión

En Ducktales Remastered viajaremos al Amazonas, a Transilvania, las minas, Himalaya y hasta la mismísima Luna para encontrar nuevos tesoros que hagan todavía más rico a Gilito McPato. Viviremos una aventura con sabor añejo que nos dejará muy buen sabor de boca donde se ha tratado de respetar todo aquello del original, aunque ya avisamos que ha habido varios cambios como por ejemplo los jefes o que se ha subido un pelín la dificultad con respecto al original, algo que pasa desapercibido porque tenemos tres niveles (fácil, normal y difícil) y además y tal y como ocurría con esta clase de juegos en su época, esconde multitud de secretos y la posibilidad de aumentar nuestra salud si encontramos como en The Legend of Zelda, contenedores de corazón, los cuales están bien escondidos en las fases, aunque recomendamos encarecidamente empezar por Transilvania, ya que es la localización más sencilla de encontrar el contenedor de corazón y así tener 4.

En resumen, si eres un jugador novel y no disfrutaste de las generaciones de 8 y 16 bits (en especial esta última que fue la edad dorada del videojuego), Ducktales Remastered es tu juego. Capcom lo hizo tremendamente bien en su día, y ahora WayForward Technologies nos deleita de nuevo con acabado sublime y algunas modificaciones para hacerlo más interesante de lo que ya fue. Por 14€ en Steam para PC aunque también puedes hacerte con él en consolas (PS3, 360, WiiU).

Lo mejor

• Nos ofrecerá diversión a raudales respetando en mayor medida, la versión original de NES.

• Se han adaptado ciertas rutinas de los jefes de final de fase para hacerlos más interesantes con respecto al original.

Lo peor

• Textos en pantalla demasiado pequeños, deberían haber sido algo más generosos en las secuencias de animación y haber utilizado una letra algo más grande.

• La dificultad del juego se ha aumentado con respecto al original aunque tenemos tres modos: fácil, normal y difícil.

¿Os habéis quedado con ganas de más? ¡Pues cuéntanos tu experiencia con el juego! En GameIt siempre estamos encantados de escucharos.

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