El Puente de los Espías. Crítica

El día 4 de diciembre llega a nuestras pantallas de la mano de 20th Century Fox, El Puente de los Espías, la nueva película del aclamado y oscarizado director Steven Spielberg que ya nos dejó obras maestras como La Lista de Schindler o En Busca del Arca Perdida. En el reparto contamos con el ganador de dos Oscars Tom Hanks, que ya ha trabajado varias veces con Spielberg en La Terminal y Salvar Al Soldado Ryan, entre otras, y con Mark Rylance.

La trama es la siguiente: El prestigioso James Donovan (Tom Hanks) es elegido para defender a un presunto espía ruso llamado Rudolf Abel (Mark Rylance) en plena Guerra Fría. Donovan se sumergirá en el caso, donde terminará trabajando para la CIA como intermediario en la negociación de la liberación de un soldado Norteamericano capturado por la Unión Soviética. El lugar de las negociaciones será en territorio neutral, Alemania Oriental.

Esta historia inspirada en hechos reales está escrita por Matt Charman y Los hermanos Coen. Durante la película veremos algunos diálogos o acciones muy característicos en el cine de los hermanos. Lo primero que se te viene a la cabeza es: «¿Los hermanos Coen y Spielberg trabajando juntos? Esta debe ser la película del año.» Habrá espectadores que piensen eso, pero nada más lejos de la realidad  ya que estamos ante una cinta de corte clásico, un thriller que puede gustar mucho por la forma en que está dirigido o puede gustar sin más por el ritmo lento, ya que en toda la película lo que cuenta es el diálogo entre los diferentes personajes.

Tom Hanks y Mark Rylance en una escena de los juzgados

La ambientación en los años 50 está muy cuidada, ya sabemos cómo le gusta a Spielberg las películas de época. La recreación de Nueva York, Washington y Alemania Oriental son magníficas. Sobre todo en el contraste de las ciudades de diferentes países. La sensación que transmiten unas ciudades o otras son increíbles. Por ejemplo, en el momento en que el personaje de Hanks llega a Alemania Oriental transmite una sensación de intranquilidad continua al ser un país sometido y peligroso. En cambio en las ciudades de Estados Unidos – sin contar algún suceso oportuno – no te da la misma sensación de correr peligro.

Tom Hanks hace un muy buen papel. Interpreta a un personaje seguro de sí mismo y con unos ideales claros. En algunos momentos, alguna frase o alguna mueca o gesto que realiza, intenta quitar hierro al asunto que estamos viendo y consigue robar alguna risa. El personaje de Mark Rylance es impasible, un hombre sin preocupaciones, no muestra ningún tipo de emoción y es tajante en las conversaciones. Ha sido una verdadera sorpresa, teniendo en cuenta que tiene como protagonista a un actor de la talla de Tom Hanks.

Las escenas en las calles de Alemania Oriental transmiten inquietud.

Spielberg nos regala unos planos magníficos en toda la película, se ve que las buenas artes todavía no se le han olvidado. Una vez más nos muestra lo mucho que ama su país, en casi toda su filmografía el patriotismo se encuentra ahí y eso puede llegar a cansar al espectador. Utilizar a Norte América como la solución a todos los problemas no es siempre la mejor solución.

La banda sonora corre a cargo de Thomas Newman dando el relevo al habitual John Williams. Newman sigue demostrando ser uno de los mejores compositores de la actualidad, dejando piezas magníficas y bellas.

Conclusiones de El Puente de los Espías

El Puente de los Espías tiene una gran ambientación, con unas magníficas actuaciones de Tom Hanks y Mark Rylance y una banda sonora de Thomas Newman que no te hace pensar en John Williams.  Spielberg sigue sabiendo hacer magia detrás de las cámaras, pero no por ello consigue agilizar la trama de este thriller, a pesar de contar con unos guionistas de lujo.

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