Análisis de Esports life, un juego para niños que te hará sentirte una estrella

Esports Life Game It

Hace poco se estrenó Esports Life, un juego que promete ponerte en la piel de un/a joven que descubre por primera vez los videojuegos y decide convertirse en un jugador profesional de los esports. 

Esports Life es, como tal, un simulador orientado al público más joven e impresionable de la casa. A través de unos gráficos realmente muy logrados y que siguen una estética cartoon, el título nos muestra el camino que tiene que seguir un amante de los videojuegos para convertirse en una estrella deportiva. Cuenta con dos capítulos principales, el primero (el cual analizamos en este post), nos introduce en los comienzos de la carrera de esta estrella de los esports, acompañándole en sus acciones cotidianas y devolviéndonos de golpe a nuestros primeros años adolescentes. El segundo episodio que se lanzará en primavera se centrará mucho más en el camino a la cima de los jugadores profesionales.

U-play Online se ha metido de lleno en esta serie de videojuegos y de simuladores, aprovechando el tirón que tienen ahora mismo los deportes electrónicos y permitiéndonos formar parte de la gloria que se siente al llegar a lo más alto de nuestro juego favorito. Con la intención de hacerlo más realista y familiar posible, Esports Life introduce a figuras míticas del mundo de los esports y nos hace escoger nuestro equipo favorito nada más empezar el juego. En ese momento ya estaremos listos para personalizar a nuestro personaje y empezar nuestra andadura por el mundo del deporte electrónico. ¿Nos acompañáis?

Primeros pasos de Esports Life

Nada más empezar una partida, Esports Life nos hace escoger a uno de nuestros equipos de esports favoritos. Esta elección, perfectamente centrada para los fans, despista un poco a los foráneos del tema, que sin un conocimiento previo de las ligas solo pueden escoger por el nombre y la apariencia de los avatares. Ya que Esports Life se centra principalmente en un público más joven, una breve descripción de cada equipo habría sido de agradecer para contextualizar a aquellos que no los conozcan todos.

A partir de ese momento podemos pasar a configurar nuestro personaje. Tenemos la opción de escoger entre hombre y mujer. Podemos seleccionar entre cualquiera de los cinco arquetipos básicos (caucásico castaño, moreno, asiático, afroamericano y latinoamericano) o diseñar al detalle cada uno de los elementos de nuestro personaje. En ese sentido, Esports life prueba ser realmente dinámico y fácil de usar, permitiéndonos cambiar el color de los ojos, del pelo o de la piel de nuestro avatar fácilmente. El estilo cartoon le va perfectamente al juego que, como en Los Sims, incluye un simpático gesto cada vez que escogemos una de las acciones de cambio de apariencia de nuestro avatar. 

Una vez configurado, partimos a la acción.

Encarnamos a un joven adolescente que no tiene ningún plan de vida pero que, accidentalmente y solo por acompañar a un amigo, acude a ver las finales de un partido de esports. La fama lo ciega, el clamor lo ensordece y decide en ese mismo instante, que quiere ser una estrella de los esports. Lamentablemente, no tenemos ordenador en casa ni hemos jugado ni una sola partida en nuestra vida. Pero no pasa nada, porque nuestro mejor amigo está ahí para ayudarnos a dar nuestros primeros pasos en el mundo de los esports. 

Con su ayuda, descubriremos las primeras dinámicas del juego que van desde entrenar en un cyber  (de los de toda la vida) hasta ir al colegio. Pero no todo será coser y cantar: el camino a la fama es inclinado y abrupto, especialmente para alguien que ha decidido que se convertirá en una estrella de los esports sin saber nada de videojuegos.

La vida de un adolescente en Esports Life es más ocupada que la mía

Y eso que tengo fama de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Pero es que Esports Life, con su carácter dinámico de siempre, nos introduce a machete dentro de la vida de un preadolescente, con todo lo que eso significa. No solo tendremos que ir al colegio y prestar suficiente atención para aprobar con buena nota los exámenes, sino que también tendremos que asegurarnos de ir al cine para descansar nuestro nivel de estrés, socializar, hacer amigos, echarnos novia y otra serie de interacciones realmente básicas del día a día. Una de las mejores es el hecho de limpiar tu habitación. El cyber cuesta dinero. Un dinero que no tenemos. Si queremos ir a entrenar necesitamos tener contenta a nuestra madre, que nos reñirá si la habitación está sucia, si dormimos de más o si sacamos malas notas. Extrañamente, limpiar la habitación cuesta una cantidad enorme de energía, así que hay que organizarse bien si queremos hacerlo todo.

Cada día tendremos la opción de escoger qué queremos hacer. Podemos ir (o no) al instituto a estudiar y luego al cyber a jugar, pero siempre teniendo en cuenta que hay muchas acciones que causan estrés o que minan la energía, por lo que nos veremos limitados a menudo no sólo por el tiempo físico del juego sino también por el aguante de nuestro propio personaje.  Además, hay varios días que los tendremos cerrados por cuestiones de progresión natural en la historia, como nuestra primera batalla en competitivo contra un matón llamado Russell para recuperar el portátil de nuestro mejor amigo. 

Los minijuegos de Esports Life se quedan en «mini»

Cada una de las pequeñas acciones que podemos hacer en Esports Life accionan un pequeño mini juego realmente sencillo: tirar la basura nos obliga a pulsar justo en el  momento en el que una barrita blanca en movimiento se coloca sobre un punto verde; estudiar nos hace buscar las imágenes que sean iguales a una que nos ponen de referencia; etc. Estos minijuegos son extremadamente sencillos y simples hasta el punto en que se vuelven repetitivos y hasta monótonos, haciendo que la partida sea un poco larga de más.

Es especialmente dramático en el caso del entrenamiento dentro de un juego. El juego para el que en teoría entrenamos es en realidad un dibujo en 2D planchado de cualquier forma en la pantalla y donde van apareciendo diferentes siluetas: algunas en rojo y otras en verde. Tenemos que pulsar sobre las siluetas en rojo antes de que desaparezcan y calcular el tiempo que nos falta para recargar nuestro cargador. Tristemente, la interfaz gráfica y el propio minijuego en sí hacen la tarea más que tediosa, haciendo que nos lamentemos de tener que entrenar sin parar cada día.

Conclusión de Esports Life

Esports Life es un buen juego para todos aquellos peques de la casa que estén empezando en el mundo de los videojuegos de simulación. Sin embargo, para los adultos, está más que claro que no es. Los minijuegos que plantea o los desafíos sobre «cuántos amigos haces» o «a cuántas personas te ligas» son demasiado banales y en ocasiones tediosos como para dedicarle todas las horas de juego que merece. Y es una pena, porque la idea funcione realmente muy bien y el aspecto gráfico y sonoro es simplemente genial.

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