Evolución en los formatos de videojuegos

Mucho está dando de qué hablar este tema en boca de los jugadores y amantes de los videojuegos, aunque solo es una la pregunta que nos hacemos… ¿hasta cuándo durará el formato físico?

Desde que comenzaran a pegar fuerte en el mundo, las empresas creadoras de videoconsolas han intentado por todos los medios que sus formatos sean los más novedosos y prácticos, creando así una auténtica batalla para elaborar el formato físico definitivo.

Aunque en un primer momento las consolas antiguas poseían una memoria con decenas de juegos, los formatos fueron introduciendo poco a poco en nuestras casas, de manera que todos podríamos tener nuestros videojuegos de manera ordenada y segura. En los principios de los albores de la inminente creación de un formato físico estable, las compañías optaron por las cintas, cintas corrientes en las que podíamos albergar más de un título y que eran grabadas a la antigua usanza, como si un casete de canciones se tratara. Tras esto, muchas compañías se centraron en crear algo mejor, más compacto y seguro, creando así lo que se convertiría en los «cartuchos«.

Estos cartuchos de plástico albergaban en su interior una placa de circuitos mediante la cual, al introducirla en los pines de la consola, pondría en marcha nuestro juego. Esta fantástica solución presentada en las consolas, marcó un antes y un después en la empresa Nintendo y Sega, que utilizaron este formato para un gran número de consolas de la época: NES, Super Nintendo, Mega Drive

A pesar de que parecía un novedoso formato que llegó a imponerse durante un largo periodo de tiempo, con las nuevas generaciones de videoconsolas se comenzó a escuchar el nombre de Compac Disc. Este nuevo formato, formado por materiales más maleables y duraderos, fue el que llegó a imponerse en las consolas que aparecieron durante la lista de años venideros: consolas como Sega Saturn, DreamCast o PlayStation, comenzaron a utilizar un formato que aunque parecía que no terminaba de arrancar, fue imponiéndose poco a poco. Nintendo sin embargo continuaba con sus cartuchos para su potente Nintendo64, consola que no llegó a tener el éxito demandado a causa del uso de tan anticuado formato.

Con la salida al mercado de consolas como PlayStation 2 o Xbox, el CD dio paso a su hermano mayor, un compacto de mayor capacidad, durabilidad y del mismo tamaño que su antecesor. El DVD se impuso de tal manera en nuestras vidas que llegó a convertirse casi en su totalidad, en el formato físico más utilizado en la historia para cine y videojuegos. A su vez, las consolas portátiles como PSP o NDS experimentaban cambios de formato: la portable de Sony votaba su éxito en el uso de un pequeño DVD «envuelto» en una carcasa protectora de plástico a modo de Disquete al que llamó UMD. Nintendo sin embargo no se bajó del burro y continuó sus andanzas con el formato físico que mejor conocía, su portátil continuaba reproduciendo títulos en formato cartucho.

A día de hoy, y visualizando el nuevo Blu-Ray de Sony, estamos ante la duda de si este será otro de los formatos físicos que llegará a imponerse. Muchas son las incógnitas que rodean al mundo de las videoconsolas en cuanto a cómo terminarán llegando los juegos a nuestras casas, incógnitas que se centran sobre todo en el denominado «formato lógico» o descarga digital, evitando todo contacto con el formato físico. Nintendo manteniendo sus ideas, declara que «el mercado digital está a menos de 10 años, aunque seguimos confiando en el formato físico».

La evolución en los formatos nos ha enseñado que los juegos seguirán sufriendo constantes cambios, cambios a los que los jugadores tendremos que amoldarnos. ¿Cuál será el siguiente formato? ¿Se impondrán tecnologías como el onLive, o volveremos a un punto en el que disfrutaremos de nuestro MGS6 en una cinta? Solo el tiempo lo dirá.

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