Fallece Carrie Fisher, la icónica Princesa Leia

Carrie Fisher

Hace unos días la luz de la fuerza de Carrie Fisher nos abandonaba y mucha gente empezó a preguntarse por como transcurrió la vida de la icónica figura de la actriz que siempre quedara en el imaginario de muchas generaciones como la princesa Leia de Star Wars.

Si bien es cierto que una vez concluyó su participación en la popular saga nunca volvió a tener el mismo tipo de relevancia o popularidad en ninguno de los papeles que interpretó, su vida personal y profesional siempre estuvo ligada al mundo del espectáculo. Su juventud estuvo llena de excesos, la adicción a diversas drogas y al alcohol. En su madurez se convirtiria en una popular activista para evitar su adicción de la que hablaba sin tapujos en diversos libros autobiográficos y monólogos teatrales.

Nacida en el seno de una familia de estrellas, hija del cantante crooner de Hollywood Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds (fallecida tan solo unos días después de la muerte de su hija Carrie, en el comunicado oficial de prensa su hermano Todd mencionaba que su madre estaba tan ligada a su hija que no había querido continuar en este mundo sin su compañía), mundialmente famosa por su papel en el musical “Cantando bajo la lluvia” y que posteriormente sería nominada al Oscar por su rol en “La insumergible Molly Brown”.

Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron de la mano de su madre haciendo de corista en alguna de sus producciones hasta que consiguió su primer papel relevante en el cine, interpretando a una seductora joven para Warren Beaty en la película «Shampoo» (1975). De ahí saltaría dos años después al papel por el que siempre será recordada. La actriz interpretó a la princesa Leia en cuatro de las películas de la saga: «Una nueva esperanza «(1977), «El imperio contraataca» (1980), «El retorno del Jedi «(1983) y «El despertar de la fuerza» (2015).

Fue en la promoción de su último libro autobiográfico “The Princess Diarist” cuando sufrió el infarto en un vuelo de Londres a los Angeles que desencadeno en su muerte pocos días después. En este menciona sus inicios en el mundo del espectáculo de la mano de la saga galáctica que la lanzó al estrellato con solo 19 años y de la que nunca pudo desprenderse. También menciona el romance que vivió con su compañero de reparto y también pareja en la ficción Harrison Ford, y como ambos escondidos del estrellato bajo gafas de sol y sombreros se colaban en las multitudinarias sesiones para ver como aclamaban a sus personajes de ficción: “Fue tan intenso… Éramos Han y Leia durante la semana y Carrie y Harrison los fines de semana.

Carrie Fisher atravesó por varias dificultades personales a lo largo de su carrera y, aunque para muchos podría ser un tema tabú, ella los trataba abiertamente. A pesar de haber sufrido ella misma una sobredosis y pasar por varios proyectos de desintoxicación, sus años de excesos coincidieron con su turbulenta relación matrimonial con el músico Paul Simon tras un amago de boda con el cómico Dan Aykroyd.

Sin abandonar nunca la interpretación, de la que destaca por encima del resto de su filmografía que no sea la saga galáctica el papel que interpretó en la película de Woddy AllenHanna y sus hermanas” (1986) ganadora de 3 Oscars. Destacarían roles secundarios en comedias como “Cuando Harry encontró a Sally” (1989) o “Escándalo en el plató” (1991), además de colaboraciones en televisión (incluyendo nominación a los Emmy por su papel de guionista chalada en 30 Rock y múltiples cameos en series como WeedsThe Big Bang TheorySexo en Nueva York …). Había desarrollado en las últimas dos décadas una sólida y reputada carrera como analista de guiones y guionista ocasional, la actriz fue una muy activa script doctor, y por sus manos pasaron libretos como “Hook” de Steven Spielberg“Sister Act”, “Arma Letal 3”, “El chico ideal” e incluso las precuelas de la “Guerra de las Galaxias”. Su gran éxito como escritora, sin embargo, fue “Postales desde el filo”, el libro semiautobiográfico sobre la conflictiva relación con su madre. El guion también lo adaptó ella, dirigida por Mike Nichols y protagonizada por MerylStreep y Shirley MacLaine.

Ese afán por reírse de si misma, de sus adicciones y de su enfermedad (se le diagnosticó un trastorno bipolar) dio como resultado su otra gran obra  autobiográfica “Wishful Drinking” (Bendito alcoholismo, 2009), unas memorias que convirtió en un monólogo y un especial de HBO. Fisher transformó el escenario en su casa y se atrevió a hablar de su complicada familia. Del pasado enfrentamiento con la que durante años fue su enemiga Elisabeth Taylor causante de la ruptura entre su padre Eddie Fisher, que se casó con la misma en segundas nupcias tras divorciarse de la madre de esta cuando Fisher contaba tan solo unos meses :«Primero le dio un pañuelo, luego le regaló unas flores y al final le consoló con su pene». De sus adicciones, que empezaron en el rodaje de “El imperio contraataca” (1980) : “Le di tanto a la cocaína en Star Wars que incluso John Belushi me dijo que tenía un problema”. Además de su afición por el electrochoque contra la bipolaridad, su relación con Paul Simon (y las canciones que le dedicó) y, sí, cierto resquemor por Star Wars, foco también de sus constantes bromas, encarnadas en la figura de George Lucas: «Soy una alcohólica, porque él arruinó mi vida (…) Le dije que a ver por qué no llevaba sujetador y me contestó: ‘no, porque en el espacio no hay ropa interior».»

Para el recuerdo queda su papel póstumo pendiente de estrenar (cuyas escenas según confirma el equipo de producción ya están grabadas en el Episodio VIII de Star Wars), su voz en un par de episodios de la saga galáctica, además de ceder el testigo de la interpretación a su hija Billie Lourd, actriz en la serie Scream Queens y también en las nuevas cintas de La guerra de las galaxias. En ambas producciones rinde homenaje a su madre con moños y orejeras que recuerdan al icónico y odiado peinado que le puso Lucas. Que la fuerza le acompañe y su recuerdo quede presente entre los fans de la saga y los amantes del cine.

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