Farming Simulator 15. Análisis PS4

Tras el rotundo éxito alcanzado en los últimos tiempos por un titán como The Witcher 3: Wild Hunt, hoy os traemos Farming Simulator 15, un juego digno del retiro espiritual de Geralt de Rivia y que refleja un estilo de vida mucho más sencillo que el de un aventurero matadragones.

Un año más Focus Interactive y Badland Games vuelven a traer el campo a nuestras consolas, haciendo que sustituyamos los balones, las ametralladoras y las espadas por simples tractores y cosechadoras. Al fin, con la llegada del buen tiempo, es la hora de ponerse la gorra, enfundarse en el peto vaquero, calzarse las botas y poner a punto nuestra humilde granja.

Entre el trigo y la cebada

Los juegos de simulación siempre suelen acercarnos propuestas de lo más variopinto, muchas de ellas destinadas a un sector muy concreto de jugones. Pues, aunque todavía no entendemos muy bien el por qué (será el ajetreo de las grandes urbes), las granjas han atraído a un grandísimo número de usuarios, creando una enorme comunidad tras la saga Farming Simulator, consiguiendo así ofrecer títulos más completos y con un mayor trabajo detrás, estando por esto ante la edición más completa hasta el momento.

En esta ocasión contamos con dos mapas, uno inédito ambientado en el territorio nórdico y el ya clásico dentro de Norteamérica. Para disfrutarlos tendremos a nuestra disposición tres modos de juego que van desde un tutorial donde aprender las mecánicas básicas, un modo carrera en el que trabajaremos de sol a sol para sacar nuestra granja adelante y un modo multijugador para gestionar nuestros latifundios entre cuatro amigos con un inmenso amor por el noble arte de la labranza.

Como es de suponer no nos encontramos con demasiadas sorpresas, y es que el campo es así, sólo el Sol y la lluvia es capaz de hacerlo impredecible. Tendremos que usar nuestra maquinaria para arar, plantar y recolectar nuestros productos, así como para dar de comer y cuidar a nuestros animales, y es que la ganadería tiene también un lugar importante en Farming Simulator 15. Por supuesto toda nuestra producción nos generará tanto ingresos como gastos, ya que aunque vendamos todo lo que hayamos recolectado, para ello tendremos que invertir en semillas, trabajadores que se encarguen de ciertas parcelas o en mejorar nuestra maquinaria, pudiendo elegir entre las decenas de vehículos licenciados de grandes marcas como New Holland, Ponsse o Case IH.

Una vez más carecemos de objetivo real, siendo el placer por la agricultura aquello que nos mueve para seguir jugando, y aunque como decíamos, será importante recaudar dinero. Este únicamente se destinará a mejorar nuestra granja. Algo lógico, pero insulso para muchos jugadores que pueden pedirle más a un juego.

Respirando el campo

Aunque la actual generación de consolas no está brillando tanto como debería, sí que hay que reconocer que los cambios gráficos en muchos títulos son bastante notables. Pues bien, Farming Simulator 15 ha mejorado respecto a sus anteriores versiones, sobre todo en el diseño de vehículos, los cuales están realmente bien recreados.

Por el contrario los paisajes, aunque más logrados, siguen pecando de simpleza y de unas texturas bastante pobres. Además, técnicamente está demasiado limitado, haciendo muchas veces que creamos que el tractor va realmente por el aire y no por un campo.

En lo que respecta a la ambientación, esta es muy monótona, con la única compañía del ruido de la maquinaria. Qué duda cabe que es lo habitual dentro de los títulos de simulación, pero el que sea así resta más atractivo a un juego que atraerá a un pequeño grupo de fans y que no tiene demasiada cabida en el mercado general. Eso sí, como punto a favor destacamos que cuenta con textos íntegramente en castellano, algo que siempre viene de perlas en un título de simulación.

Conclusión de Farming Simulator 15

El campo está de vuelta en nuestras consolas, y en esta ocasión de forma más completa que nunca. Eso sí, por mucha variedad que tengamos el título es lo que es, y no estamos ante un vende consolas ni ante un juego de consumo fácil, sino ante una experiencia para unos pocos elegidos con la capacidad de sentarse ante una pantalla durante horas gestionando una granja virtual.

Dentro de su género es de las mejores propuestas que podemos encontrar hoy en día, y si ya nos centramos en las consolas prácticamente la única. Sin embargo, no podemos llevarnos a engaños, y es que si no estáis familiarizados o directamente no os gustan los juegos de simulación no es una compra aconsejable, ya que puede suponer un tedio demasiado grande. En el caso de que sí os gusten, sin duda es un simulador digno de darle una oportunidad.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=dpb3T4ORvnE’]

Lo mejor:

Lo peor:

Salir de la versión móvil