Furi. Análisis Xbox One

Tras su paso por PC y PS4 ya tenemos en nuestras manos la posibilidad de jugar a Furi en nuestra Xbox One, sin ningún añadido de contenido más allá de lo que se pudo ver en las versiones previamente mencionadas. Lo primero que podremos observar a nivel de configuración es que tenemos tres idiomas en los que disfrutar del juego como son japonés, francés e inglés con la posibilidad de disfrutar en subtítulos en castellano. Esto estaría mucho mejor si la historia nos invitara a tener un guion que merece la pena ser seguido, pero por desgracia esto no llega a culminarse ya que conforme avanzamos lo único que se queda es el contexto y la motivación, nos perderemos en los propios combates.

Esto, que en un principio puede resultar negativo tampoco lo llega a ser, pero lo comentaremos un poquito más adelante. Lo siguiente que nos encontraremos serán 3 modos de juego o niveles de los que disfrutar, el primero de ellos sería el modo paseo en donde el juego será mucho más corto y fácil para que todo el mundo pueda disfrutar de este universo, eso sí, ya lo advertimos de antemano que no todos los logros estarán disponibles en este modo. El siguiente modo es el llamado Furi y que nos recomiendan de base, equilibrado para ser difícil y exigente pero disfrutaremos con lo que ellos consideran una inyección de adrenalina en el combate. Si por cualquier motivo el nivel del modo Furi es muy complicado podremos pasar al modo paseo al final del combate. Existe un tercer modo llamado Furiosa, un auténtico desafío para los Señores del combate y sólo se desbloquea cuando nos hemos terminado el juego una vez en modo Furi.

Comentado esto nos ponemos en lo que el desarrollador nos recomienda, el modo Furi. En un inicio nos encontramos atados en una prisión donde nuestro captor se jacta de tenernos cautivos para la eternidad por ser unos auténticos asesinos, este título de doble moral que se trae durante toda la historia es cuanto menos curioso, pero decrece al predominar siempre el sistema de combate por encima de lo que la historia nos cuenta. Todo esto ocurre porque cuando terminemos un enfrentamiento con dejar presionado el botón A, nuestro personaje ya se conducirá él sólo por el camino hasta la siguiente ubicación, mientras vamos escuchando al hombre con máscara de conejo que nos contextualiza lo que ha ocurrido o lo que ocurrirá. Visualmente la propuesta se queda escasa en lo que al gráfico se refiere, pero queda solventado con un gran trabajo artístico que se muestra en cada momento y situación del juego. Continuando con nuestro captor, el tutorial, será derrotarlo y esto no será sencillo, dando buena muestra de la línea que va llevar el juego a lo largo de todo su recorrido.

Jefes, jefes y más jefes

Desde The Game Baker’s se ve que tienen problemas con todo lo que son acólitos y enemigos de segunda línea, por lo que han decidido eliminarlos de este título y dejarnos solamente con lo que de verdad mola de un juego de acción, que es enfrentarse a esos míticos jefes finales que nos pondrán siempre las cosas complicadas y que serán el reto a superar. Esto puede ser un acierto o una equivocación, ya que todos los acólitos que se quedan sin trabajo en esta producción hubieran venido de perlas para cogerle un poco de fluidez al juego o relajarnos con un poco de violencia gratuita sin tensión, no obstante es innegable que la intensidad de los combates que pueden llegar a durar veinte minutos es cuanto menos épica. A este combate que añadir una serie de elementos que hacen del mismo una experiencia cuanto menos interesante, por ejemplo, el sistema de vida recíproco en cual sea si nosotros perdemos una vida el enemigo recuperará una vida y viceversa, este sistema es un acierto total ya que el enemigo siempre nos duplicará en el número de vidas de tal modo que puede llegar a equilibrar el combate al menos en sus inicios.

Los jefes finales pueden asemejarse a lo que nos encontraremos en un clásico como podría ser en 1942, y diréis pero eso es un juego de aviones, estas de broma, pero no, ya que la manera que tienen de lanzarnos las bolas de energía o como quiera llamarse el proyectil que sale de los cuerpos de nuestros enemigos, es exactamente igual a lo que podíamos haber vivido en ese mítico juego de recreativas, con la diferencia de que en este caso se desarrolla sobre un tatami o escenario acotado que irá variando en función del enemigo y las circunstancias del combate. Con esto queremos decir que todo está inventado, solamente lo que hay que hacer es darle una vuelta de tuerca y crear nuestro propio concepto, cosa que han hecho a la perfección desde The Game Baker’s con Furi.

Un Sistema de Combate alucinantemente adictivo

Como no puede ser de otra manera el sistema de control en combate es una de los grandes exponentes de Furi, es su puesta en escena y nos congratula decir que jugarlo nos traslada a los grandes juegos del pasado en donde la habilidad, reflejos y capacidad de memorizar movimientos enemigos nos darán la ventaja necesaria para poder vencer en un épico combate contra enemigos aún más épicos.

Con el analógico izquierdo moveremos a nuestro personaje y con el analógico derecho podremos disparar de modo automático contra el enemigo en el combate a distancia, esto será de gran importancia ya que el juego separa el combate a distancia y cuerpo a cuerpo como parte inequívoca innecesaria de destrozar a un enemigo. Esto quiere decir que para quitar la vida primero tendremos que eliminarle de lejos y luego de cerca. Este ataque a distancia lo podemos potenciar dejando el gatillo derecho presionado con lo que lanzaremos una bola de energía que causará un daño terrible. Dentro de lo que podemos hacer tanto en el ataque cuerpo a cuerpo como a distancia es la esquiva, con el botón A podremos hacer un deslizamiento extremadamente rápido en la dirección en la que tengamos el analógico izquierdo, recordar esto bien porque es fundamental para todo el combate llegando incluso a movernos solamente con ese botón.

Al igual que el disparo, podremos dejarlo presionado para potenciarlo y de esta manera trasladarnos aún más lejos. Una vez eliminemos al enemigo en la distancia o en lo que sería todo el escenario, llega el momento del cara a cara en donde una esfera de un diámetro nos pondrá frente nuestro rival en un combate cuanto menos frenético y de reflejos. Dentro de esta clase de combate el botón básico que necesitaremos será la B o botón de bloquear, este nos permitirá reducir el daño del impacto o si tenemos la certeza apropiada, hacer una contra que nos permita destrozar a nuestro rival, pero esto no es todo ya que tendremos que memorizar ciertos tipos de movimiento con la finalidad de poder asestarle un golpe propicio sin que nosotros resultemos heridos.

Por último y aunque es obvio no lo hemos mencionado es el combate cuerpo a cuerpo en donde la prioridad se hallará en golpear cuando hayamos esquivado o cuando hayamos realizado una contra, pudiendo también cargar el movimiento de ataque corto o para realizar un ataque devastador que desestabilizará a los enemigos y nos permitirá hacerles combos terribles. Este es otro de los puntos fuertes de Furi, esos momentos en los que la somanta de leches que le metemos al tío nos genera una animación que hace que nos quedemos alucinados.

Conclusiones Furi

Está claro que el juego va a lo que va, a dar y recibir contra enemigos que cada vez son más letales, ofreciendo un gran nivel de dificultad para todos aquellos amantes de los videojuegos clásicos y retrayéndose a aquellos momentos del pasado en donde los videojuegos forjaban a los héroes y no al revés. Pero toda esta grandeza de jefes finales y sistema de combates maravilloso queda un poco gris ante la falta de narrativa y falta de poligonaje, aunque un gran trabajo artístico.

https://www.youtube.com/watch?v=N4es92CtpsA

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