Ghost of Tsushima: Director’s Cut. Análisis PS5. El honor de un Samurai

De la mano de Sucker Punch, nos llega la entrega final para PS5 en su versión Director’s Cut, Ghost of Tsushima. Aprovechando las funciones nuevas de la consola NextGen y su potencial, nos demuestran una vez más que podemos tener auténticas maravillas a nuestro alcance.Volvemos a meternos en la piel del Samurái llamado Jin Sakai, que vive por su pueblo y por su honor, luchando contra los mongoles para restaurar la paz. Ahora contamos con varios extras como el cooperativo online del modo Leyendas y la isla Iki como expansión.
(Si ya se dispone de la versión normal, se puede comprar el DLC «Director’s Cut» por 19.99€ PVP)

Ser el último Samurai no es fácil

Es un placer volver a jugar a un título como este. Hace 1 año que Sucker Punch nos sorprendió a todos con Ghost of Tsushima y su historia. Tanto por la forma en la que la vamos jugando/narrando como por la realidad de los hechos, su cuidado a los detalles y su «fácil» jugabilidad. Esta vez tenemos la oportunidad de jugar la versión «final» de este gran título, acompañado de muchas mejoras como 2 modos nuevos:

Al principio puede parecer un poco tedioso de jugar, con muchas tomas cinematográficas por el medio para contarnos la historia, pero al poco tiempo ya engancha. Cuando se domina un poco la lucha y el juego te «suelta» en el mundo libre, en ese momento, se empieza a disfrutar del juego. Esto lo hemos notado, sobre todo, al darnos cuenta que llevábamos muchas horas completando misiones secundarias y descubriendo el mundo. Dejando de lado (de primeras y sin darnos cuenta) la trama principal.

Tsushima está siendo asediada por los Mongoles, que solo buscan tomar el poder de todo el reino. Nos tenemos que encargar de que esto no ocurra, pero para ello necesitamos toda la ayuda posible. Aquí es donde comienza nuestra aventura por el mundo libre, en busca de voluntarios que se quieran unir a esta causa. Sin embargo, para Jin Sekai, será un camino muy duro. Siendo el último Samurái, tiene que «violar» el código de honor aprendiendo a infiltrarse, esconderse y matar por la espalda. Cosas que van totalmente en contra de él, pero que ahora mismo es necesario para ganar la lucha.

En esta versión de Ghost of Tsushima, contamos además con otra isla más pequeña que podemos explorar a partir del Acto II. Sigue siendo (mas o menos) lo mismo con el único añadido de un nuevo tipo de enemigo, los Chamanes. Complicados de matar y con la habilidad de aumentar el poder a sus aliados, debemos darles caza cuanto antes en una pelea para evitar más dificultades.

Tendremos más tramas visuales encantadoras, más información de la historia de Jin y más tipos de animales a los que poder acercarnos. Al igual que en la historia principal podemos acariciar zorros, aquí tendremos más animales, como por ejemplo monos!
También contaremos con una dificultad mucho mayor a la vez que perdemos la posibilidad (temporalmente) de volver al mapa principal.

El Japón feudal y su belleza

Los controles de este título no son complicados. Con un par de botones controlamos todo sin mayor problema. El «truco» está en aprender cada una de las posturas y combinaciones para cada tipo de enemigo y, durante el combate, ir cambiando según convenga. Si luchamos contra un enemigo con escudo, por ejemplo, tendremos que cambiar a la postura del Agua. Os dejamos un par de capturas de esto:

Consideramos que estas 2 cosas (las posturas y las combinaciones) son lo más complicado de Ghost of Tsushima: Director’s Cut. Por otro lado, una cosa que la gente estaba solicitando desde hace tiempo, por fin se ha incorporado en el juego, que es la posibilidad de fijar a un enemigo, para dirigirnos solo a uno mientras atacamos.  Incluso tenemos varias posibilidades.

Si pasamos al apartado visual, en esta versión no vamos a notar mucho cambio respecto a la versión de PS4 del año pasado. Si que es cierto que contamos con mayor estabilidad de FPS y más fluidez en general gracias a la potencia extra. Aún así, el apartado gráfico es alucinante. Os dejamos un par de capturas del principio (para no desvelar nada de la historia, por si aún no lo habéis jugado):

Claro ejemplo de potencial NextGen

Para nosotros, aquí es donde hemos notado una gran diferencia. El nuevo mando DualSense nos aporta muchísima profundidad en cosas que normalmente son muy simples y dejamos pasar desapercibidas. Cosas como desenvainar la espada, el típico sonido de metal contra metal, lo notamos como vibración háptica en el mando. Las pisadas tanto del caballo como nuestras hacen que vibre el mando y las notemos, pero la vibración cambia con el tipo y la dureza del suelo que pisamos. Cuando tensamos el arco, notamos tanto la vibración de la cuerda como la tensión gracias a los gatillos adaptativos… Solo os podemos decir que es muy agradable jugar así, ya que aporta una inmersión mucho mayor.

Pasamos al modo foto y os lo explicamos en una palabra: Bestial!

Tenemos infinidad de cosas que podemos tocar. Como la distancia focal, el encuadre, contraste, brillo… Podemos añadir diferentes tipos de partículas (hojas, viento, luciernagas, etc), modificar su abundancia, cambiar la dirección del viento y modificar nuestro personaje.
En definitiva, un modo foto que como podeis ver en las imágenes, da mucho juego!

Conclusiones de Ghost of Tsushima: Director’s Cut

Un titulo (ahora si) muy completo. Una historia que cautiva, un mapa libre con muchas opciones para meterse de lleno en el papel de un auténtico Samurái y varios extras añadidos.

Por la parte gráfica, Ghost of Tsushima: Director’s Cut deja el listón muy alto, como se puede apreciar en las imágenes. Sin embargo, lo deja igual que la versión de hace 1 año para PS4, añadiendo más FPS y estabilidad en general debido a la diferencia de potencial entre las generaciones.

Por último, en cuanto a la integración con el DualSense y la PS5, se puede decir que lo han aprovechado de manera excepcional. Da gusto jugar de esta manera a un título de este calibre.

Por nuestra parte, una gran obra que merece la pena ser jugada.