Gigabyte Aorus Z270X-Gaming K5. Análisis y pruebas

Si a comienzos de mes comenzábamos muy fuerte presentándoos la nueva generación de placas base de la mano de Gigabyte, podéis leer nuestra presentación y primeras impresiones de la Gigabyte Aorus Z270X-Gaming K5, es hora de ver qué capaz es de ofrecernos este dispositivo que podemos encontrar en GAME a un precio de 197,95€. Para poder guiaros un poco mejor sobre qué es lo que tiene que ofrecernos, no hay nada mejor que ver cómo reacciona ante algunas pruebas.

Antes de nada queremos agradecer a GIGABYTE la confianza depositada en nosotros para que podamos hacer la presentación.

Unboxing

Vamos a refrescaros un poco qué es lo que nos ofrece la compañía. Gigabyte ha continuado con su estilo en las placas base y nos trae la GIGABYTE Aorus Z270X-Gaming K5 con una caja que ya es habitual dentro de la marca, donde predomina el negro sobre el resto de colores, haciendo destacar más todavía el modelo de la placa base en rojo. Por delante podemos ver el logo de Aorus y algunas de sus características destacadas como la iluminación RGB Fusion, el uso de hasta 5 ventiladores inteligentes, lista para la VR, el nuevo chipset Z270, el controlador Optane para la memoria… Por detrás nos encontramos con un pequeño dibujo de la placa en cuestión encendida donde podemos ver gran parte de la iluminación que tendremos, así como más de sus características con mayor lujo de detalles. Al abrir la caja nos encontramos la propia placa base en primer plano protegida por una bolsa antiestática.

z270x-gaming k5

Una vez sacamos la GIGABYTE Aorus Z270X-Gaming K5 nos encontramos con el resto de componentes incluidos, que son los siguientes:

Os dejamos a continuación nuestro vídeo unboxing donde podéis ver con todo lujo de detalles qué es lo que incluye en su empaquetado y algunas nociones básicas.

Aorus Z270X-Gaming K5

Como viene siendo habitual, Gigabyte nos ofrece una buena lista de características interesantes con sus productos, por lo que no vamos a pararnos demasiado en hablar de las que ya son habituales en la marca como son el Killer Ethernet E2500, una de los mejores controladores para LAN que podemos encontrar, tecnología de Audio AMP-UP exclusiva de la marca, la posibilidad de utilizar los SSD M.2, PCIe x16 con armazón de acero para soportar grandes tarjetas gráficas…

Como es de esperar uno de los principales usos de esta nueva placa base es que nos ofrece la posibilidad de utilizar el nuevo chipset Z270, con el que podremos dar la bienvenida a los procesador Intel Kaby Lake de 14 nanómetros. Contaremos con un puerto para el procesador bañado en oro para una mejor conexión, así como con un VRM de 7+1 fases de alimentación, por lo que no va a soportar demasiado overclocking pero algo podremos hacer. Otro de los puntos fuertes de esta nueva generación la podemos ver a simple vista y es que la GIGABYTE Aorus Z270X-Gaming K5 nos llega con una iluminación RGB totalmente personalizable gracias a RGB Fusion, la aplicación que nos permitirá cambiar todo a nuestro antojo. Así podemos escoger tanto los LEDs de ambientación como los de diseño, pudiendo cambiar entre seis tipos distintos de iluminación, desde los más llamativos hasta los de alerta, y es que podremos hacer que con la temperatura cambie el color para avisarnos.

Otra de las grandes características, y que veremos a partir de ahora en la mayor parte de esta generación, es la inclusión del puerto U.2 que nos permite sacar el máximo rendimiento a nuestros SSDs Intel 750, dándonos una velocidad de hasta 32GB/s y la posibilidad de iniciar nuestro sistema operativo en un suspiro o acceder a nuestros programas en un tiempo récord. Además tendremos la posibilidad de montar hasta tres de estos dispositivos en raid, asegurándonos que no tendremos que preocuparnos por esto nunca.

También hay que destacar la refrigeración y es que nos encontramos con Smart Fan, un sistema que nos permitirá controlar hasta 5 ventiladores PWM (modulación por ancho de pulsos por sus siglas en inglés, que nos permite controlar en todo momento la potencia de los ventiladores compatibles con este sistema) con seis sensores de temperatura, pensado además para albergar refrigeración líquida con bomba de agua. Los sensores instalados en los pins permiten al dispositivo detectar qué clase de refrigeración estamos conectando: ventilación de caja, CPU, refrigeración líquida todo en uno o un sistema de bomba de agua. USB DAC-Up 2 también es una característica a tener en cuenta y es que el puerto trasero (que podemos diferenciar por su color amarillo oro) nos ofrece una conexión USB libre de ruido, perfecto para el uso de dispositivos que necesitan la mayor de las estabilidades beneficiándose así por ejemplo la realidad virtual, y es que esto hará que disminuyan las posibilidades de que nos cause mareo al bajar el lag.

Una vez dejamos las novedades nos encontramos lo habitual en una placa de GIGABYTE, y es que la compañía pone como siempre especial mimo en sus dispositivos. Podremos dar uso a su Fast USB 3.1 Gen 2 Solution, que nos ofrece hasta 10GB/s en un solo dispositivo o 16GB/S en dos, componentes de audio de alta calidad, la posibilidad de utilizar SLI o Crossfire en nuestra gráficas de Nvidia y AMD… todo lo necesario para sacarle el máximo jugo a esta nueva generación de procesadores.

Muchas veces tantas opciones nos pueden dar algún que otro problemilla a la hora de configurar el sistema, por lo que tendremos a nuestra disposición unos LEDs de diagnóstico, los cuales se encenderán dependiendo de qué problema detecta la placa, dándonos una mayor capacidad de comprensión de los problemas. Como es de esperar, GIGABYTE pone a nuestra disposición todo un arsenal de aplicaciones para hacernos la vida más sencilla, incluyendo GIGABYTE APP Center, un ecosistema de programas nos ayudarán a tener nuestra placa base actualizada en el día a día además de poder configurar diversas funciones.

Pruebas y experiencia de uso

A día de hoy los dispositivos gaming se están convirtiendo en algo más que una herramienta meramente útil y es que cada día están más integrados en nuestro día a día, no solamente como un medio para un fin (trabajar, jugar, escuchar música, cine…) sino que se están volviendo una parte importante de nuestros hogares. Cada vez lo queremos todo más deprisa y lo más sencillo posible y ahora vamos a ver cómo GIGABYTE ha intentado poner su granito de arena en ese sentido. Lo primero que hemos podido ver es que ha sido una de las placas bases que hemos instalado más cómodas para hacerlo, ya que su tamaño es perfecto para que quepa en cualquier caja ATX, además de estar creada en materiales con gran resistencia y al mismo tiempo ligera.

La GIGABYTE AORUS Z270X-Gaming K5 no solamente es una placa base para disfrutar al máximo de nuestro PC y sacar un magnífico rendimiento a nuestros ordenadores (os recordamos que si queremos exprimirlos al máximo necesitaremos alguna de las placas que tengan una orientación mayor al overclocking, pero esta nos sirve como una magnífica herramienta para iniciarnos), también nos permitirá convertir nuestro PC en un componente más de decoración en nuestra habitación gracias a sus múltiples posibilidades de personalización de LEDs.

Para que os hagáis una idea de sus posibilidades vamos a mostraros en un vídeo sus principales facultades así como en iluminación, mostrándoos de lo que es capaz la GIGABYTE AORUS Z270X-Gaming K5 y su software el RGB Fusion.

Todo esto no son más que luces y bonitas palabras que sin los tests apropiados no valdrían para nada. Por ello hemos realizado algunas pruebas, con y sin overclocking (os lo detallamos en cada prueba) para que os hagáis una idea de qué es lo que hemos tenido entre manos. Las especificaciones del PC han sido las siguientes:

Cinebench R15

Comenzamos con un test muy simple pero que nos da una idea de qué es lo que tenemos entre manos con este PC, un test perfecto para que conozcamos el comportamiento del procesador durante los renderizados. Como podemos ver los resultados que nos dan son más que satisfactorios, ambos con un overclocking del 10% (llevando el procesador a los 4,5 GHz. y la memoria a su máximo, 3.466 MHz.).

cpu-z

Con esta utilidad os mostramos la mayor parte de datos relevantes que podemos ofreceros de los componentes que hemos utilizado para el análisis de la placa base, aunque también hemos realizado una pequeña prueba para saber si le sacábamos un buen partido a nuestro micro comparado con uno de referencia. En esta ocasión el test ha sido sin overclocking alguno, por lo que podemos ver una pequeña mejora palpable.

Aida64

Por último tenemos uno de las pruebas que más nos gustan porque son las que realmente nos muestran cómo se comportan los componentes. Como es costumbre hemos realizado dos tandas de pruebas, una con el equipo sin carga alguna de trabajo, para que veamos que todo funciona con normalidad y otra en estrés, para ver cómo se comportan los componentes.

Prueba normal

Prueba de estrés

Como podemos ver por las pruebas en condiciones normales tanto la placa base como el resto de componentes se comportan a la perfección, manteniendo unas estadísticas que se esperan de ellos. Ambas pruebas han sido realizadas con overclocking, llevando el procesador a los 4,5 GHz. y las memorias a los 3.466 MHz. Cuando nos fijamos en las pruebas de estrés vemos que todo discurre perfectamente normal, aunque las temperaturas en el procesador son algo elevadas signo de que estamos forzando la máquina, llegando a unos poco aconsejables 80 grados (además de que fluctúa enormemente). Esto se debe también a que no hemos forzado la refrigeración líquida, queriendo ver cómo se comportaba la placa base con una gran carga, viendo que su trabajo es excelente ya que no hay problemas por ningún lado y su temperatura es totalmente estable afincada en los 22 grados.

El overclocking ha sido posible gracias a la aplicación que GIGABYTE pone a nuestra disposición, llamada Easy Tune, que nos permite realizarla de dos maneras: o bien manualmente si somos expertos en la materia, o bien permitiéndonos que la misma aplicación haga un diagnóstico y una pequeña prueba y nos recomienda cuál es el mayor overclocking recomendado para el sistema.

Como podemos ver nos ofrece muchas opciones, entre las que también hay la posibilidad de asignar una combinación de teclas para poder cambiar rápidamente entre dos perfiles de overclocking (pudiendo hacer que uno de los perfiles elimine el overclocking).

Conclusiones

La compañía pone a nuestra disposición la GIGABYTE Aorus Z270X-Gaming K5, una placa base destinada a sumergirnos de lleno en la nueva generación de procesadores Intel Kaby Lake (o no porque es compatible también con Skylake) sin que tengamos que gastarnos demasiado dinero, siendo una elección perfecta para aquellos que no tengan pensado hacer demasiado overclock. De esta manera podemos dar rienda suelta a nuestras necesidades jugonas gracias a sus grandes prestaciones, así como los materiales de fabricación y la gran cantidad de aplicaciones y opciones que nos ofrece, todo ello con un diseño de lo más llamativo y que podremos configurar a nuestro gusto.

Por todo esto y lo anteriormente citado, desde Game It otorgamos a la GIGABYTE Aorus Z270X-Gaming K5 los galardones de calidad/precio y producto recomendado. Esta nueva placa base ya está disponible pudiendo encontrarla en GAME a un precio de 197,95€.

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