HYPERGUN. Análisis PC

hypergun cover gameit

NVYVE Studios es un estudio independiente residente en las afueras de Toronto (Canadá) y que fue creado en el año 2013. Su primer proyecto fue P.A.M.E.L.A, un juego de supervivencia y ciencia ficción cuyo lanzamiento en 2017 en formato early access sigue vigente hasta el día de hoy. Simultáneamente desde el estudio canadiense ha estado trabajando en HYPERGUN, el juego del que hoy hablaremos en este análisis.

Testeos contra la invasión alienígena

HYPERGUN es un frenético rogue-lite FPS con una premisa bastante original. Resulta que una raza alienígena pretende invadir el planeta, a lo que el gobierno responde con el apresurado plan de fabricar un arma que les permita lidiar contra estos invasores. La compañía encargada de construir este arma no es otra que DevTech, empresa en la que trabaja nuestro protagonista Dewey Owens, el cual será el encargado de realizar diferentes testeos mediante una simulación que recrea la invasión y así fabricar el arma definitiva: la HYPERGUN.

Todo sea dicho a favor del título que la trama, aunque absurda, se tercia bastante interesante y repleta de humor, algo que juega claramente a su favor. Un modesto becario atrapado en su oficina realizando modificaciones y tests de funcionamiento para crear una súper pistola… ¡a eso se le llama ir al grano!.

Salpicado de humor y con una narrativa sugerente que nos cuenta la “historia” mediante E-mails y notas de empleados, HYPERGUN es un juego con una única ambición: divertirnos un rato. La pregunta es… ¿realmente lo consigue? La respuesta es: a medias.

Jugablemente tenemos un juego sencillo y frenético en el que deberemos dar plomo a todo lo que se nos ponga por delante. Su estructura rogue-lite nos invita a explorar a fondo diferentes mazmorras (y digo diferentes por que cambia un poco la ambientación y los colores de las mismas) con el fin de acabar con todos los enemigos de cada sala para equiparnos y avanzar hasta el jefe final de la misma.

Existen tres problemas fundamentales capaces de lastrar la experiencia que HYPERGUN pretende ofrecer. En primer lugar, los enemigos que encontraremos dentro de la mazmorra son siempre los mismos, algo que no notaremos las primeras 3-4 horas pero que se nos hará tremendamente pesado si lo que queremos es echarle horas al título y completar cada uno de sus 7 niveles. Enemigos con escudos, enemigos voladores, el típico Goliath, enemigos rasos que nos dispararán a lo loco… poco más. Es una pena que esta repetición se haga tan evidente en un espacio tan corto de tiempo, ya que choca frontalmente con otro caso de repetición que puede ser mortífero para las expectativas de HYPERGUN: los jefes finales.

Cada uno de los 7 niveles que componen la simulación cuentan con una estructura idéntica: entrar, destruir a los mismos enemigos, recolectar bits (moneda que podremos canjear por objetos dentro de la simulación), comprar objetos en la tienda y avanzar hasta la sala del Jefe Final. La cosa es que existe un jefe final ligado a cada uno de los niveles, algo que resta bastante tensión al tema de luchar contra un boss y que en ocasiones puede fastidiarnos la partida.  Es ya un clásico en los juegos rogue-lite con generación procedural el presentar un sistema de jefes finales aleatorios, no sólo para dar variedad, si no para intentar hacer de cada partida una experiencia diferente; siendo en ocasiones literalmente imposible avanzar y en otras (con la suerte de nuestro lado) mucho más cuesta abajo.

Por último toca hablar de las armas… o del arma más bien. El gunplay es tremendamente básico, no sólo por la pobre sensación de disparo si no también por el uso restringido a un sólo tipo de arma por partida. Al adentrarnos en la simulación de HYPERGUN tenemos que tener claro que no sólo tendremos que lidiar contra decenas de enemigos, también existe un factor que muchas veces podrá hacernos más daño del que podemos soportar: la aleatoriedad. Esta puede ser nuestra mejor amiga o nuestra peor enemiga (como siempre) pero en este caso no va tan ligada a la creación de salas y al posicionamiento de enemigos dentro de ellas, si no a las recompensas.

En ocasiones nos adentraremos en la mazmorra y recibiremos upgrades que complementarán nuestro arma hasta le punto de hacernos sentir semidioses y en otras nos tendremos que conformar con un calcetín que nos ayude a recolectar un poco más de bits (los cuales no suelen sobrar) o encontrar los mismos upgrades repetidos (e incluso peores) que se nos sumarán añadirán al arma en contra de nuestro deseo.

Estos tres puntos son los que más fríos nos han dejado con respecto a HYPERGUN. Pero… ¿esto quiere decir que es un mal juego? En absoluto.

La dinámica de HYPERGUN es muy parecida a la de Doom (salvando las distancias). Es un juego pensado para liberar nuestro instinto asesino e invitarnos a formar parte de una frenética danza en la que jamás podremos parar de movernos si queremos seguir con vida. La cantidad de contenido que posee en lo referente a gadgets y los diferentes tipos de armas que podremos crear conforma su principal atractivo. Cabe decir que según vayamos completando mazmorras el juego nos irá recompensando con Hypercoins, monedas que podremos utilizar en la oficina para desbloquear clases con diferentes habilidades para nuestro personaje y (como no) nuevas armas base con las que podremos acceder a la simulación para “montar” desde 0.

Luces, disparos, techno… y más luces

Quizás es en el apartado visual donde (personalmente) creo que HYPERGUN se lleva la palma. No es nada del otro mundo, pero si es lo suficientemente específico y diferente como para tenerlo en cuenta. Luces de neón y colores chillones al ritmo de música electrónica mientras hacemos saltos y giros imposibles para dar cera a todo lo que se mueva.

No cuenta con una BSO demasiado extensa, pero los temas con los que cuenta son cañeros y nos invitan irremediablemente a formar parte de esa frenética de masacre como si de Hotline Miami se tratase. También quiero destacar el diseño de enemigos, que si bien no presentan una IA demasiado compleja (ir a cañón a por nosotros) su estilo visual me ha recordado mucho al de los “monigotes” de SUPERHOT.

A nivel de optimización tampoco es una maravilla. En equipos punteros hemos podido jugarlo a las mil maravillas, con una tasa de 60 FPS estable, no así en equipos de gama media en los cuales costaba mantener los 30 cuadros con gráficos estandarizados en Bajo.

Conclusiones de HYPERGUN

HYPERGUN es un juego interesante pero no tan divertido como cabría esperar. Su cantidad de contenido y su sencilla premisa son sin duda el gran reclamo que oferta, pero lamentablemente fallos como su excesivo nivel de repetición le pueden hacer caer rápidamente en el aburrimiento. Injusticias provocadas por la aleatoriedad, la casi nula sensación de progreso fuera de la simulación y su gunplay mejorable hacen de él un juego que sólo podría recomendar a aquellos que saben a lo que van y que tan solo pretenden echarse algunas partidillas ocasionales para liberar tensión.

Política sobre notas en Game It.
Salir de la versión móvil