Inquietudes de la Next-Gen

Aún recuerdo cuando jugaba a mi gloriosa Master System como un poseso, las tardes parecían volar y los juegos, pese a su simplicidad, me brindaban horas y horas de entretenimiento a un precio muy bajo ya que entre los amigos nos dedicábamos a intercambiarlos como locos, siempre repertorio nuevo para garantizar horas de diversión.

Luego vinieron las 16 bits, unas máquinas que hacían ver tu 8 bits en algo ridículo. Aunque caras eran todo lo que un chaval de por allá entonces podía desear. Posteriormente vinieron los upgrades para sacar el máximo potencial a esas máquinas, pero cuando llegó la generación de los 32 bits todo comenzó a acelerar cual juego de simulación a lo Froza o Gran turismo.

Mantenerse en el carro de la actualidad comenzó a ser obligatorio para estar al día de las novedades, cada vez eran más los títulos que llegaban a las tiendas, títulos de los que uno no tenía ni «pajolera idea» porque la única forma de estar medianamente informado era vía prensa: Hobby consolas, Súper Juegos, revistas oficiales, etc., etc., no como ahora que con un simple clic tenemos toda la información necesaria para saber en que vamos a invertir nuestro dinero.

Para servidor, la mejor consola

Pero si la industria del videojuego se aceleró en los 32 bits no hay ni que mencionar lo que pasó en los 128. La velocidad en la que se sucedían cambios en la industria era pasmosa y saber lo que pasaba era algo insospechado para la gente de la vieja escuela.

Es entonces cuando llegamos a los 360 bits. Digamos que «hemos copado el sistema de consola de sobremesa«. La máxima expresión del juego en casa, diversión, variedad de mercado y una conectividad entre usuarios sin precedentes. Y digo esto último, porque como bien reza el título del post, creo que los días para que sigamos jugando tal y como lo veníamos haciendo año tras año están llegando a su fin.

Inquietudes de la Next-Gen…

¿Que nos depara la siguiente generación a los hardcore gamers que les gusta lo que tienen a día de hoy? Haciendo una reflexión ligera sin profundizar les espera, (ojalá me equivoque) si la tendencia natural de los acontecimientos no cambia, convivir con un fenómeno en auge que responde al nombre de «casual gamer«…¿Consecuencias de convivir con un casual gamer? Las peores.

No quiero ser alarmista, pero convivir con los causal gamers, un sector de población que hasta hace bien poco pensaba que «lo de las consolas es para los críos«, no hace nada bueno para un hardcore gamer.

Ojo, que llegan las tablets

Hecho este inciso nos centramos en lo que nos puede deparar el futuro. Pensemos con detenimiento los movimientos de mercado así como las tendencias sociales, gadgets y demás sarta de variables que hacen peligrar la vida tal y como la conocemos de nuestras fantásticas y amadas consolas de sobremesa.

  1. El primer problema es…el juego social. Este tema es peliagudo, ya que con escasos recursos se consiguen beneficios muy importantes, demostrando que es un mercado lucrativo con tendencia al alza y que sin lugar a dudas va a estar presente en esta generación y en las venideras, pudiendo incluso colarse en nuestros salones y tener que sufrir su acoso en nuestra nueva consola de última generación.

    Amigo favorito de un casual gamer

  2. Otro problema es…los móviles y las tablets.Lo sé, lo sé, sacan algunosjuegos buenos y más de un hardcore gamerle ha echado más de dos y tres horas a algún juego de móvil o tablet, pero en una sociedad que tiende a darnos menos respiro de ocio, donde cadaminuto cuenta, el hecho de poder jugar al móvil hace que las desarrolladoras pongan sus ojos en este mercado que, si comparamos con elcrecimiento natural de las consolas de sobremesa, tiene un crecimiento simplemente brutal y puede relegar con el paso de los años a un segundo plano el modo en el que jugamos.
  3. Tercera inquietud. Los gadgets de movimiento para atraer más casual gamers a nuestras consolas. Esto no es malo, porque la tendencia natural hace que este sector «eche un par de partidas» y apague su consola hasta la próxima reunión familiar, pero por eso no deja de ser otra inquietud, no me imagino a mi madre jugando a los bolos lanzando el mando en mi Nes…bueno sí.
  4. Cuarto problema…la importancia de los ingresos. Cuando yo jugaba a mi Master System dudo mucho que las desarrolladoras se echaran las manos en la cabeza si no conseguían unas ganancias de «tropocientos millones de dólares» como sucede ahora. En la actualidad, que una desarrolla se embarque en una IP de tipo AAA implica hacer cuentas y ver hasta que punto es rentable. Dudo mucho que juegos como Dig dug de Nes o Regreso al futuro III de Master System llegasen a hacer la caja que hace cualquier tipo de juego que se comercialice ahora. No nos da tiempo a disfrutar tranquilamente de una saga sin que hagan cambios absurdos porque «necesita un lavado de cara» (véase el caso de Devil May Cry), o simplemente no poder disfrutar con otra secuela de ese juego que tanto nos ha gustado porque simplemente «las ventas no fueron como esperábamos y pasamos de plano de continuar la franquicia«.
Me lo paso pipa 30 minutos al mes

Es decir, tanto los juegos como nuestras consolas pueden sufrir una transformación que a más de uno no le gustaría.

Al fin y al cabo son solo inquietudes que no van a ningún lado pero que si nos hacen pensar que rumbo está tomando esta industria que a día de hoy es una de las más lucrativas del mercado, y para un servidor, que algo sea tan rentable lo único que hace es diversificar tanto el sector que ya no saben ni lo que nos venden. No se por qué, de un tiempo para acá me estoy llevando más de una decepción que otra con más de un juego, y eso no me pasaba antes.

No sé donde ha quedado el esmero, el cariño y las ganas por una desarrolladora que sus juegos sean recordados por lo buenos que sean y no por las ventas que cosecharon.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=fyxgqgv7fys’]

Salir de la versión móvil