Intel i7-8700K. Probamos la octava generación de Intel

Los procesadores pueden ser un gran problema a la hora de configurar un nuevo PC, y no solamente estamos hablando de todas las opciones que tenemos, sino que es uno de los componentes más técnicos que hay y que, además, conlleva sus riesgos ya que son muchas las compatibilidades que tenemos que asegurar. Por esto vamos a intentar ser lo menos técnicos posibles y dejarlo lo más sencillo posible, para que cualquiera pueda saber de qué estamos hablando durante nuestro análisis y pruebas del Intel i7-8700K, la octava generación de procesadores Intel.

Como siempre, queremos agradecer a la marca que nos permita realizar este análisis.

Características principales

Veamos cuáles son las especificaciones técnicas de este Intel i7-8700K.

Esta octava generación de Intel, y más concretamente este procesador el cual está especialmente pensado para el mundo gamer, mantiene una arquitectura de 14 nm., con seis núcleos y 12 hilos a una frecuencia de 3,70 GHz., pudiendo llegar hasta los 4,70 GHz en su modo turbo, lo cual ya nos da una pista de la potencia que va a tener, aumentando su capacidad de procesamiento con bastante holgura en comparación con la séptima generación.

Con un TPD (Thermal Design Power) o lo que es lo mismo, promedio de energía en vatios que disipa cuando trabajo en una frecuencia base con todos los núcleos, de 95 W, vemos que tiene un consumo un poco más alto que anteriores generaciones, debido a su potencia mayor. Con 100 Cº soportados de máximos también nos vamos a encontrar unas lecturas un poco más altas, pero eso es algo que ya veremos en las pruebas más adelante.

El Intel i7-8700K viene preparado para funcionar en 4K a la perfección, pudiendo albergar hasta 64GB de memoria RAM DDR4 -2666, todo ello utilizando el socket LGA 1151 y que nos llega bajo el nombre de Coffee Lake.

Con todo esto en las manos vemos que tenemos mucha información pero que es posible que no sepamos exactamente qué significa todo esto. Este procesador llega para ser uno de los referentes en el mundo gamer ya que viene con una gran potencia, aunque puede no ser el más indicado si sois gente poco experta en este campo y es que buena parte de esa culpa la tiene la última letra que encontramos en el nombre del procesador, la «K». Si hemos investigado un poco hemos podido ver que existe otro Intel i7-8700, el cual tiene un precio menor. Puede parece contradictorio pero ambos son el mismo procesador, salvo que los que llevan esa K están pensados para hacer overclock, por lo que se ha podido aumentar su reloj de 3,2 GHz (que es la frecuencia de los Intel i7-8700) a los 3,7 Ghz de los Intel i7-8700K. Pero no solo esto, debido a que soportarán el overclocking de manera mucho más satisfactoria, se alarga su durabilidad en el tiempo cuando les exijamos mayor rendimiento. Es por esto que estamos ante un procesador pensado para aquellos que tengan claro lo que hacen y lo que quieran hacer.

Dicho esto, nada de esto implica que no queramos comprarlo aun si no vamos a hacer overclocking, y es que siempre nos va a dar un rendimiento superior de base, por lo que vamos a seguir con nuestro análisis y ver qué es lo que tiene que ofrecernos.

¿Qué necesitamos para poder utilizar el Intel i7-8700K?

Como es posible que sepáis, cambiar el procesador en un PC (o montar uno de base), implica muchos cambios en nuestro ordenador y buscar compatibilidades entre distintos componentes, empezando por la placa base, la memoria RAM, el disipador… Con este procesador todo se acota un poco más y es que solo los chipsets de última generación, como el chipset Z370 o el H370, entre otros, serán compatibles con él, por lo que en este sentido vamos a tener un poco menos de posibilidades que manejar. En nuestro caso, para poder realizar un análisis de él hemos optado por la placa base Z370 Aorus Gaming 3.

Este procesador tampoco cuenta con un disipador de serie, y es que tampoco podríamos hacerle demasiado uso ya que, como íbamos diciendo antes, es un procesador algo más calentito de lo que nos tiene acostumbrados Intel, por lo que este será otro gasto a tener en cuenta. Ya puestos podemos mirarnos las ofertas que podemos encontrar en refrigeraciones líquidas all-in-one y es que son sumamente sencillas de poner y fáciles de configurar, como la NZXT Kraken X72, lo que siempre nos ayudará a tener nuestro procesador en buenas condiciones ya que, nos gustaría recordaros, si sobrepasamos la temperatura recomendada puede no pasarle nada en el momento, pero siempre acortaremos la vida de nuestro procesador. A partir de aquí ya tendremos que ver que la placa base sea compatible con las memorias que queramos utilizar, algo que los fabricantes suelen dejar bastante claro con listas de memorias compatibles.

Hay que tener en cuenta que ya que estamos realizando distintos cambios, incluyendo una placa base que tendrá que ser relativamente nueva, podremos hacer uso de nuevas tecnologías como son los SSD M.2, uno de los discos más rápidos que podemos encontrar hoy en día, por lo que siempre conviene echar un ojo a todas las capacidades que tenga la placa base que hayamos escogido por si hay algo que nos interese.

Pruebas

Para poner a prueba el Intel i7-8700K hemos creado el siguiente PC.

Como podemos ver con este PC vamos a tener ordenador para unos cuantos años y es que todo lo que salga actualmente podremos jugarlo en ultra, así como utilizarlo para renderizar, programar, editar vídeo… Para poder establecer una pequeña comparativa, vamos a poner en algunas pruebas los resultados que hemos obtenido con un Intel i7-6700K, la sexta generación de Intel pensada para el gaming, lo que nos permitirá ver el salto que hay entre generaciones.

Vamos a comenzar con las pruebas de temperatura y es que es un factor muy a tener en cuenta ya que, como habíamos dicho anteriormente, este Intel i7-8700K tiene esa letra lo cual lo capacita como un procesador al que se le puede sacar un poco más de jugo gracias al overclocking, algo que elevará todavía más la temperatura en nuestra caja. Primeramente empezamos con el test en idle, o lo que es lo mismo, temperatura en reposo.

intel i7-8700k game it

Como podemos ver las temperaturas son bastante normales, siendo un pelín más altas que las que pudimos ver en un 6700K, aunque no demasiado. La media se sitúa en los 30 grados, lo cual es bastante aceptable estando en una habitación con una temperatura estable de 22,5 ºC.

Pero veamos qué es lo que pasa cuando hacemos una prueba de estrés durante más de 10 minutos.

Antes de hablar de los resultados nos gustaría recordaros que estamos utilizando una refrigeración líquida all-in-one NZXT Kraken X72, que como podéis saber de nuestro análisis no utiliza la potencia total de sus ventiladores si la temperatura no sube demasiado para reducir el ruido al máximo, por lo que todos estos datos están recogidos con ellos (incluida la bomba) funcionando al 50% de su capacidad. Dicho esto vemos que no estamos ante temperaturas excesivamente altas y es que aduras penas ha subido de 55 grados, lo cual está muy bien para un procesador el cual ha estado rindiendo al 100% durante más de 10 minutos consecutivos con una velocidad de 4,3 GHz.

Antes de comenzar las pruebas de rendimientos vamos a ver toda la información que nos ofrece sobre el procesador CPU-Z.

Vamos a ver las primeras pruebas de rendimiento en el que cuenta bastante la gráfica, por lo que no son tan representativas como pudiera parecer. Para ello vamos a utilizar el software 3DMark y compararlo con el procesador Intel i7-6700K. A la izquierda tenéis las pruebas con este procesador y a la izquierda con el nuevo que estamos analizando ahora mismo.

A pesar de ser un test donde la gráfica cuenta mucho, vemos que utilizando prácticamente el mismo PC (en ambos casos hemos usado la Gigabyte GTX 1070 G1), hay un cambio sustancial en el resultado final, buena muestra de lo que es capaz este procesador, al cual no hemos hecho overclocking alguno. Si le pedimos un poco más vemos que ya estamos casi en lo recomendado para jugar en 4K gracias a la prueba de Time Spy.

Vamos a probar otro tipo de test pensado exclusivamente para la CPU y es que con Cinebench R15 podemos ver de qué es capaz el Intel I7-8700K, especialmente en términos de GHz y el número de hilos que tiene. Como con la anterior prueba, a la izquierda tenéis los resultados del Intel I7-6700K y a la derecha los del nuevo procesador, dejando muy claro que enorme salto que ha dado Intel en dos generaciones.

Por último dejamos que sea el propio CPU-Z el que haga la prueba definitiva de los procesador, dejando a la izquierda el de 6700K y a la derecha el del 8700K, dejando claro que el número de hilos es realmente importante en esta clase de pruebas y es que tampoco vemos tanta diferencia a un solo hilo, pero sí cuando los juntamos todos.

Conclusiones

Tras todas las pruebas que hemos podido hacerle a este Intel i7-8700K queda más que claro que estamos ante el valuarte de Intel para el gaming en esta generación, dándonos un rendimiento magnífico para casi todas las tareas que le propongamos. Todo esto tiene un precio y es que el precio de este procesador se sitúa un poco por encima de los 300€ en Amazon.es (pudiendo encontrarlo en momentos puntuales por algo menos), por lo que no es la mejor opción con calidad/precio. Si queremos montar un PC con lo mejor actualmente o, si ya tenemos una gráfica de alto rendimiento, esta CPU nos asegurará muchos años de estar en la ola de la cresta.

Por todo esto y lo anteriormente mencionado, le otorgamos al Intel i7-8700K los galardones de producto recomendado y premium.

Salir de la versión móvil