Hoy te traigo un artículo diferente. Hoy te traigo la despedida de alguien diferente. Hoy no hay noticias, fuentes, rumores o filtraciones. De Nueva Jersey pero con sus raíces en Italia, Gandolfini nos deja entre tristezas y reverencias hacia él. Encarnando al mítico Tony Soprano, su último trabajo, hizo que aprendiéramos a querer a la mafia.
“Se lo diré sólo una vez. Aléjese de Tony Soprano. Si vuelve a llamar a su casa o se acerca a él o a su familia, tendrán que rascar sus pezones de estos elegantes asientos de cuero. Sólo recuerde esto: Mi cara será lo último que vea, no la de Tony. No va a ser cinematográfico.”
Hoy no nos alejamos, hoy nos acercamos a Soprano, estés donde estés, siempre te recordaremos, con estas humildes líneas que ahora te dedicamos, y que te llevan a donde todo hombre anhela llegar a estar, en nuestro recuerdo y corazón. Te has marchado en una de las ciudades que más te han inspirado, te has marchado disfrutando con tu hijo, te has marchado como un Soprano debe marcharse, en su tierra y con su familia.
“Elegiste esta vida, y conlleva responsabilidades. Una vez Teddy Roosevelt dio un discurso entero con una bala alojada en el pecho. Hay cosas que son cuestión de deber.”
Dejas un hueco en la memoria, dejas amigos, compañeros, admiradores que lloran tu adiós. Nos enseñaste a ser uno mismo y a defender lo que es justo para ti y tus seres queridos.
“Hasta un reloj roto da bien la hora 2 veces al día.”
Estabas preparando nuevos proyectos, ahora ibas a ser abogado. Ahora ya puedes descansar y contemplar todo el duro trabajo que has realizado. El éxito que has tenido y el cariño que has amasado y que el mundo ahora te brinda. Decían que tenías los ojos tristes, que una mirada tuya consternaba al público. Hoy entre llantos y lamentos, seguro que ríes desde donde estés y no buscas nuestra lágrima, sino nuestra sonrisa.
“No se caga donde se come. Y mucho menos se caga donde como yo.”
Eres James Gandolfini, eres nuestro capo, eres nuestro ídolo, eres nuestro Soprano.