Kyn. Análisis PC

Hace tan solo unos días que podíamos disfrutar de la beta de Kyn, el nuevo título de Tangrin Entertainment que pretendía combinar en un solo título lo mejor de la saga Diablo con el aclamado Pillars of Eternity. Pues bien, por fin tenemos disponible la versión completa de un título realmente ambicioso que pretende conquistar a un gran número de jugadores basándose en su profundidad y en la combinación de ambos estilos.

El destino del mundo nos espera

Como si ya casi de un cliché se tratase, Kyn nos situa en un claro contexto medieval, concretamente en la civilización vikinga, en un hipotético momento en el que estos descubrirían el uso de la magia. Por supuesto esto generará problemas y nosotros seremos los encargados de salvar el planeta de los males que acechan. A partir de aquí se nos van relatando los sucesos a través de la historia principal y de las diferentes misiones secundarias que nos encontramos. Estas aventuras las viviremos a través de un grupo de hasta seis guerreros que, aunque empieza siendo de únicamente dos, según avancemos irá aumentando.

La historia carece de un gran interés y según pasan las horas se torna cada vez más vaga e insulsa, con diálogos carentes de personalidad y personajes que apenas logran transmitir empatía. Como es costumbre nuestras acciones nos llevarán a seguir uno u otro camino, aunque hemos podido ver que estos no se separan demasiado, por lo que este tema queda bastante diluido.

Dos pilares endiablados hacia la eternidad

Es innegable la influencia que tienen sobre Kyn tanto Pillars of Eternity como la saga Diablo, la primera con su carácter conversacional y la segunda prestándole grandes dosis de acción que lo convierten casi en un ARPG. Ambas propuestas son casos bastante extremos y el título de Tangrin Entertainment se queda en tierra de nadie o en tierra de todos, según lo queramos ver o lo que nos guste esta propuesta. A nosotros nos parece una buena idea, capaz de dotar de ligereza al rol más puro y de dar cierta complejidad decisoria a los juegos de acción, por lo que podrá gustar al jugador medio.

Nos encontramos ante la clásica vista cenital y con controles que combinan el ratón para el movimiento de los personajes y el teclado para el uso de las habilidades. Este resulta bastante sencillo, sin embargo el hecho de poder controlar a uno o a todos los personajes a la vez implica que tengamos que adoptar distintas tácticas en la batalla. Además esta necesidad de adoptar distintas estrategias se acrecienta debido a las diferentes naturalezas de las habilidades o a la posibilidad de ralentizar el tiempo en los combates, tema este que será muy útil cuanto más avancemos, aunque esté limitado por una barra de energía.

Respecto a nuestros héroes, estos tienen ciertas limitaciones, tanto en el combate como en el número de habilidades de las que disponemos que se reducen a dos y una especial en combate. En general la IA no se comporta demasiado bien, y es que ni nuestros guerreros responden bien a nuestras órdenes, complicándose la vida y yendo hacia la muerte con total tranquilidad, ni nuestros enemigos nos lo podrá difícil ya que la máquina es torpe e incoherente. Solo podemos resaltar positivamente ciertas acciones como acobardarse cuando están al borde de la muerte o el miedo ante la ausencia de su líder.

Uno de los apartados que mejor funciona en Kyn es el sistema de personalización y evolución de los personajes. Este es muy sencillo pero logra crear una buena diferenciación entre las diferentes clases. Cada una de ellas tiene tres estadísticas principales y a medida que subimos de nivel podremos invertir puntos en ellas. Según las vayamos incrementado obtendremos mejores estadísticas además de desbloquear distintas habilidades dentro del árbol de cada clase.

Estamos ante una propuesta con una duración más que considerable ya que esta ronda las 20 – 30 horas. Sin embargo esto no significa libertad, sino que simplemente el camino será tan largo como lineal, y es que las opciones de exploración son bastante reducidas y en la mayor parte de las ocasiones nos limitamos a seguir un camino prefijado.

Unas bellas tierras lejanas

Kyn es uno de esos títulos que deja luces y sombras en lo que a su apartado gráfico se refiere. Es innegable que el motor es arcaico y el nivel de definición y detalle se queda escaso para mediados de 2015. Es más, sobre todo el modelado de los personajes es algo deficiente y apenas hay nada que nos haya llamado la atención positivamente.

Por otro lado, los paisajes, aunque no brillan por su calidad gráfica, sí que son bastante bonitos y variados. Aunque estemos ante los mismos problemas en lo que a calidad técnica se refiere el trabajo artístico está muy logrado y mucho más acorde a un juego de estas características.

Respecto al apartado sonoro más de lo mismo. Una buena banda sonora con temas bastante decentes y que aderezan muy bien al título. Por el contrario no tenemos ni una triste voz y los textos que tenemos están únicamente en inglés o alemán, nada en nuestro idioma patrio.

Conclusiones de Kyn

Estamos ante un juego que prometía más de lo que finalmente fue. Sin duda es una propuesta larga y entretenida y que no combina mal los dos géneros que están presentes en ella, sin embargo tiene demasiados puntos negros como para brillar, por lo que sencillamente se queda como una propuesta mediocre, de esas que se pueden jugar y disfrutar si te gusta el género pero que no será capaz de atraer a nadie nuevo.

Las 25 horas que nos ofrece por 19,99€ pueden ser un aliciente para su adquisición, ya que si no somos muy exigentes o fans acérrimos del rol en todas sus vertientes puede darnos unos buenos ratos de diversión. Sin embargo, si queremos una experiencia más sólida debemos de mirar a otras propuestas del mercado.

Lo mejor:

Lo peor:

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