En 2008, tras el fatídico lanzamiento de HAZE, su último título, Free Radical Design era adquirida por la poderosa Crytek, y pasó directamente a llamarse Crytek UK.
Algunos ex-ejecutivos de la antigua compañía nos han explicado el porqué de la cancelación de SW: Battlefront 3.
El consejero delegado de LucasArts había encargado al estudio el desarrollo de Battlefront 3 en una campaña por sacar a flote las propiedades de la empresa. La sustitución de Jim Ward por Darrel Rodriguez en el cargo provocó un cambio absoluto de gestiones, que trajeron consigo el despido de gran parte del personal.
La manera de trabajar del nuevo ejecutivo tenía que ver, según el cofundador de Free Radical, «más con controlar costes que con producir algún juego».
Entonces LucasArts comenzó a elaborar todo tipo de estrategias para encararles que no estaban cumpliendo los plazos firmados; «Si el editor quiere encontrar algo que no se cumpla en el hito (de desarrollo), es fácil hacerlo porque hay muchas áreas grises» ; Se figuraban, por ejemplo, que los gráficos de un nivel no estaban a la altura, algo que según ellos resultaba muy variable.
Lucas comenzó entonces a no pagarles: «era deprimente hablar con ellos. Su agenda estaba motivada por preocupaciones financieras, su objetivo era dejar de hacer el juego, y no importaba que hubiese un contrato que nos protegiese. En 2008 descubrimos que tu contrato solo vale lo mucho que lo puedas defender en un juzgado».
El cofundador David Doak comentó que esas «desagradables discusiones de alto nivel con psicópatas» le afectaron a su salud, lo que le impidió desarrollar TimeSplitters 4 y provocó el cierre de la compañía.