La Chica Danesa. Crítica

La Chica Danesa

El 15 de enero llega a nuestros cines de la mano de Universal Pictures, La Chica Danesa, la nueva película del director Tom Hooper, conocido por dirigir El Discurso del Rey en 2010 y Los Miserables en 2012. Contamos en el reparto principal con Eddie Redmayne (La Teoría del Todo) y Alicia Vikander (Ex Machina). La historia cuenta la vida de un matrimonio de artistas daneses, Einar y Gerda. Los dos pintores viven felices, hasta que un día Gerda pide a su marido que haga de musa y pose con las vestimentas de la mujer que esta pintando. Lo que empezó siendo un juego entre la pareja, se termina convirtiendo en un obstáculo entre los dos.

Hooper nos mete de lleno en la Dinamarca de los años 20, donde nos presenta la vida de estos dos pintores, felizmente casados y por una pequeña broma, despierta algo dentro del personaje de Einar. En ese preciso momento Hooper sabe llevar de una forma clara y elegante, un tema que a día de hoy no resulta cómodo a mucha gente, el travestismo y el transgénero. A pesar que es uno de los temas con mayor peso dentro del filme, no deja de ser un drama romántico, donde terminas empatizando con uno o con otro personaje -o con los dos-, que es lo que ha pasado en nuestro caso al ver La Chica Danesa. El punto fuerte de la película es el vestuario, las interpretaciones y el maquillaje, donde veremos una transformación más que convincente del personaje de Redmayne.

Vikander interpreta a Gerda, una mujer con las ideas claras y muy segura de sí misma. Aunque la evolución de su personaje cae en un segundo plano por culpa de la gran actuación de Redmayne, del cual hablaré luego, se percibe que a pesar de sus problemas matrimoniales, es una persona fiel y que se desvive por su marido. Convence mucho en las partes donde su personaje está roto emocionalmente, al ver que en verdad explota por todo lo que está viviendo y soportando. Vikander tiene mucho futuro por delante y con interpretaciones como Ex Machina y La Chica Danesa, promete estar entre las grandes de Hollywood.

Eddie Redmayne es la segunda vez que trabaja con Hooper, anteriormente tenía un papel en Los Miserables donde destacó entre tantas estrellas por su voz. En esta ocasión su personajes tiene dos etapas, la primera una persona tímida, que no le gusta estar rodeado de mucha gente y amante del paisajismo. La segunda una persona segura de sí misma, que le gusta tratar con la gente y que no le importa la pintura. Interpreta a la misma persona pero con una gran diferencia entre sus personalidades, gustos y metas. Cuando vamos viendo esa evolución por parte de Einar, no podemos cuestionar la dificultad a la hora de interpretar este papel. Redmayne esta demostrando ser un actor camaleónico y con un gran talento interpretativo, esperemos que siga en esta línea y siga regalándonos grandes interpretaciones.

La química entre los dos personajes transmite que se esfuerzan en entenderse el uno al otro por el amor que se tienen. Aunque a muchos puede parecer que la actitud del personaje de Einar sea egoista en algunos puntos de la cinta, él hace todo por Gerda y al contrario, las cosas que hace Gerda por Einar. Ese amor que se tienen los dos personajes hace que esta película sea muy bonita.

El filme como hemos dicho brilla por sus interpretaciones, pero debemos advertir que esta película puede que no sea del gusto de todos, ya que puede maravillar o puede disgustar. Es una película que puede atragantarse a muchos de los espectadores, con esto no quiero decir que sea la mayoría. El ritmo puede decaer en algunos tramos y llegar a hacerse incluso larga, sobre todo en la parte final.

Conclusiones de La Chica Danesa

Hooper lleva de forma muy sutil y elegante un tema que todavía es cuestionado a día de hoy por mucha gente, como es el trasvestismo, en esta película romántica. Redmayne y Vikander, deslumbran con dos grandes interpretaciones, destacando el papel interpretado por Redmayne ya que es el más notorio durante toda la película.

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