La quinta ola. Crítica

La quinta ola

En un futuro no muy lejano, la historia de la humanidad ha cambiado radicalmente debido a una invasión extraterrestre cuyo objetivo es erradicar la población del planeta a través de las llamadas Olas o ataques sucesivos. La primera ola fue un apagón en todo el planeta, la segunda fue un tsunami gigantesco, la tercera una mortífera plaga mundial y en la cuarta ola un grupo de asesinos llamados Silenciadores se encargarán de cazar a los supervivientes. La película nos sitúa al principio de la quinta ola, donde Cassie trata de cuidar a su hermano pequeño en un nuevo mundo donde reina la desconfianza entre humanos y donde nada es lo que parece. Hasta entonces, Cassie no había sido más que una adolescente de 16 años con una existencia feliz junto a sus padres y su hermano pequeño Sammy, una chica popular enamorada de su compañero de instituto Ben Parish.

La quinta ola se basa en el libro del mismo título de Rick Yancey, otro ejemplo más de trilogía juvenil de acción y aventuras en un mundo distópico o postapocalíptico en la misma estela que “Los juegos del hambre”, “Divergente” o “El corredor del laberinto. Parece que los productores de Hollywood han encontrado un filón rentable en este tipo de productos de consumo adolescente, por lo que Sony Pictures adquirió los derechos de las aún inconclusas tres novelas de Yancey para su explotación cinematográfica esperando encontrar el éxito de sus predecesoras.

Tras un prometedor comienzo y planteamiento como filme de ciencia ficción con elementos fantásticos y extraterrestres, y una magnífica exposición en los prolegómenos de lo acontecido en las cuatro primeras horas (todo lo cual por cierto nos lo enseña el trailer), la evolución posterior de la película es totalmente decepcionante pues en detrimento de los elementos fantásticos, de los efectos catastróficos, del juego o reflexión sobre la supervivencia o las entidades ocultas, la película en cambio opta por inclinarse por el melodrama romántico adolescente -con triángulo amoroso incluido- de lo más tópico y convencional, dando lugar a escenas y diálogos sonrojantes por no decir hilarantes en su ridiculez.

La dirección corre a cargo de J. Blakeson (La desaparición de Alice Creed) que podía haber orientado el filme hacia temáticas sugerentes que están esbozadas en el planteamiento de la novela. Había mimbres para que la película desarrollara una interesante cinta de acción y aventuras, o un drama existencialista sobre la propia identidad -aparece muy lejano el recuerdo de la mítica “Invasión de los ladrones de cuerpos” en sus varias versiones-, o incluso para que sirviera de inicio para una loable saga de ciencia ficción que construyera con imaginación otra sociedad alternativa -cosa que sí ocurre en los Juegos del Hambre- e invitara a reflexionar sobre el poder, los medios, o la esencia de la supervivencia humana. Pero desgraciadamente nada de eso encontramos en el filme,  pues tras la primera media hora de efectos espectaculares, nuestras esperanzas se frustran y nos vemos obligados a soportar una película teen de lo más manido, con ridículas secuencias románticas, triángulo amoroso incluido, y secuencias de acción que recuerdan a los más simplistas videojuegos de la década pasada.

No obstante La quinta ola tendrá su público, el de las hordas adolescentes enamoradizas y poco exigentes, y es incluso hasta posible que se prolongue la saga hasta completar la anunciada trilogía dada la tendencia hollywoodense de exprimir hasta la última gota todo aquello que pueda producir alguna rentabilidad.

En el plano interpretativo es siempre un placer encontrarse a actores secundarios de la talla del imponente Liev Schreiber (al que recientemente hemos visto en su gran interpretación para la nominada para los oscars Spotlight) o la ya veterana y atractiva María Bello (Una historia de violencia, En tercera persona, Prisioneros) que realizan con oficio estos papeles alimenticios que nada aportarán a sus respectivas carreras y que más bien parecen utilizados aquí como reclamo.

El grupo de actores adolescentes está encabezado por la bella Chloë Grace Moretz (Si decido quedarme, Kick-Ass, Con un par, La invención de Hugo) que está labrándose una meritoria carrera, pero que aún se encuentra muy lejos del carisma de Jennifer Lawrence con la que inevitablemente hay que comparar, acompañada en el lado masculino por los actores Alex Roe (The Cut, The Calling) y Nick Robinson (Jurassic World) que se limitan a lucir palmito y a poner cara de sorpresa de vez en cuando.

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