Él Me Llamó Malala. Crítica

El 6 de noviembre llega a nuestras pantallas de la mano de 20th Century Fox el documental, Él Me Llamó Malala. Dirigido por Davis Guggenheim, que ya dirigió otros documentales como Una Verdad Incómoda, que le valió un Oscar de la Academia.

El documental narra cómo es la vida de Malala Yousafzai, la joven pakistaní que fue herida por un talibán por luchar por su derecho a la educación. Después de su recuperación continuó luchando por los derechos de una educación digna para las mujeres y los niños, a pesar de no poder volver a su país por amenaza de muerte de los talibanes.

La historia intercala imágenes de archivo, de cuando se dio a conocer a esta joven activista, con imágenes de su día a día y animación para explicar algunas partes de su vida y la convivencia con su familia. Desde un principio podemos observar que es una chica muy alegre, que quiere a su familia y le encanta estudiar (esto último se sabe por lo visto en las noticias o prensa escrita).

Malala junto a su padre, antes de ir a un congreso.

No estamos ante un aluvión que intenta sobreexplotar lo que supuso para ella y su familia el ataque que sufrieron por parte de los talibanes. También cuenta cómo todos estos sucesos afectaron a su familia, de tener que abandonar su ciudad de toda la vida por culpa de las amenazas. Cómo se han acostumbrado o se van acostumbrando a vivir en una ciudad tan diferente como es Londres.

Durante las entrevistas iremos conociendo a la familia Yousafzai, que aunque se centre más en la figura del padre, también nos muestra la relación que tiene con sus hermanos, que actúan como todos, haciendo de rabiar al más pequeño y eso da un toque de gracia y simpatía a la historia. Por otro lado nos cuenta la difícil situación de su madre que echa de menos su tierra natal, la dificultad de aprender un nuevo idioma para ella y la poca relación que tiene con otras personas que no sea su propia familia.

El documental se centra también en Ziauddin Yousafzai: el padre. Nos contará el vínculo que tiene con su hija, el porqué siempre ha creído en ella y cómo la ha educado. Su historia tiene partes donde cuenta problemas que tuvo en su infancia, de cómo luchó para solucionar esos problemas y cómo conoció a su mujer. Podremos apreciar el afán de superación y no rendirse que tenía a pesar de tener problemas, pero sin duda es de admirar la fe ciega que cuenta que ha tenido por su hija desde un primer momento.

Pakistán se volcó con Malala, cuando ocurrió el atentado.

Nos enseñan qué es para ellos ser musulmán, cómo es su forma de entender la religión y la que tienen los talibanes. Gracias a imágenes de archivo y momentos animados, comprobaremos la evolución del Valle de Swat, desde que llegaron al pueblo hasta ver lo fuerte y mandatarios que se volvieron.

Ya adentrándose en el ataque que sufrió, veremos momentos de cómo fue el ataque (parte recreada), cómo fue su recuperación y cómo después siguió luchando por los derechos de las mujeres y los niños para tener una educación. De ahí su cita en el discurso de la ONU:

“Un niño, un profesor, un libro y un bolígrafo pueden cambiar el mundo»

 

Conclusiones de Él Me Llamó Malala

Él Me Llamó Malala, nos muestra la vida cotidiana de la ganadora del premio Nobel de la Paz, cómo es la historia de su vida y que no parará de seguir ayudando a mujeres y niños a que tengan una educación.

Lo mejor:

Lo peor:

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