Los Miami Heat se han metido en la final de la Conferencia Este de la NBA tras vencer por 4-1 al equipo con mejor récord de la temporada regular, los Milwaukee Bucks del ganador de los dos últimos premios de MVP, Giannis Antetokoumpo.
El equipo dirigido por Erik Spoelstra ha hecho saltar por los aires todos los pronósticos NBA y ha acabado con las opciones del que, según las casas de apuestas, era el segundo máximo favorito al título, solo por detrás de Los Angeles Lakers de Lebron James y un poco por delante de Los Angeles Clippers de ese baloncestista biónico que es Kawhi Leonard.
El triunfo del grupo
Al principio de la temporada nadie contaba con Miami como aspirante a lograr el anillo de esta convulsa temporada 2019/2020, sin embargo, Spoelstra ha vuelto a demostrar que se trata de uno de los mejores técnicos de la NBA y ha construido un conjunto en el que casi todas las piezas se manejan en un nivel notable y el que tienen la responsabilidad del juego muy repartida entre todos sus hombres.
Incluso el jugador franquicia, Jimmy Butler, tiene un perfil coral, algo que no se suele ver mucho en el resto de jugadores franquicia, que exigen amasar mucho balón y jugarse muchos tiros. Lo que no quiere decir que Butler eluda su responsabilidad, al contrario. Butler es el primero en bajar al barro y reclama su dosis de protagonismo cuando es necesario, pero sabe darle su importancia y su momento al resto de compañeros.
Mención especial para la habilidad y los puntos de Goran Dragic y para la fuerza controlada de Bam Adebayo. Los triplistas Duncan Robinson y Tyler Herro suelen aportar soluciones brillantes desde el perímetro. Miami es un equipo en el que todos reman en la misma dirección y donde no parece haber lucha de egos. A Milwaukee la han eliminado a base de ahogar, con mucho esfuerzo y una brillante defensa, a Anteto, el verdadero generador de los Bucks.
El camino hasta el anillo
No lo tendrán fácil los pupilos de Spoelstra, a los que aún les queda la mitad del trayecto por recorrer. En la final de la Conferencia Este se medirán a un equipo que ha hecho del grupo su mejor arma, Boston Celtics. Los hombres de verde tienen una batería enorme de jugadores de perímetro y un perfil bastante similar al de Miami.
Si consiguen pasar a la final por el anillo, lo más probable es que allí se encuentren al equipo que aparece en todas las quinielas como el gran candidato al título, los Lakers, que tras diez temporadas fuera de los play-off, ha conseguido construir un equipo sólido que gira sobre dos piezas. Por encima de todos destaca Lebron James, uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto. Junto a él aparece el fichaje que ha permitido pasar a disputar el anillo, el ala-pívot Anthony Davis, uno de los jugadores interiores más determinantes de toda la liga.
Pero nadie puede asegurar que Lebron y sus compañeros de púrpura y oro vayan a estar en la final, ya que tanto Los Angeles Clippers como Denver Nuggets pelean por ser los campeones del oeste. Sea como sea, aún queda mucho juego que repartir y cualquier cosa puede pasar en esta NBA.