Negra, cuadrada y con la forma de los viejos PCs que distribuía Microsoft hace varias décadas. Ese es el diseño final de la tan esperada Xbox One. Recuerdo ahora las palabras de un amigo cuando Microsoft lanzó su primera Xbox, y él, como fan de Sony que se declaraba, dijo aquello de «burro grande ande o no ande«. Pues bien, dos generaciones después Microsoft lo ha vuelto a hacer. Y es curioso ya que con el éxito cosechado por el modelo Slim de Xbox 360, tomar este rumbo con Xbox One no deja de sorprender. Un diseño elegante y clásico, pero de tamaño un tanto excesivo. Eso sí, sus líneas rectas y color negro transmiten bastante más seriedad que cualquiera de sus predecesoras, con ese toque más propio de consola que tenían, colores chillones o luces que destaquen, no como el caso que nos ocupa. Es por ello que nos damos cuenta que Microsoft ha querido crear más bien un electrodoméstico para el hogar que una consola, el centro multimedia de Microsoft.
Evidentemente, tras ver tal diseño, muchas han sido las voces que se han alzado para criticarlo, más para mal que para bien, por ello la propia Microsoft ha explicado los motivos de elegir este aspecto final.
Carl Ledbetter, director creativo senior comenta que uno de los principales objetivos de diseño de Microsoft para el nuevo hardware fue la creación de un diseño discreto con el fin de atraer tanto a jugadores de la vieja escuela como a un público más amplio interesado en otro tipo de entretenimiento. Por este motivo tenemos este color «negro líquido» como Microsoft lo llamó durante las charlas con la prensa especializada a puerta cerrada. De este modo pretenden aunar los diseños futuros de Microsoft de manera más armonizada, y no tener dispositivos diferentes estéticamente entre sí.
Según Ledbetter, el equipo de diseño de hardware interno de Microsoft para Xbox 360 fue de dos personas, mientras que ahora ese grupo de trabajo consta de 27 personas dedicadas en detalles como la creación de un diseño de ventilación funcional en el lado derecho de la consola y crear la coherencia necesaria entre la consola y el controlador Kinect.
A diferencia de Xbox 360, Xbox One cuenta con el mismo logotipo de Xbox en la propia consola, Kinect y el controlador, y estos brillan de color blanco al comunicarse con el jugador, por ejemplo, cuando lancemos órdenes a kinect o encendamos la consola.
Microsoft sigue queriendo que el verde sea el color de principal de la marca para el nuevo hardware, mientras que para Kinect se descarta definitivamente el color púrpura. Si también os habéis fijado, desaparecen los cuatro cuadrantes que rodean el logotipo de Xbox tanto en la consola como en el pad.
Si nos centramos en el pad, el equipo de diseño también incorpora muchos otros pequeños cambios con el objetivo general de hacerlo más accesible y cómodo para las manos de más personas. En su mayoría son cambios sutiles y para su concepción se crearon más de 200 modelos en 3D para probar la postura y la orientación de las manos. Algunos de estos cambios también incluyen ocultar los agujeros de los tornillos en el exterior, adelgazar la batería en la parte trasera y el cambio del centro de gravedad del controlador para que sea más cómodo de sujetar. En lo que al pad se refiere, si es igual de cómodo que el de 360, estamos ante un gran accesorio.
«Se siente más ligero a pesar de que no lo es. Es interesante».
Otros ajustes incluyen la adición de un nuevo agarre en la superficie y textura en el borde de cada stick analógico, haciéndolos más fáciles de mantener para los jugadores que ponen el dedo en la parte superior y más duradero para los jugadores que los empujan a un lado. Véase que han tenido en cuenta a los jugadores que poco a poco fueron aportando ideas al diseño. Otro pequeño detalle a destacar es que cada botón es ahora transparente, siendo el color identificativo de cada uno el de la letra ubicada en su interior, nuevamente, para proporcionar algo más de seriedad al conjunto.
Aún viendo la postura de Microsoft de querer hacer un diseño más simple y estéticamente menos destacable sigue sorprendiéndonos su tamaño. Evidentemente se debe a la propia arquitectura de hardware de la consola. Solo falta ver la nueva PlayStation 4 para comparar tamaños, valga la expresión, y es que en el mundo de las videoconsolas “el tamaño también importa”.
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