Navidades casualizadas

Si sois personas que de cuando en cuando dedicáis algún minuto que otro a ver la televisión pública, hacéis zapping, y os dedicáis a echar «la mona en el sofá», tendréis la “suerte” de tragaros ver un montón de anuncios comerciales que tan necesarios son para las épocas en las que nos encontramos.

Estos anuncios tan simpáticos no hacen otra cosa que vendernos los productos estrella para regalar en el día del hombre gordo o el de los tres caballeros que montan en camello.

Hay algo que no se nos escapa a los amantes de los videojuegos, y es que por unas circunstancias o por otras las grandes compañías han decidido que la punta de lanza para estas fechas de sus catálogos sean sus controladores de movimiento.

¿Por qué regalar Move, Kinect o una Wii a los niños estas fechas?

Lo primero que está claro es que, cuando vemos un anuncio de por ejemplo un triple A de la talla de God Of War, sabemos que va dirigido a un público muy concreto, quizá demasiado, y sabiendo que ese tipo de consumidor se baña en la red de noticias diarias acerca de los lanzamientos que desea para estas fechas, las multinacionales saben que no necesita ver el anuncio para convencerse de comprar un juego u otro. Esto es solo útil en determinados lanzamientos.

Sin embargo, cuando tenemos un periférico que va como anillo al dedo para vender hardware, unas fechas en las que hay que regalar casi obligatoriamente, un público empeñado en regalar algo novedoso que no tiene mucha idea de tecnología, y un sector de la población que desconoce las virtudes-defectos de los controladores de movimiento, tenemos un cóctel la mar de jugoso para esta industria cada vez más ambiciosa.

Un ejemplo, el padre de familia que tiene dos hijos pequeños y ve este anuncio en televisión (pongo este por poner un ejemplo, hay decenas en internét):

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Tras el anuncio, si el padre no sabe de la misa la mitad, cree que está ante la panacea del siglo XXI. Normal que llegue el día de reyes con un Kinect bajo el brazo y evidentemente, consola y juego incluidos para toda la familia. Lo que no sabe es que probablemente con el paso de los días sus pequeños acaben jugando al Gears of War y el Kinect tan bonito que reconoce la voz y todas esas maravillas acabe cogiendo polvo en la estantería. Señores, estamos ante lo que podemos denominar un “vende consolas”. Lo mismo podemos decir de Wii y de Move.

El problema es lo que a los consumidores desconocedores de estos gadgets y consolas les viene encima. Suscripciones para jugar en red, (-papá es que si no tengo una cuenta en red no puedo jugar con mis amigos-) configurar los aparatos adquiridos, la complejidad de algunos juegos para los niños, etc., etc., puede ocasionar que las videoconsolas y periféricos comprados acaben guardados en un armario por varias circunstancias: 1) No tienen tiempo para jugar en plan “familia feliz reunida” como en la televisión, o incluso, cuando lo hacen, se desesperan, 2) No saben cómo funciona nada, 3) Les aburre y se dan cuenta de que no es tan bonito como pintaba.

Sea como sea, estamos ante unas navidades casualizadas. Por lo que no os extrañe ver que vuestros primos pequeños, familiares, amigos, etc., se suban al carro de los controladores de movimiento para, o bien quedarse en esta industria por mucho tiempo o por otro lado maldecir el día que compraron una consola que usan 20 minutos al mes.

Al fin y al cabo, la pela es la pela, y vender hardware para parar un tren en estas fechas es el mejor aliciente que puede tener una multinacional, independientemente de si el producto es fiel o no a lo que reflejan sus anuncios.

La conclusión final es que los anuncios y las ofertas que nos bombardean funcionan a las mil maravillas, servidor también ha picado, pero eso es otra historia que os contaré después de reyes.

 

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