Ahora que la franquicia Call of Duty está en tan buena posición, casi monopolizando el género de los FPS, nunca viene mal mirar al futuro, intentar ampliar los horizontes de la saga. Ya hemos visto cómo un simple título puede llegar a recaudar millones jugando fuera de su propio campo (¿os suena Angry Birds? Seguro que sí. Cada día Rovio vende toneladas de merchandising, e incluso ya está rodándose una futura película de animación), y cada vez más y más sagas famosas de nuestra industria se están adaptando a la gran pantalla.
Cuando jugamos una campaña de cualquier Call of Duty, lo primero que sentimos es que estamos dentro de una película. Tanto Treyarch como Infinity Ward han apostado de forma brutal por la acción hollywoodiense en sus proyectos, que ya se pueden clasificar sin miedo a equivocarse de superproducciones. Aunque, en principio, la idea de llevar esos magníficos guiones, y ese reparto de lujo (no olvidemos a los dobladores en V.O.) al cine no suena mal, Activision dice estar en contra de esta propuesta.
De hecho, Bobby Kotick, CEO de la empresa, sostiene que «las películas basadas en videojuegos raremente complacen a los fans devotos y puede mancillar la marca»
¿Significa esto que nos podremos morir sin ver una película de Call of Duty? Desde luego, no está entre los planes del gigante americano. Al menos por ahora, podemos seguir jugando partidas tranquilamente porque el juego no va a salir de nuestras consolas.