Omega Quintet. Análisis PS4

Idea Factory y Compile Heart han dado el último paso para demostrar que desde el lejano oriente se están adaptando cada vez más a nuestros esquemas de juego… o tal vez no. El juego del que vamos a hablar hoy se titula Omega Quintet. En él se nos narra una historia de devastación, lucha personal y superación continua. El mundo está cubierto por una niebla extraña denominada “Blare” que hace que todo ser que sea alcanzada por la misma sufra una transformación (por decirlo así) demoníaca. Solo las voces de nuestras protagonistas, las Verse Maidens (damiselas del verso) serán capaces de atravesarla. A simple vista parece que es una historia interesante y atípica pero nos vamos a encontrar con más de una sorpresa.

Oriente y Occidente

La eterna lucha entre los distintos gustos, las culturas, los modos de ser y el folclore se entremezclan y ciernen hasta en el mundo de los videojuegos. Muchas veces hemos encontrado productos de enorme calidad y prestigio que no han traspasado esa barrera que es la cultura de las naciones. Lo que para unos es arte, para otros es mero ruido (véase el ejemplo de algunas canciones del lejano oriente y la música que se escucha en el resto del mundo).

Que un juego tenga la facilidad de ser adaptado y asimilado por todos es algo realmente complicado y nos preguntamos: ¿Ha intentado Compile Heart con este su primer juego para PlayStation 4 solventar esta situación? ¿Éxito o fracaso? El tiempo lo dirá, por lo pronto vamos a desmenuzar un poco lo que hemos podido ver.

¿Puedes mover esto, PlayStation 3?

Sí, se lo estamos preguntando a Playstation 3. Está claro que es un juego extenso en el que hay muchas animaciones, muy nítidas y bien elaboradas pero en algunas zonas, como por ejemplo las oficinas de nuestras heroínas o en las mazmorras advertimos un nivel de detalle muy escaso con gráficos planos aunque, eso sí, coloridos. El dibujo Cel Shading en sí es correcto y nunca nos vamos a quejar porque un buen RPG no lo marca su aspecto visual, si no la historia que nos quiere contar, pero sí que agradeceríamos algo de profundidad en las mazmorras y sus entornos.

Sabemos qué nos vamos a encontrar pero si diesen un paso adelante, lograrían muchísimos mejores resultados. Estando en la generación de los gráficos explosivos, se puede decir que son frescos y dinámicos pero también algo desfasados. El título corre a unos más que respetables 60 frames por segundo pero la calidad y detalle de estos no es equiparable a otros juegos del mismo género como Final Fantasy Type-0 HD o incluso el próximo Final Fantasy XV.

Las divas de la canción

En un juego en el que las protagonistas son un grupo de “idols”, de cantantes, que luchan por salvar el mundo. Si nos gusta la música de corte pop japonesa, vamos a disfrutarlo de lo lindo. Si no es el caso os recomendamos que, si lo vais a jugar, tengáis preparada vuestra propia lista de canciones porque van a ser una constante en el juego.

Todos conocemos títulos como Hyperdimension Neptunia o Fairy Fencer F, pues el estilo musical se va a asemejar mucho a estos títulos, pero con un pequeño twist enfocado más a otros juegos como Project Diva. No son melodías repetitivas y de hecho son muy animadas, pero escuchar el mismo tipo de música continuamente puede resultar algo cansino y monótono.

Las chicas son guerreras

El apartado jugable es lo más jocoso y tal vez interesante al mismo tiempo. Omega Quintet, a diferencia de los juegos antes mencionados, es un RPG clásico; a la antigua usanza. Tenemos un equipo de protagonistas, las Verse Maidens, que tendrán la oportunidad de atacar por turnos a sus enemigos encadenando una larga serie de movimientos, “skills” y demás posibilidades. Si alguno de vosotros ha jugado a Final Fantasy X, la barra de orden de comandos es bastante similar. Los combates van a ser siempre retransmitidos como si de una serie de televisión se tratara y nuestras heroínas, dependiendo lo bien que lo hagan, lograrán más puntos de experiencia, aumentos en el medidor Voltage o simplemente la consecución de un combo excelente y muy destructivo. Lo realmente importante de este juego es el sistema de armonías, ya que es la parte más estratégica del propio título. Ordenando los ataques de nuestras “maidens” lograremos crear unas series de golpes que pueden ser, con mucha experiencia y práctica, mortales de necesidad.

En un juego de estas características la parte más importante es la historia y la verdad es que es bastante básica. Si os gustan las bromas eróticas o incluso pervertidas este es vuestro título. Si por el contrario buscáis un título serio y clásico, esta no será vuestra mejor opción. De todos modos hay algunos elementos que os pueden esbozar alguna que otra sonrisa como por ejemplo el «jueguecito» con la cámara. Si quisiéramos, por cualquier motivo, bajar el ángulo de la cámara, nuestras protagonistas se ruborizarán y no nos dejarán girar más, ya que piensan que queremos ver su ropa íntima. Además de eso durante las peleas nuestras heroínas pueden perder sus ropajes. ¿Perder sus ropajes? Sí, habéis leído bien. Los enemigos pueden romperles sus atuendos y si reciben muchos golpes, pueden quedarse en paños menores. Si queréis probarlo, en algún que otro momento os reiréis, pero tras varias horas de juego en vez de sacaros una sonrisa, todas estas situaciones nos pueden llegar a cansar.

El juego no ha llegado ni traducido, ni doblado al castellano. Algo que es una auténtica lástima porque cierra las puertas a un espectro muy grande de jugadores y más teniendo en cuenta que la historia que se narra debería ser su punto fuerte (a pesar de que no sea gran cosa). Multitud de diálogos, de chistes verdes y situaciones escandalosas será lo que nos encontremos en Omega Quintet. Si a eso le añadimos un sistema de misiones bastante repetitivo, no es un título que querremos jugar de nuevo. Está claro que en un proyecto de estas características la desarrolladora ya arriesga lo suficiente exportando la aventura a occidente, pero si diese un paso adelante estamos convencidos que los juegos de Idea Factory y Compile Heart llegarían a un rango mayor de espectadores.

Conclusión

Idea Factory y Compile Hearts no se salen de su rutina y nos dan un juego sencillo, muy característico de la compañía y que hará felices a los fans de grupos de música pop japonesa. Con toques similares a bandas reales como ABK48 o digitales como Project Diva, Omega Quintet es la primera apuesta por este género en PlayStation 4. Fórmula un tanto temeraria pero como todo en esta vida: “el que no arriesga no gana”.

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Lo peor:

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