Opinión: Los cambios de la saga Final Fantasy

El presidente de Square Enix ha afirmado recientemente que el MMORPG Final Fantasy XIV «ha dañado la marca Final Fantasy». Lo cierto es que Final Fantasy XIV salió al mercado con fallos de fábrica, lo que ha provocado la aparición de múltiples actualizaciones. Se espera que la versión de PS3 no cometa los errores de su predecesora. También ha afirmado que no todos los Dragon Quest posteriores al X serán online, sino que también continuarán con la saga clásica.

Una cosa ha quedado clara: Square Enix se ha dado cuenta de que están perdiendo el rumbo. Pero eso no es reciente. Y es fácil apreciar la evolución de su saga más famosa, que para muchos ha ido a peor.

Los primeros Final Fantasy eran RPGs de la vieja escuela, de mecánica sencilla pero efectiva. Los juegos tuvieron gran éxito (Final Fantasy I salvó a Square de la quiebra). Sin embargo la historia estaba llena de tópicos, y no tenían la profundidad argumental que tienen ahora. El cambio comenzó con la cuarta entrega, que nos presentaba una historia más adulta, con personajes carismáticos (como Cecil y Kain), y con algunos giros inesperados. Pero fue en Final Fantasy VI cuando estas características culminaron. Este Final Fantasy, considerado como el mejor de los clásicos, nos trajo una gran variedad de personajes y una historia interesante, de ambientación steampunk. Además, su villano, Kefka, es digno del recuerdo.

Tras este gran juego, la saga de Square estaba en el mejor momento. Prueba de eso es la trilogía de PSX. Quizá su entrega más famosa es la séptima, pero los tres son dignos de ser jugados, y gracias a ellos se recuerda a personajes como Cloud, Sephiroth, Squall, Rinoa o Yitán.

El último Final Fantasy que salió antes de la fusión con Enix fue el X. Al carecer de mapamundi fue tachado de lineal, pero su historia, jugabilidad y su inolvidable banda sonora hicieron que fuera uno de los mejores juegos de PS2. Sin embargo, Square rompió una de sus reglas básicas después de este juego: lanzó una secuela directa, Final Fantasy X-2. Este juego, a pesar de tener un buen sistema de trabajos, fue criticado por su historia, mucho más simple que la del anterior.

Después, Final Fantasy XI salió al mercado como el primer Final Fantasy online. El juego era bueno, pero gustó más a los fans de los MMO que a los de la saga, y cambiaba totalmente la mecánica de juego. Final Fantasy XII fue la siguiente entrega. Fue uno de los juegos más criticados, ya que su sistema de combate experimentó un cambio radical; ahora se podía luchar con acciones programadas (gambits). La historia era interesante, de intrigas políticas, pero se alejaba demasiado de lo que habían sido los juegos anteriores.

El paso de Final Fantasy a la next-gen llegó con Final Fantasy XIII. La excesiva linealidad del juego hizo que le llovieran las críticas, y por eso este juego, a pesar de contar con una historia interesante y enrevesada, no estaba al nivel de lo que se esperaba. Ahora Square (tras su segunda experiencia con el online) ha anunciado la secuela de Final Fantasy XIII. Con ella pretenden corregir los aspectos negativos del juego anterior.

¿Cuál ha sido el problema? ¿Comenzó con la fusión entre Square y Enix? ¿Fue la industria del RPG japonés, que entró en declive? ¿O fue su afán de mejorar los juegos gráficamente y de sacar secuelas y spin-off en vez de centrarse en la jugabilidad? El caso es que la evolución negativa de la saga es muy clara. Antes un nuevo Final Fantasy era un juego triple A. Ahora, sin sacar malos juegos, muchos no pasan de correctos. Y es que para muchos fans de la saga convendría una vuelta a los orígenes, y un lavado de cara y, ¿por qué no? el esperado remake de Final Fantasy VII.

Personalmente creo que las declaraciones del presidente de Square significan que se han dado cuenta de sus errores, y que ante todo pretenden mejorar sus juegos.

Salir de la versión móvil