Persona Q: Shadow of the Labyrinth. Análisis 3DS

Es la primera vez que vemos a la franquicia Persona pisando una consola de Nintendo, aunque esta vez se trata de un spin-off basado en la saga, así pues los que nunca la hayan jugado o no dispongan de una 3DS pueden estar tranquilos ya que el argumento no tendrá una importancia transcendental.

En Persona Q podremos elegir ver la historia desde dos puntos de vista, eligiendo entre el protagonista de Persona 3 o el de Persona 4, jugando con personajes de uno u otro juego, cada grupo con su punto de vista o conversaciones y acontecimientos especiales. Además de los personajes de ambos títulos, contaremos también con personajes propios de este spin-off como son Rei y Zen; ambos cuentan como uno a la hora de jugar y tienen algunas características especiales, como por ejemplo que no tienen Persona asignada ni se les pueden asignar Sub-personas (de lo cual hablaremos más adelante), pero que tienen personalidades muy diferentes y subirán de nivel cada uno por su lado, consiguiendo sus propias habilidades.

Así pues comenzaremos nuestra aventura en el instituto, donde se celebra una fiesta, pero nuestros protagonistas se encontrarán con acontecimientos muy extraños en dicho lugar, y aparecerán diferentes laberintos a modo de mazmorras con varios niveles que deberemos de superar.

Mezcla casi perfecta

Atlus es la encargada de traernos Persona Q: Shadow of the Labyrinth, y como tal han querido hacer una mezcla de dos de sus sagas más conocidas: Persona y Etrian Odyssey. De este modo, recorreremos los laberintos como en la saga Etrian Odyssey, en primera persona y dibujando en la pantalla táctil de nuestras 3DS el mapa que vamos recorriendo, no olvidándonos de apuntar cualquier información relevante que nos vayamos encontrando, ya que es bastante fácil perderse por los mapas.

Los laberintos son muy grandes, constando de varios niveles, bastante extensos todos ellos. Eso sí, nos encontremos varios lugares por donde pasar de una zona a otra dentro del mismo piso, pudiendo saltarnos un buen trozo de mapa, pero hay que tener en cuenta que solo se podrá hacer esto si ya hemos pasado por ambos sitios, por lo que nos vendrá muy bien para volver a recorrer el laberinto, o por si hemos tenido que salir y volver a entrar. Si salimos de él también podremos elegir si empezar desde el inicio de la mazmorra o hacerlo desde la última planta que hayamos visitado, algo que sin duda también ayudará mucho para no hacer del juego un tedio.

Nos saldrán al paso y de forma aleatoria infinidad de monstruos con los que combatir, aunque para saber en qué momento nos van a atacar contaremos con un medidor de cercanía que se pondrá rojo si vamos a tener una lucha inminente. Los combates se desarrollan por turnos, de forma que en nuestro equipo podremos llevar un máximo de 5 componentes a los que deberemos de dar las órdenes para enfrentarnos a los enemigos (también contaremos con la ayuda de un personaje especial que podremos “invocar” para que restaure la salud de nuestro equipo).  En el propio combate  formaremos en dos líneas: la frontal en la que los personajes deberán poder atacar cuerpo a cuerpo, y la trasera donde estarán situados los personajes que atacan a distancia y que aguantan menos los golpes.

Al terminar los combates los personajes que hayan participado en él conseguirán experiencia y también objetos. Es muy importante conseguir el mayor número posible de objetos, ya que luego podremos venderlos y conseguir dinero con lo que curar a nuestro grupo, comprar  otros objetos que nos sean útiles o mejorar sus armas y armaduras. Todo ello podremos hacerlo una vez estemos fuera del laberinto, de vuelta en el instituto, en unas salas especiales para cada una de estas acciones.

Sub-personas, ese  pequeño gran aliado

Cada uno de nuestros personajes cuenta con una Persona asociada, que no podremos cambiar durante la partida, y que tiene sus propias habilidades que nos ayudarán en los combates. Pero la novedad que incluye Persona Q es que sí podremos asignarles Sub-personas a cada miembro de nuestro equipo, que también cuentan con sus propias estadísticas y habilidades, y que podremos intercambiar entre personajes si así lo deseamos. Las Sub-personas también subirán de nivel y conseguirán más habilidades con la experiencia que ganen en las luchas, e incluso podrán salirnos otras nuevas al terminar los combates. Tendremos la opción de acudir a la sala Velvet para poder fusionar Sub-personas y con ello dar lugar a otra más poderosa y que nos sea más útil, aquí encontramos el componente estratégico del juego, valorando qué nos conviene más según la situación.

En Persona Q: Shadow of the Labyrinth los diálogos serán una tónica continua en la jugabilidad, con muchas de las conversaciones con un importante toque de humor y que los seguidores de la franquicia Persona sabrán apreciar especialmente. No obstante encontramos dos hándicaps, y es que algunas de estas conversaciones se hacen demasiado arduas y no tienen peso real en la trama; por otro lado, no viene traducido al español, por lo que todo aquel que no se desenvuelva medianamente bien con el inglés no podrá disfrutar igual del título.

Atlus ha hecho una gran labor adaptando el estilo de Persona en Nintendo 3DS, ya que ahora los personajes lucen en modo chibi, pero siendo fácilmente reconocibles y dotándolos de un aire atractivo pero muy diferente a lo que estábamos acostumbrados.  Con escenarios bastante conseguidos para ser un juego de estas características y un diseño de enemigos bastante original.

En combates se ha sabido implementar bien la vista en primera persona inicial con el contraste de que nos salgan en pantalla los personajes o sus Personas cuando van a realizar un ataque, y que hace que nos resulte más espectacular.

Pero por si algo destaca Persona Q y de un modo muy positivo es por su excelente banda sonora, muy buena. Acompañada de sonidos bien recreados y voces en cada una de las conversaciones que nos salen al paso, aunque eso sí, en inglés.

En Persona Q: Shadow of the Labyrinth nos encontramos con una mezcla casi perfecta entre las sagas Persona y Etrian Odyssey, con una buena jugabilidad y muy divertido. Sin embargo, sus conversaciones densas y en completo inglés, junto con el poco atractivo argumental le quitan puntos a lo que pudo haber sido un juego casi perfecto para la portátil de Nintendo.

Lo mejor

 

Lo peor

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