Pure Farming 2018. Análisis Xbox One

Con la resaca de Eurovisión tan reciente, hoy recuerdo una frase de Joe Perez-Orive a Alfred, uno de los representantes de nuestro país en el festival, que decía “en tiempos de Reggaeton, tú tocas el trombón”.

Esto que, en un principio parece que no tiene sentido, me ha servido como comparativa del juego que analizamos hoy, y es que estamos hablando de Pure Farming 2018, quien en tiempos de shooters, sandbox y battle royals, nos ofrece una experiencia mucho más tranquila y alternativa, poniéndonos al frente de nuestra propia granja en una experiencia de simulación tan fiel que incluso puede jugar en su contra.

La competencia granjera

Desde hace unos años, con Farming Simulator como gran exponente, ha habido un crecimiento importante en el género de la simulación granjera, y es que casi todos los años recibimos nuestra ración del título de Giants Software, quien abastece de manera notable a ese pequeño nicho de fans del trabajo del campo.

Viendo que todavía queda sitio para uno más, los chicos de Ice Flames y Koch Media han decidido adentrarse en el mercado con este Pure Farming 2018, un juego previsto para el año pasado, pero que finalmente se decidió pausar y que llegara en la primera mitad de este 2018 ofreciéndonos una alternativa bastante sólida.

La vida del campo

La premisa habitual de estos juegos es muy sencilla, al igual que la inmensa mayoría de los simuladores económicos, ya que no es otra que ganar el mayor dinero posible optimizando nuestros recursos físicos y nuestro trabajo. La buena organización unida a una inversión eficiente será la clave del éxito en un juego en el que no podremos ganar como tal, sino regodearnos en nuestra calidad como empresarios agrícolas y ganaderos.

Para ello, Pure Farming 2018 nos ofrece tres modos de juego, dos de ellos muy similares entre sí, que son el modo historia, en el que se nos plantea un pequeño contexto en el que nuestro abuelo ha fallecido y nosotros nos trasladamos a su granja para ponerla en marcha de nuevo, y el modo libre. En ambos el objetivo será el mismo, amasar riqueza, aunque con el pequeño matiz de que en el primero tendremos una deuda contraída que tendremos que ir pagando. El otro modo es el desafío, bastante similar al resto pero que al menos nos planteará lograr unos objetivos en un tiempo determinado y contra situaciones complicadas como sequías e incendios.

Como ya supondréis, la jugabilidad no es apta para todos los públicos, ya que la vida del campo requiere paciencia, y organizar nuestras hectáreas agrícolas y ganaderas de una forma decente requerirá de muchas horas de nuestro tiempo, y sobre todo mucho tiempo de aprendizaje, ya que, aunque el juego se muestra colaborador con sus tutoriales, la optimización requiere de ensayo y error, mucha visualización de información y tener presente ante todo nuestras cuentas, la rentabilidad de nuestro bienes, e incluso la fluctuación del mercado de los cultivos y los productos de origen animal.

Uno de los puntos fuertes del título es la diversidad que nos ofrece, tanto en su localización, ya que dispondremos de Montana, Japón, Colombia, Italia y Alemania, con su respectiva fauna y flora, para establecer nuestra granja, como en la cantidad de maquinaria, y es que podremos disfrutar de una buena cantidad de vehículos agrícolas de marcas licenciadas tan conocidas como Mitsubishi, DAF o Landini.

Un territorio abandonado

Sin duda Pure Farming no es un triple A en lo que a desarrollo se refiere, y esto se hace bastante palpable en su apartado gráfico, con puntos muy logrados y con un nivel de detalle excelente, y otros bastante más descuidados.

El título de Ice Flames tiene un trabajo realmente notable en el apartado de las máquinas y vehículos de granja, y es que el hecho de tener las licencias de estas, parece que les han motivado a ser bastante fieles al diseño original de las mismas.

Ahora bien, el problema viene en el diseño del entorno, y es que, aunque entendemos que el campo no es un lugar especialmente repleto de actividad, notamos que los escenarios están especialmente vacíos, como faltos de vida, haciéndose demasiado monótonos.

Respecto al apartado sonoro, contamos con textos en español y con la posibilidad de escuchar nuestra música mientras realizamos nuestra jornada laboral. Por lo demás, la verdad es que apenas podemos mencionar nada destacable al respecto.

Conclusiones Pure Farming 2018

Aunque pudiera parecer un nicho de mercado bastante pequeño, la verdad es que el creciente número de fans en los últimos años ha hecho que Pure Farming 2018 haya llegado al mercado a luchar con uñas y dientes para arrebatarle su sitio a Farming Simulator.

Lógicamente estamos hablando de dos propuestas muy parecidas, sin embargo, la profundidad de este, y sobre todo la variedad de ambientes y localizaciones, consiguen que funcione como un digno rival y como una alternativa muy sólida.

Ahora bien, hay que recordar siempre que estamos ante un juego de simulación lenta, tediosa si no te gusta el género, por lo que a pesar de que dentro de su género es una buena propuesta, es complicado recomendar a cualquiera, por lo que recomendamos probarlo previamente siempre que sea posible.

 

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