Razer Carcharias. Análisis

Razer Carcharias, un headset que viene para escuchar música, ver películas y sobre todo acompañarnos en las largas horas de vicio de nuestros juegos favoritos. En un primer vistazo los Razer Carcharias se ven bien (muy bien), son un periférico que entra por los ojos. Pero ¿cumplirá nuestras expectativas?

Antes de empezar a hablar de cómo se adaptan a nuestras cabezas y de la comodidad con la que insultaremos a los que nos matan u oiremos los insultos de los que matamos os dejo las especificaciones que seguro os interesan.

Audífonos:

Micrófono:

Requisitos de hardware:

Presentación

Para empezar, como ya he dicho al principio, los cascos vienen muy bien presentados. Llama bastante la atención sus grandes orejeras (que no orejas – ¿un headset con orejas?), algo que agradeceremos bastante. Más adelante explicaré la razón.

En cuanto a conexiones tendremos las típicas: la de los audífonos, la del micro y una USB. A mitad del cable el control, para cambiar el volumen o activar/desactivar el micrófono de una forma cómoda y sencilla.

Como habéis podido leer en las especificaciones traen un cable de 3 metros que hará que nos podamos mover por toda la habitación con tranquilidad de no arrastrar con nosotros el portátil o la consola. Los conectores son los Jack de 3,5 mm (vamos, los de siempre) diferenciando por colores el del micrófono y el de los audífonos.

El headset es graduable, tiene los típicos soportes metálicos deslizantes con los que podremos ajustarlos; eso sí, no podremos ajustarlos tanto como el micrófono (más adelante lo explico), este movimiento está más limitado.

Además de headset en sí nos traen todo el cableado necesario para conectarlo ya sea al PC o a la Xbox, junto con unas instrucciones en español en la que nos explican todo tan bien que hasta un niño de 5 años podría enchufarlos. Como detalle tengo que mencionar que también vienen dos pegatinas con el logo de la marca, una de las cuales ya luce en mi portátil.

Audífonos y micrófono

Los audífonos vienen forrados con una malla metálica, resistente a bastantes golpes además nada llamativos. En el centro nos encontramos el logo de la compañía que se ilumina cuando tengamos el headset conectado al equipo. Un detalle bastante común en este tipo de periféricos.

Interiormente, al ser tan grandes, los audífonos van rodeando la oreja en vez de sobre ésta. Algo que agradeceremos, nuestras orejas no sufrirán nada aunque llevemos días con ellos puestos.

El micrófono es ajustable, con un ángulo de giro de 270 grados, algo que el Profesor Quirinus Quirrell agradecerá pero en nuestra opinión “sobran grados”. El filtro anti ruidos es simplemente genial, al escucharnos tras grabarnos con él y pensar “esa no puede ser mi voz” echarle la culpa al ruido de fondo quede descartado. Admítelo, tu voz es así de rara y punto. Con un diseño simple hará que, al igual que con los audífonos, nos olvidemos de que los llevamos puestos, cuidado al beber.

Por último, la diadema (sí, esa cintita que une el audífono de la derecha con el de la izquierda) viene acolchada por el interior haciendo que no notemos nada (independientemente de si tenemos o no pelo en la cabeza).

Conclusión

Para resumir, nos encontramos ante un headset perfecto para el día a día a un precio bastante asequible (79,99€). Como he dicho arriba nos acostumbraremos a ellos muy rápido, nada más los usemos 10-20 minutos olvidaremos que los llevamos puestos y conseguirán que ya no queramos usar otra cosa. ¡No sin mis Razer Carcharias! ¿Carcha qué? Carcharias.

El headset ideal creado para gamers por gamers (o «For Gamers. By Gamers» como dice el eslogan de Razer).

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