Resident Evil 4. Análisis PS4

Resident Evil 4

Hoy, gracias a Koch Media, echamos la vista atrás en Game It para analizar un juego que nació allá por el año 2005 para Game Cube, y que, tras numerosas versiones y remasterizaciones, acaba de aterrizar en PS4 y Xbox One. Como ya podéis imaginar, estamos hablando de Resident Evil 4, el gran título de Capcom que dio un giro de tuerca a la saga llevándola por el camino actual. Ahora llega a la generación con gráficos renovados pero con la misma esencia que lo hizo tan especial.

España: Tierra de zombis

Resident Evil 4 es probablemente el título de la saga que más recordamos en nuestro país, y es que en esta ocasión el terror llegaba a España, aunque de una manera un tanto «inexacta», hasta el punto de convertirse en una gran parodia. Sin duda un trabajo de localización bastante nefasto que se perdonó por lo cómico del asunto.

En esta ocasión nos volvíamos a poner en la piel de Leon, protagonista habitual de la saga, que tras salir airoso de Racoon City ahora llegaba a un pueblo de la península ibérica a luchar contra Lord Saddler y su secta de Los Iluminados, seres infectados por un insecto denominado «ganado».

En un entorno tan hostil, y con la única compañía de dos agentes de la Guardia Civil, nuestra misión será rescatar a la hija del Presidente de los Estados Unidos, siempre luchando con aldeanos infectados y grandes hombres con sierras mecánicas, sin duda una imagen ya mítica del género de terror.

Abriéndose paso a tiros

La saga Resident Evil nació fundamentalmente como un survival horror en el que primaba la supervivencia frente a la acción. Pues bien, este RE 4 supuso un cambio radical en este tema y ahora los tiros eran omnipresentes, aunque dado el argumento podemos reconocer que es una evolución necesaria.

Este juego también resultó ser un referente para la industria, y es que aportaba una nueva forma de control ya que ahora teníamos una vista en tercera persona, con una cámara que se situaba tras el hombro cuando disparamos. Esto es algo muy similar a lo que podemos ver en juegos tan emblemáticos como Gears of War o Dead Space por ejemplo.

Resident Evil 4 es un título bastante lineal y con acciones muy guiadas, sin embargo no por esto deja de ser divertido, ya que Capcom introdujo en él una serie de elementos que otorgaban cierta variedad a la jugabilidad. Una buena variedad de QTE, correr, escalar, romper cristales, partes más sensibles donde disparar a los enemigos, controlar a Ashley… todo eso ofrecía cosas nuevas a una saga que sacrificó esencia a cambio de otros puntos de vista. Eso sí, elementos reminiscentes de otras entregas como movernos mientras apuntamos se mantuvieron, aunque sería eliminado en la siguiente entrega.

Una década de cambios

Tal y como pudimos ver en las múltiples reediciones que fueron llegando a las distintas consolas, Resident Evil 4 está ahora en la generación actual con la campaña original (incluyendo un modo aún más difícil) la aventura de Ada Wong y los Mercenarios. Todo esto nos da unas 10-12 horas de juego de historia principal, además los distintos secretos, armas y las historias de nuestros personajes que aportarán un poquito más de duración si queremos tener el 100% del título.

En lo que al apartado técnico se refiere, estamos ante una edición muy competente, que se comporta con total fluidez, sin caídas de FPS ni ralentizaciones pase lo que pase en pantalla. Sin duda estamos ante la mejor versión, junto a la anterior de PC, vista hasta la fecha.

Visualmente estamos ante una remasterización muy bien hecha capaz de moverse a 60 FPS y con una resolución de 1080p. Aunque se nota el paso de los años, las texturas están muy bien trabajadas, tanto en los personajes como en los escenarios.

Por último, decir que el apartado sonoro sigue sufriendo los grandes defectos de antaño, basados en una localización horrible con españoles rurales hablando en latino. Además contamos con subtítulos en español y voces en versión original.

Conclusión de Resident Evil 4

Ya ha pasado más de una década desde que Resident Evil 4 se estrenó en Game Cube, y desde luego su llegada a la actual generación le ha sentado realmente bien. Mismos contenidos y misma esencia, pero con un apartado técnico y visual a la altura de las mayores expectativas.

Tanto si disfrutamos de su versión original, como sobre todo si no lo hemos hecho, este Resident Evil 4 es una compra muy a tener en cuenta para vivir el miedo y la tensión de  la mano de una de las sagas más relevantes del mundo de los videojuegos.

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