Retro Games #25: Blam! Machinehead, análisis Sega Saturn

Versión analizada: Sega Saturn.

Bienvenidos todos a una nueva entrega de nuestra sección retro donde en una ocasión más os acercamos a las dulces mieles del pasado para rescatar uno de esos títulos de obligado juego para aquellos que se consideren reales gamers.

En esta ocasión hemos desentrañado un título añejo propio de la generación de los 32 bits, aquella en la que PSX y Sega Saturn se daban de leches para controlar un mercado en auge que empezaba a demostrar lo que se nos venía encima. Posiblemente una de las mejores generaciones, no solo en diversión sino en títulos extraordinarios, ya que el salto cualitativo de los 16 bits a los 32 fue más que palpable.

Uno de aquellos juegos fue Blam! Machinehead, desarrollado por Core Design en 1996 y distribuido por Eidos Interactive (creadores de Tomb Raider, de hecho, se palpan algunas similitudes en el diseño) para las plataformas PSX, Sega Saturn y PC.

¿Queréis saber más de Blam! Machine Head y el veredicto de este retro-análisis? Tras el salto un título de los 32 bits solo apto para los amantes de la acción.

El mundo ha sido destruido por un virus de ingeniería biomecánica y los mejores científicos del mundo no han podido detener ni arreglar este problema. Machinehead, un trastornado científico, ha mezclado su propio ADN con nano-máquinas para causar estragos en una escala masiva. Es aquí donde aparece la Dra. Kimberly Stride y su asistente Orville McCandle, que obliga a la doctora a vestirse con una especie de traje de PVC y montarse en un avanzado prototipo de aerodeslizador nuclear equipado con suficiente armamento para volar un continente. El problema que tiene Kimberly no es solo sobrevivir a la amenaza, si no evitar salir volando por los aires, ya que su hermano destruirá el aerodeslizador y si ella fracasa.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=KDc4wjXjA5c’]

Gráficos

Recordando que se trata un juego de los 32 bits hay que tener en cuenta las limitaciones de la época. Aún así no es un título que exprimiera nuestras máquinas de por entonces ya que nos daremos cuenta de que los modelados que luce el juego no son todo lo que cabe esperar de esa generación, pero rompemos una lanza a favor ya que es de esos título que llegaron a mediados de la vida de estas consolas. De todos modos hace alarde de efectos varios significativos como partíuclas, luces y sombras, así como entornos de gran tamaño que para los gamers de por entonces nos parecían asombrosos. Las cinemáticas, al más puro estilo Core (similares a las del primer Tomb Raider) gustan, no solo por lo maja que está la Doctora Kimberly, sino además, porque nos van relatando poco a poco el devenir de los acontecimientos. Unas secuencias con buen acabado que encajan a la perfección dentro del título.

Música y Fx

En este aspecto el juego no decepciona. Unas músicas de corte frenético adecuadas para el título donde la que más destaca es la de la cabecera del título. Si escuchamos su banda sonora nos daremos cuenta de que se tratan de unas piezas con bases electrónicas que encahan con este juego apocaliptico sumido por la tecnología. Pero tampoco defraudan para aquel entonces los efectos sonoros. Ametralladoas escupiendo plomo, misiles detonando, ruido, viendo, gritar de enemigos… todo encaja bien dentro del marco del juego. No es lo más destacable del juego, pero al menos no nos decepcionará en este ámbito y no hará que pongamos el “mute” y reproduzcamos algún disco ajeno como habremos tenido que hacer con más de un juego donde los sonidos y la música son monótonos a más no poder.

Os dejamos con el tema inicial del juego, si os gustan los temas electrónicos os gustará.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=wm1z_hrNWA4′]

Jugabilidad

El juego básicamente es un shooter en primera persona, solo que no vamos caminando como estamos acostumbrados, ya que vamos sobre un aerodeslizador como anteriormente hemos explicado. Eso hace que la jugabilidad varíe enormemente ya que el hecho de movernos “volando” lo hace extremadamente frenético. Altas velocidades por autovías destrozadas, paramos desérticos y antiguas construcciones en ruinas repletas de enemigos nos esperan a nosotros y a nuestro temible armamento.

Explorar esos escenarios armados hasta los dientes con ese vehículo tan extraño se hacía agradable, no solo por poder volarle los sesos a los enemigos a balazo puro, sino además, por lo frenético del combate. Como su propio nombre indica, ¡¡BLAM!!, es un no parar, y los botones de los pads chasqueaban más que con un juego de lucha.

En principio contamos con un par de ametralladoras de gran calibre que disponen de munición infinita. La primera vez que las descargamos sobre un enemigo probaremos las mieles del exterminio. Simplemente es brutal y adictivo. A medida que avancemos por el título encontraremos nuevos dispositivos para volar por los aires a nuestros enemigos. Desde misiles tierra-tierra, pasando por otros de fijado automático, pequeñas cabezas nucleares, hasta llegar a un dispositivo que hará que cualquier “bicho” a la redonda nos tema más que al mismísimo THOR.

Los enemigos son de lo más variopintos. Sabemos que el mundo ha sido absorbido por millones de nano-máquinas que transforman todo a su antojo, por lo que las criaturas resultantes de esta especie de “virus” son realmente extrañas. Desde arañas gigantes que lanzan esporas hasta cyborgs de tamaño descomunal. A cada enemigo su dosis de plomo. Pero lo entretenido del juego no es solo hacer morder el polvo a nuestros contrincantes, sino además ir resolviendo pequeños puzles para poder avanzar, localizando llaves, desviando rutas, activando pasadizos. Todo lo necesario para llegar a MachineHead y hacerle volar por los aires para acabar con la amenaza que extermina el mundo, eso o ver como Kimberly explota, cosa poco agradable ya que la muchacha mal no está (digamos que core supo distribuir muy bien los polígonos).

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=SD222j-_gkU’]

Modos de juego y online

El online de esta época era nulo, pero por aquel entonces no era necesario para nada. Son embargo el juego no tiene modo para dos jugadores, aun así tampoco se echa en falta. Con el modo campaña para un jugador tenemos más que de sobra ya que la historia del mismo no es escueta precisamente. Tenemos Blam! Machinehead para rato. El único inconveniente es que es de esa clase de juegos que una vez acabados no volveremos a rejugar hasta pasado bastante tiempo ya que no nos ofrece nada nuevo más allá de la campaña. Aún así, a pesar de una mecánica repetitiva, no cansa. Jugaremos nivel tras nivel en afán de llegar a enfrentarnos a Machinehead y saber que se esconde tras toda esta locura de nano-tecnología.

Conclusión

Blam! Machinehead es un juego no apto para cardíacos ya que la dificultad abunda, la velocidad en el juego es primordial y las explosiones y disparos nos rodearán constantemente. Un juego recomendado para un perfil de jugador hardcore que no quiere florituras, solo disparos, disparos y más disparos.

LO MEJOR

LO PEOR

 

Salir de la versión móvil